Biografía Hitschmann Eduard (1871-1957)

Biografía Hitschmann Eduard (1871-1957)

Hitschmann Eduard (1871-1957) Médico y psicoanalista norteamericano

Este médico internista, inventivo y lleno de humor, proveniente de un ambiente de banqueros judíos, fue presentado en la Sociedad Psicológica de los Miércoles por Paul Federn en 1905. Junto con Max Graf, fue el primero que en el círculo Freudiano se interesó por la aplicación del psicoanálisis a la historia de los «grandes hombres»: poetas, escritores, jefes políticos. De tal modo contribuyó a transformar la tradición psiquiátrica de la patografía en psicobiografía y psicoanálisis aplicado. Sentía pasión por Goethe e imitaba perfectamente su estilo, al punto de poder expresarse como él.. En 1911 publicó el primer estudio sistemático del pensamiento Freudiano, en el cual daba ya muestras de una fidelidad escrupulosa a Freud, de quien había sido analizante durante un mes. La obra era un compendio de psicoanálisis destinado al gran público, y Freud le pidió a su discípulo que se abstuviera de presentar la menor idea personal. En 1922 fue designado director del Ambulatorium, la primera clínica psicoanalítica abierta en Viena en un hospital militar. Fue también uno de los médicos de la familia Freud. En 1938, como la mayoría de los vieneses, emigró, primero a Londres y dos años más tarde a los Estados Unidos, donde llegó a ser uno de los miembros importantes de la Boston Psychoanalytic Society (BoPS). Tuvo varios conflictos con Helene Deutsch, quien no vaciló en tratarlo de «dictador». Eduard (o Edward) Hitschmann publicó numerosas biografías psicoanalíticas de hombres célebres, escritores y músicos, en particular Knut Harnsun (1859-1952), Franz Schubert (1797-1828), Johannes Brahms (1833-1897), Emmanuel Swedenborg (1688-1772), Friedrich Nietzsche (1844-1900), Arthur Schopenhauer (1788-1860). En el plano clínico, se interesó particularmente por la frigidez femenina, la impotencia sexual y el sueño. Nunca adoptó los principios adaptativos de la Ego Psychology y, desde fines de la década de 1930, cuando Anna Freud pasó a ser presidente de la Wiener Psychoanalytische Vereinigung (WPV), expresó su apego a la teoría Freudiana clásica con el siguiente comentario humorístico: «Freud estaba sentado allí y nos había enseñado las pulsiones; ahora está Anna, y ella nos enseña las defensas».