Biografía Reich Wilhelm (1897-1957)

Biografía Reich Wilhelm (1897-1957)

 

Reich Wilhelm (1897-1957) Psiquiatra y psicoanalista norteamericano

El itinerario atormentado del mayor disidente de la segunda generación
Freudiana, cercano a Wilhelm Fliess por sus teorías biológicas, y a
Otto Gross por su destino de eterno perseguido, ha sido narrado de
manera caricaturesca por la historiografía oficial, y sobre todo por su
principal representante, Ernest Jones, responsable, junto con Max
Eitingon, Anna Freud y Sigmund Freud, de su exclusiôn de la
International Psychoanalytical Association (IPA). Reich fue el fundador
del Freudomarxismo, el teórico de un análisis del fascismo que marcó
todo el siglo, y el artífice de una refundición de la técnica
psicoanalítica que se basó en una concepción de la sexualidad más
próxima a la sexología que al psicoanálisis. Nacido en Dobrzcynica,
Galitzia, Reich provenía de una familia judía asimilada, y fue educado
al margen de cualquier tradición religiosa. A los 14 años desempeñó un
papel importante en el suicidio de la madre, al revelarle al padre la
relación de aquélla con uno de sus preceptores. Tres años más tarde,
Léon Reich murió de pulmonía, y su hijo lo sucedió a la cabeza de la
granja familiar en la cría de ganado vacuno. Fue en la facultad de
medicina de Viena donde estudió y se orientó hacia el psicoanálisis. En
1919 tomó contacto con Freud y, un año más tarde,
comenzó a participar en las reuniones de la Wiener Psychoanalytische
Vereinigung (WPV). Conoció entonces a Annie Pink (su primera esposa,
que después trascendió con el nombre de Annie Reich Rubinstein) y a
Otto Fenichel (cuyas posiciones políticas compartiría durante algunos
años). En esa época presentó en la WPV su primera comunicación,
dedicada a Peer Gynt, el célebre drama de Henrik lbsen (1828-1906). Ese
héroe noruego en busca de identidad, que termina haciéndose proclamar
emperador de Egipto en un asilo de locos, simbolizaba de alguna manera
el malestar del posromanticismo alemán con el que Reich se
identificaba. En 1921 comenzó a practicar el
psicoanálisis sin haber pasado por un diván, y dirigió entonces un
seminario de sexología que tuvo mucho éxito. A partir de esa época
evolucionó hacia un energetismo poco concordante con la refundición
Freudiana realizada en la segunda tópica. De allí la idea reichiana de
que la hipótesis de la pulsión de muerte fue consecutiva a una
depresión de Freud, causada por la evolución ortodoxa del movimiento
psicoanalítico después de la Primera Guerra Mundial. En 1924 Reich
comenzó a interesarse por las obras de Marx y Engels, a fin de poner de
manifiesto el origen social de las enfermedades mentales y nerviosas.
Con este enfoque trataba de conciliar los conceptos marxistas y los del
psicoanálisis. En 1927 publicó, sucesivamente, una obra de sexología, La función el orgasmo, dedicada a "mi maestro el profesor Sigmund Freud", y un ensayo, "Del análisis del carácter" (que más tarde se convertiría en Análisis del carácter), en
el cual se bosquejaba lo esencial de su divergencia teórica y técnica
con el Freudismo. Acusó a los psicoanalistas de haber abandonado la
libido y de querer domesticar el sexo, aceptando el principio de una
adaptación del individuo a los ideales del capitalismo burgués. En un
primer momento, aunque no compartía las opiniones del joven, Freud lo
encontró más bien simpático: "tenernos aquí a un doctor Reich -le
escribió a Lou Andreas-Salomé-, un bravo pero impetuoso jinete de
caballos de batalla que ahora venera en el orgasmo genital el
contraveneno de toda neurosis". Esa simpatía duraría poco, y Freud no
tardó en detestar a Reich, al punto de querer eliminarlo del movimiento
psicoanalítico. En este debate sobre la sexualidad, que se había
iniciado a fines del siglo XIX, la posición de Reich era simétrica a la
de Carl Gustav Jung. Así como este último desexualizaba el sexo en
beneficio de una especie de impulso vital, Reich procedía a una
desexualización de la libido en beneficio de una genitalidad biológica
basada en la plenitud de una felicidad orgástica de la que estaba
excluida la pulsión de muerte. Después de haber sido miembro del
Partido Socialdemócrata Austríaco, Reich adhirió en 1928 al Partido
Comunista y comenzó a militar con fervor, mientras construía una
mitología obrerista según la cual la genitalidad del proletariado
estaría exenta del "microbio" burgués. No vaciló en afirmar que las
neurosis eran menos frecuentes en la clase obrera que en las capas
superiores de la sociedad. Esto lo llevó a acentuar aún más su rechazo
de la noción de pulsión de muerte, ya expresado en La función del orgasmo. Pronto
creó una sociedad socialista de información e investigaciones sexuales,
así como clínicas de higiene sexual, destinadas a la información de los
asalariados. Paralelamente continuó sus investigaciones, y en 1929
publicó en la revista moscovita Bajo la bandera del marxismo el
manifiesto fundador del Freudomarxismo: "Materialismo dialéctico y
psicoanálisis". En ese texto cotejó la doctrina Freudiana y el marxismo
para demostrar, contra los psicólogos bolcheviques que le atribuían al
psicoanálisis un carácter "idealista", que en realidad se trataba de
una "ciencia natural" cuyo objeto era la vida psíquica del hombre. Por
lo tanto, no se lo podía considerar un fenómeno de "descomposición
surgido de la burguesía decadente", como lo afirmaban sus detractores
comunistas. Fascinado por la Revolución, Reich viajó a Rusia en
septiembre de 1929, y se informó sobre los conflictos que oponían a los
Freudomarxistas y los antiFreudianos. En Moscú conoció a Vera Schmidt y
mantuvo largas entrevistas con ella. En esa época Reich era el único
intelectual europeo que conocía la realidad de los debates rusos sobre
el psicoanálisis. Al volver de su viaje, cambió a Viena por Berlín como
lugar de residencia. En 1930 realizó un análisis didáctico con Sandor
Rado y después se incorporó a la Sociedad Psicoanalítica. Creó entonces
la Asociación para una Política Sexual Proletaria, o SEXPOL, a través
de la cual desarrolló una política de higiene mental dirigida a la
juventud. Asimilaba la lucha sexual a la lucha de clases, y desafiaba
las costumbres del conformismo burgués y del comunismo. Por ello
comenzó a irritar al ambiente psicoanalítico (muy conservador en
política) y a los comunistas estalinistas (opuestos a sus tesis
libertarias). Excluido del partido alemán en el momento mismo en que
Hitler tomaba el poder, se exilió en Dinamarca, donde debió enfrentar
una campaña de difamación que continuaría en Noruega. Ese mismo año de
su exilio decidió criticar frontalmente al psicoanálisis clásico y
publicó un libro, Análisis del carácter, en el cual
adoptó posiciones idénticas a las de Sandor Ferenczi con respecto a la
técnica activa. Esta obra debía ser editada por la Internationaler
Psychoanalytischer Verlag, pero Freud se opuso a ello, en razón del
compromiso político del autor. Con sus discípulos, Freud había elegido
una estrategia que, por temor a eventuales represalias del gobierno,
consistía en excluir de sus filas a los militantes de extrema
izquierda: Marie Langer sufrió también las consecuencias de esta
política. Ya el año anterior, en oportunidad de la publicación de un
artículo de Reich (sobre el carácter masoquista) en el Internationale Zeitschriftfür Psychoanalyse, el
maestro había considerado necesario tomar distancia, precisando en una
breve nota introductoria que, "En el marco del psicoanálisis, esta
revista le acuerda a cada autor que le envíe un texto para su
publicación, una plena libertad de opiniones. Como contrapartida, la
revista deja a los autores la resposabilidad de las opiniones que
exponen. En el caso del doctor Reich, el lector debe ser informado de
que se trata de un miembro del partido bolchevique. Ahora bien, se sabe
que el bolcheviquismo, lo mismo que las organizaciones eclesiásticas,
impone límites a la investigación [ … 1. El editor habría realizado
este mismo comentario si se le hubiera presentado un texto redactado
por un miembro de la SJ (Societas Jesu). De modo que el movimiento
Freudiano, el propio Freud y también Jones, que al principio había
sentido simpatía por Reich, persiguieron a este último en razón de su
adhesión al comunismo, y no por un desacuerdo técnico y doctrinario.
Debido a su anticomunismo y su conservadurismo, Jones no advirtió con
claridad suficiente el peligro que el nazismo representaba para el
Freudismo. En 1933-1935, con el respaldo tácito de Freud, aceptó
sostener una política "de salvamento" del psicoanálisis en Alemania,
que gravitaría pesadamente sobre la IPA. Ahora bien, Reich, por el
contrario, pensaba que había que luchar a ultranza contra el nazismo, y
preconizaba, contra esa política de supuesto salvamento, la disolución
pura y simple de la Deutsche Psychoanalytische GeselIschaft (DPG) desde
1933. En el Congreso de Lucerna de 1934 fue excluido de las filas de la
IPA en un momento en que era imposible reprocharle su bolcheviquismo,
puesto que ya no era miembro del Partido Comunista. Harald Schjelderup
y el grupo noruego se opusieron a esa exclusión, que iba a tener graves
consecuencias para la situación del psicoanálisis en los países
escandinavos. Dicha exclusión fue también muy importante para la
evolución ulterior de Reich. En un primer momento se unió a la
izquierda Freudiana no comunista e inició un diálogo fecundo con Otto
Fenichel, a pesar de sus numerosos desacuerdos. Entre 1930 y 1933
redactó su mejor obra, que se convertiría en un clásico: La psicología de masas del fascismo. Lejos
de considerar al fascismo como producto de una política o de una
situación económica nacional o grupal, Reich veía en él la expresión de
una estructura inconsciente, y extendió la definición a la
colectividad, para sostener en definitiva que el fascismo se explicaba
por la insatisfacción sexual de las masas. Reich retomaba de hecho un
tema que había sido tratado de otro modo por Gustave Le Bon
(1841-1931), y después por Freud en Psicología de las masas y análisis del yo, pero
dándole un contenido radicalmente nuevo, en el momento mismo en que el
nazismo se desencadenaba en Alemania. La obra tuvo una repercusión
mundial, y la doctrina de Reich fue retomada por todos los teóricos del
Freudomarxismo, y después, alrededor de la década de 1970, por los
movimientos libertarios. A partir de 1933, y sobre todo después de su
doble exclusión de la IPA y el movimiento comunista, Reich comenzó a
sentirse terriblemente perseguido. Se separó de Annie Reich, la madre
de sus dos hijos (Eva y Lore), quien siguió siendo miembro de la IPA y
amiga de Fenichel. Más tarde Reich vivió durante varios años con Elsa
Lindenberg, una bailarina que había conocido en Berlín y que se le unió
en Copenhague, donde se hizo adepta de una psicoterapia basada en
movimientos corporales. En 1936, tratado de esquizofrénico por la
comunidad Freudiana, Reich se alejó definitivamente del psicoanálisis,
creando en Oslo un instituto de investigaciones biológicas de economía
sexual, en el cual se agruparon médicos, psicólogos, educadores,
sociólogos y animadores de jardín de infantes. Paralelamente desarrolló
un nuevo método, la vegetoterapia, futura orgonoterapia. Él vinculaba
la cura por la palabra con la intervención sobre el cuerpo, y
presentaba la neurosis como una rigidez o una constricción del
organismo que había que atender con ejercicios de distensión muscular,
para hacer aparecer "el reflejo orgástico". Más tarde, atraído por la
teoría de los biones (partículas de energía vital), dio libre curso a
la fascinación que ejercían sobre él los enfoques psicobiológicos,
tratando de conciliar los temas cosmológicos caros al romanticismo con
la tecnología cuantitativa propia de la sexología. En 1939, cada vez
más perseguido y siempre decepcionado por quienes lo rodeaban, Reich
abandonó definitivamente Europa con su nueva compañera, llse Ollendorf,
que se convertiría en su segunda esposa y le daría un hijo. Elsa quedó
en Oslo. Instalado en un chalet en Maine, cerca de la frontera
canadiense, realizó su sueño: elaborar una teoría orgástica del
universo y ponerla en práctica con la ayuda de los medios tecnológicos
de su época. Creyó entonces descubrir el "orgón atmosférico" y, para
captarlo, a fin de curar a sus pacientes de la impotencia orgástica,
hizo construir un centro de investigaciones al que dio el nombre de
Orgonon. Allí, como el Frankenstein de Mary Shelley
(1797-1851) revisado y corregido por la estética del cine de Hollywood,
experimentó con sus "acumuladores de orgón", verdaderas máquinas
destinadas a almacenar la famosa energía. En diciembre de 1940 Reich le
solicitó una entrevista a Albert Einstein (1878-1955), quien lo recibió
y conversó con él durante cinco horas, maravillándose por sus
"descubrimientos", al punto de ir a presenciar en persona el
funcionamiento de un acumulador. Un mes más tarde, sin embargo, envió
un veredicto negativo sobre la experiencia. Reich quiso protestar, y
Einstein no respondió a sus cartas. Una nueva decepción. A partir de
enero de 1942, atacado desde todos lados, tratado de charlatán por los
psiquiatras y de esquizofrénico por el ambiente psicoanalítico
norteamericano, Reich se hundió en la locura, creyéndose víctima del
gran MODJU, es decir, de los "fascistas rojos". Ese nombre, creado por
él, derivaba de MO(cenigo), personaje anónimo que había entregado a
Giordano Bruno (1548-1600) a la Inquisición, y de DJOU(gachvili), alias
Stalin (1879-1953). Acusado de estafa por haber comercializado sus
acumuladores de energía orgónica, Reich fue encarcelado después de un
proceso lamentable, y murió de un ataque cardíaco en la penitenciaría
de Lewisburg, Pensilvania, el 3 de noviembre de 1957. En mayo, cuando
trabajaba en la biblioteca de la cárcel, le escribió lo siguiente a su
hijo Peter: "Estoy orgulloso de encontrarme en tan buena compañía , con
Sócrates, Cristo, Bruno, Galileo, Moisés, Savonarola, Dostoievski,
Gandhi, Nehru, Mindszenty, Lutero y todos los otros que combatieron el
demonio de la ignorancia, los decretos ilegítimos y las plagas
sociales… Tú has aprendido a esperar en Dios como nosotros hemos
comprendido la existencia y el reinado universal de la Vida y el Amor."
En 1952 Kurt Eissler realizó para los Sigmund Freud Archives una
notable entrevista con Reich, que fue publicada en 1967, con el título
de Reich habla de Freud. Pero, sin ninguna
explicación, Ernst Freud, impulsado por Eissler, le negó a Mary
Higgins, responsable de la publicación, el derecho a citar las cartas
que Freud le había escrito a su ex discípulo. Incluso se prohibió
consultarlas en la Library of Congress. Reich sentía por Freud una
admiración sin límites, mientras que Freud demostró respecto de Reich
una ferocidad desmesurada. Es casi seguro que de la publicación de esas
cartas surgiría una imagen del padre fundador poco compatible con la
hagiografía oficial. En efecto, a través de algunos resúmenes se conoce
el contenido probable de esos textos, que demuestran que Freud tenía
miedo de Reich: temía su locura, su celebridad, su compromiso político.
Los discípulos, por su parte, hicieron todo lo posible para
desembarazarse de un hombre que los molestaba en su conformismo, hacía
vacilar sus convicciones y restablecía los vínculos con los orígenes
"fliessianos" de la doctrina Freudiana, orígenes cuya importancia ellos
trataban de borrar. Los partidarios de Reich no fueron menos sectarios
en la adoración de su gran hombre, cuya locura negaron, para
presentarlo como un héroe sin miedo e irreprochable, víctima de
persecuciones reiteradas. Las tesis reichianas tuvieron una posteridad
importante, tanto del lado del biologismo (al retornar con la terapia
guestáltica) como en los años 1965-1975, cuando, en la mayoría de los
grandes países donde se había implantado el psicoanálisis, la
impugnación libertaria volvió a asignarles un lugar de honor.