Alexitimia y la amplificación somatosensorial

Con respecto a la amplificación somatosensorial, aunque las personas con pánico han obtenido puntuaciones más elevadas que los otros dos grupos, estas diferencias no han alcanzado niveles significativos. Las personas con trastorno de pánico focalizan su atención en la estimulación interoceptiva. Según la teoría de Barsky y Klerman (1983) esto favorecería un estilo cognitivo y perceptivo amplificador de las sensaciones corporales normales, que son malinterpretadas. Sin embargo, nuestros resultados no han confirmado estos supuestos.
Una posible interpretación podría ser que este constructo fuera exclusivo del trastorno hipocondríaco y no se presente en otras patologías aunque cursen con un importante nivel de sensibilidad a la ansiedad. Otra causa que puede haber propiciado la ausencia de diferencias significativas podría encontrarse en las características psicométricas de la Escala de Amplificación Somatosensorial. Aunque su fiabilidad se ha contrastado, existen pocos estudios sobre su validez (Martínez y Botella, 1996). Por otro lado, los resultados de esta investigación coinciden con los de Wise y Mann (1994), quienes encontraron correlación significativa y positiva entre alexitimia y amplificación somatosensorial.
Este aspecto parece apoyar la opinión de Barsky y Klerman (1983), quienes han hipotetizado que la presencia de rasgos alexitímicos favorece la aparición del estilo somático amplificador.
En el tratamiento cognitivo-conductual del pánico se otorga una gran importancia a la exposición a las propias sensaciones corporales (Botella y Ballester, 1995). Consideramos que el tratamiento
debe incluir la exposición a los diferentes estados emocionales y su expresión y afrontar abiertamente las dificultades que las características alexitímicas les pueden plantear en el ámbito de las relaciones interpersonales.