Descartes R.: Art. 133. Por qué los niños y los viejos lloran fácilmente

RENÉ DESCARTES

Tratado de LAS PASIONES DEL ALMA (1649)

SEGUNDA PARTE

DEL NÚMERO Y DEL ORDEN DE LAS PASIONES Y EXPLICACIÓN DE LAS SEIS PRIMARIAS

ORDEN Y ENUMERACIÓN DE LAS PASIONES

Art. 133. Por qué los niños y los viejos lloran fácilmente.

Los niños y los viejos son más propensos a llorar que los de mediana edad, pero por diversas razones. Los viejos lloran a menudo de afecto y de alegría, pues estas dos pasiones unidas hacen que les afluya mucha sangre al corazón, y de aquí muchos vapores a los ojos; y la agitación de estos vapores es tan retardada por la natural frialdad de su naturaleza, que se convierten fácilmente en lágrimas, aunque no haya existido tristeza alguna. Y si tantos ancianos lloran también muy fácilmente por enojo, lo que les dispone a ello es, más que el temperamento de su cuerpo, el de su espíritu; y esto ocurre únicamente a los que son tan débiles que se dejan dominar enteramente por pequeños motivos de dolor, de temor o de piedad. Lo mismo ocurre en los niños, los cuales no lloran apenas de alegría, sino más bien de tristeza, incluso cuando va acompañada de amor; pues tienen siempre bastante sangre para producir muchos vapores, que se convierten en lágrimas cuando la tristeza retarda su movimiento.