Decates R.: Art. 44. De cómo cada volición esta naturalmente unida a algún movimiento de la glándula pero, por industria o por hábito, se la

RENÉ DESCARTES

Tratado de LAS PASIONES DEL ALMA (1649)

PRIMERA PARTE

DE LAS PASIONES EN GENERAL Y ACCIDENTALMENTE DE TODA LA NATURALEZA DEL HOMBRE

Art. 44. De cómo cada volición esta naturalmente unida a algún movimiento de la glándula pero, por industria o por hábito, se la puede unir a otros.

Sin embargo, no siempre la voluntad de ejercer en nosotros algún movimiento o algún otro efecto es la que puede hacer que lo excitemos; pero esto cambia según la naturaleza o el hábito han unido de diverso modo cada movimiento de la glándula a cada pensamiento. Así, por ejemplo: si queremos que nuestros ojos se dispongan a mirar un objeto muy alejado, esta volición hace que se dilaten las pupilas; y si queremos disponerlos para mirar un objeto muy próximo, esta volición hace que se contraigan; pero si sólo se piensa en dilatarlas, por más que se tenga voluntad en hacerlo, no se dilatan por eso, pues la naturaleza no ha unido el movimiento de la glándula, el cual sirve para impulsar los espíritus hacia el nervio óptico en la manera requerida para dilatarla o contraerla, sino más bien con la de mirar objetos distantes o próximos. Y, como cuando se habla, no pensamos más que en el sentido de lo que queremos decir, esto hace que movamos la lengua y los labios mucho más rápidamente y mejor que si pensamos en moverlos de todas las maneras que se requieren para proferir las mismas palabras, porque el hábito que hemos adquirido al aprender a hablar ha hecho que juntemos la acción del alma, que, por mediación de la glándula, puede mover la lengua y los labios, con la significación de las palabras que siguen a estos movimientos, mejor que con los movimientos mismos.