DSM-IV: Trastornos relacionados con sustancias. Trastornos relacionados con sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Las sustancias sedantes, hipnóticas y ansiolíticas (antiansiedad) incluyen las benzodiacepinas, los carbamatos (p. ej., glutetimida, meprobamato), los barbitúricos (p. ej., secobarbital) y los hipnóticos afines a los barbitúricos (p. ej., glutetimida, metacualona). Esta clase de sustancias incluyen todos los medicamentos prescritos para dormir y casi todos los medicamentos antiansiedad (ansiolíticos). No se incluyen dentro de esta clase los agentes ansiolíticos no benzodiacepínicos (p. ej., buspirona, gepirona). Algunos medicamentos de esta clase tienen otros usos clínicos importantes (p. ej., como anticonvulsivantes). Como el alcohol, estos agentes son depresores del sistema nervioso central y producen trastornos similares, tanto por consumo de sustancias como inducidos por sustancias. A dosis altas, los sedantes, hipnóticos y ansiolíticos pueden ser mortales, en especial cuando se mezclan con alcohol; puede disponer de ellos tanto bajo prescripción médica como en el mercado ilegal. Los sujetos que obtienen estas sustancias por prescripción abusan de ellas ocasionalmente; en cambio, quienes las adquieren «en la calle» no suelen desarrollar dependencia o abuso. Los medicamentos de acción rápida y los de acción corta o intermedia pueden ser fácilmente productos de abuso.

En este apartado se comentan específicamente los trastornos relacionados con sedantes, hipnóticos o ansiolíticos. La descripción y los criterios diagnósticos ya han sido expuestos en los aspectos genéricos de la dependencia de sustancias y el abuso de sustancias. Las descripciones específicas para la dependencia de sedantes, hipnóticos y ansiolíticos se hacen a continuación, aunque no hay criterios diagnósticos adicionales para la dependencia o el abuso de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos. Luego, se expondrán también la descripción y los criterios diagnósticos para la intoxicación o abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos. Los trastornos inducidos por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos (al margen de la intoxicación y la abstinencia) se describen en las secciones del manual que tratan sobre los trastornos con los que comparten características fenomenológicas (p. ej., los trastornos de ansiedad inducidos por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos se incluyen en la sección «trastornos de ansiedad»). Se enumeran a continuación los trastornos por consumo o inducidos por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

* Trastornos por consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

F13.2 Dependencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [304.10]
F13.1 Abuso de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [305.40]

* Trastornos inducidos por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

F13.00 Intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.89]
F13.3 Abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.0]
Especificar si: Con alteraciones perceptivas
F13.03 Delirium por intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.81]
F13.4 Delirium por abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.81]
F13.73 Demencia persistente inducida por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.82]
F13.6 Trastorno amnésico persistente inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.83]
F13.51 Trastorno psicótico inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, con ideas deliranties [292.11]
Especificar si: De inicio durante la intoxicación/De inicio durante la abstinencia
F13.52 Trastorno psicótico inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, con alucinaciones [292.12]
Especificar si: De inicio durante la intoxicación/De inicio durante la abstinencia
F13.8 Trastorno del estado de ánimo inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.84]
Especificar si: De inicio durante la intoxicación/De inicio durante la abstinencia
F13.8 Trastorno de ansiedad inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.89]
Especificar si: De inicio durante la intoxicación/De inicio durante la abstinencia
F13.8 Trastorno sexual inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.89]
Especificar si: De inicio durante la intoxicación
F13.8 Trastorno del sueño inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.89]
Especificar si: De inicio durante la intoxicación/De inicio durante la abstinencia
F13.9 Trastorno relacionado con sedantes, hipnóticos o ansiolíticos no especificado [292.9]

* Trastornos por consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

F13.2x Dependencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [304.10]

Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para la dependencia de sustancias. Pueden presentarse niveles muy significativos de dependencia fisiológica tanto para la tolerancia como para la abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos. La gravedad de los síntomas de abstinencia y su presentación difieren en función de las características farmacocinéticas y farmacodinámicas de las sustancias. Por ejemplo, la abstinencia de sustancias de acción corta con absorción rápida y que no tienen metabolitos activos (p. ej., triazolam) puede empezar horas después de haber interrumpido su uso; la abstinencia de sustancias con metabolitos de acción prolongada (p. ej., diacepam) puede tardar 1-2 días o más en producirse. El síndrome de abstinencia producido por sustancias de esta clase se caracteriza por la aparición de un delirium que puede amenazar la vida. Puede haber demostración de clara tolerancia y abstinencia en ausencia de diagnóstico de dependencia de sustancias en un sujeto que ha dejado de forma brusca las benzodiacepinas prescritas a dosis terapéuticas, tras haberlas estado tomando durante mucho tiempo. El diagnóstico de dependencia de sustancias debe establecerse sólo cuando además de haber dependencia fisiológica, el sujeto presenta una amplia gama de problemas (p. ej., un sujeto con un comportamiento de búsqueda de la droga que interfiere sus actividades).

Especificaciones

Se aplican las especificaciones de curso al diagnóstico de dependencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos y se codifican en el quinto dígito:

0 Remisión total temprana/remisión parcial temprana
0 Remisión total sostenida/remisión parcial sostenida
2 En terapéutica con agonistas
1 En entorno controlado
4 Leve/moderado/grave

Especificar si:
Con dependencia fisiológica
Sin dependencia fisiológica

F13.1 Abuso de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [305.40]

Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para el abuso de sustancias. El abuso de sustancias de esta clase puede aparecer por sí mismo o en conjunción con otras sustancias. Por ejemplo, los sujetos pueden consumir dosis intoxicantes de sedantes o benzodiacepinas para «bajar» de la cocaína o anfetaminas, o tomar dosis altas de benzodiacepinas en combinación con metadona para «modular» sus efectos. El abuso de esta clase de sustancias puede dar lugar a situaciones peligrosas, como conducir bajo su efecto. Los sujetos dejan de cumplir sus actividades laborales o escolares como resultado de la intoxicación, o discuten con la esposa o los familiares a raíz de episodios de consumo de la sustancia. Cuando estos problemas se acompañan de evidencias de tolerancia, abstinencia o comportamiento compulsivo relacionado con el consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, debe considerarse el diagnóstico de dependencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

* Trastornos inducidos por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

F13.00 Intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.89]

Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para la intoxicación por sustancias. La característica esencial de la intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos es la presencia de cambios fisiológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p. ej., comportamiento sexual inapropiado o comportamiento agresivo, labilidad emocional, deterioro de la capacidad de juicio y deterioro de la actividad laboral o social) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos (Criterios A y B). Estos comportamientos, como sucede con otros depresores del sistema nervioso central, pueden acompañarse de lenguaje farfullante, marcha inestable, nistagmo, problemas de memoria o atención, niveles de incoordinación que pueden interferir la conducción o actividades en las que se pueden producir accidentes y estupor o coma (Criterio C). El síntoma predominante de la intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos es el deterioro de la memoria que, con frecuencia, se presenta como una amnesia anterógrada muy parecida a los fallos de memoria de los alcohólicos (blackouts). Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (Criterio D). La intoxicación puede aparecer en sujetos que están tomando estas sustancias por prescripción médica, a sugerencia de amigos o familiares o que las toman deliberadamente para intoxicarse.

Criterios para el diagnóstico de F13.00 Intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.89]

A. Consumo reciente de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p. ej., comportamiento sexual inapropiado o comportamiento agresivo, labilidad del estado de ánimo, deterioro de la capacidad de juicio, deterioro de la actividad laboral o social) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

C. Uno (o más) de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos:

(1) lenguaje farfullante
(2) incoordinación
(3) marcha inestable
(4) nistagmo
(5) deterioro de la atención o de la memoria
(6) estupor o coma

D. Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.

F13.3 Abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.0]

Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos de la abstinencia de sustancias. La característica esencial de la abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos es la presencia de un síndrome que aparece después del cese o la disminución del consumo al cabo de algunas semanas de uso regular (Criterios A y B). Este síndrome de abstinencia se caracteriza por dos o más síntomas (como en la abstinencia de alcohol) que incluyen hiperactividad autonómica (p. ej., aumentos de la frecuencia cardíaca, de la frecuencia respiratoria, de la tensión arterial, de la temperatura y sudoración); temblor de manos; insomnio, ansiedad y náuseas que se acompañan a veces de vómitos, y agitación psicomotora. En el 20-30 % de los sujetos pueden aparecer crisis comiciales de gran mal si no se tratan los síntomas de abstinencia. En la abstinencia grave aparecen alucinaciones visuales, táctiles, auditivas o ilusiones. Si el juicio de realidad del sujeto está intacto (p. ej., sabe la sustancia que le provoca las alucinaciones) y las ilusiones aparecen en el contexto de una conciencia lúcida, debe anotarse el especificador con alteraciones perceptivas (v. después). Los síntomas provocan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio C). Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., abstinencia de alcohol o trastorno de ansiedad generalizada) (Criterio D). El alivio de los síntomas de abstinencia con la administración de algún sedante, hipnótico o ansiolítico confirmará el diagnóstico de abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

El síndrome de abstinencia se caracteriza por signos y síntomas que son generalmente opuestos a los que aparecen la primera vez que se consumen estas sustancias. El curso del síndrome de abstinencia se puede predecir en función de la vida media de las sustancias. Los medicamentos que tardan en actuar 10 horas o menos (p. ej., loracepam, oxacepam y temacepam) producen síntomas de abstinencia a las 6-8 horas de la disminución de sus niveles plasmáticos, alcanzando mayor intensidad al segundo día y mejorando de forma acusada al cuarto o quinto días. Para las sustancias con una vida media más prolongada (p. ej., diacepam) los síntomas no aparecen hasta transcurrida más de 1 semana, alcanzan su intensidad máxima durante la segunda semana y disminuyen acusadamente durante la tercera o cuarta semanas. Puede haber síntomas a largo plazo de mucha menor intensidad y que persistan durante algunos meses. Como sucede con el alcohol, estos síntomas de abstinencia limitados (p. ej., ansiedad, depresión leve y trastornos del sueño) pueden ser confundidos con trastornos de ansiedad o depresivos no inducidos por sustancias (p. ej., trastorno de ansiedad generalizada).

El síndrome de abstinencia será más grave en función de la cantidad de tiempo que se ha consumido la sustancia y de las dosis en que se tomó. Sin embargo, se ha observado abstinencia con dosis bajas de 15 mg de diacepam (o su equivalente para otras benzodiacepinas) tomada diariamente durante algunos meses. Dosis de 40 mg de diacepam (o equivalentes), tomadas diariamente, es más probable que provoquen síntomas de abstinencia clínicamente significativos, e incluso dosis más altas (p. ej., 100 mg de diacepam) pueden producir crisis comiciales o delirium. El delirium por abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos (ver «Delirium inducido por sustancias») se caracteriza por alteraciones de la conciencia y de las funciones psíquicas básicas, con alucinaciones visuales, táctiles o auditivas. Cuando aparezca este delirium debe diagnosticarse en lugar de abstinencia.

Especificación

Al diagnóstico de abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos se puede aplicar la siguiente especificación:

Con alteraciones perceptivas.
Esta especificación debe anotarse cuando, en ausencia de delirium, aparecen alucinaciones visuales, táctiles o auditivas, con juicio de realidad intacto. Juicio de realidad intacto quiere decir que la persona es consciente de que las alucinaciones están producidas por la sustancia y no son la representación de una realidad externa. Cuando las alucinaciones aparecen en ausencia de juicio de realidad intacto, debe considerarse el diagnóstico de trastorno psicótico inducido por sustancias, con alucinaciones.

Criterios para el diagnóstico de F13.3 Abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos [292.0]

A. Interrupción (o disminución) de un consumo abundante y prolongado de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

B. Dos (o más) de los siguientes signos, que aparecen entre algunas horas o días después del Criterio A:

(1) hiperactividad autonómica (p. ej., sudoración o más de 100 pulsaciones)
(2) aumento del temblor de manos
(3) insomnio
(4) náuseas o vómitos
(5) alucinaciones visuales, táctiles o auditivas transitorias, o ilusiones
(6) agitación psicomotora
(7) ansiedad
(8) crisis comiciales de gran mal (crisis epilépticas)

C. Los síntomas del criterio B provocan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.

Especificar si:
Con alteraciones perceptivas

Otros trastornos inducidos por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Los siguientes trastornos inducidos por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos se describen en las secciones del manual que tratan sobre trastornos con los que comparten características fenomenológicas:

Delirium por intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Delirium por abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Demencia persistente inducida por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Trastorno amnésico persistente inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Trastorno psicótico inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Trastorno del estado de ánimo inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Trastorno de ansiedad inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Trastorno sexual inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Trastorno del sueño inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Estos trastornos se diagnostican en lugar de la intoxicación o abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos sólo cuando los síntomas exceden de los que habitualmente se asocian con el síndrome de intoxicación o abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos y son de la suficiente gravedad como para merecer una atención clínica independiente.

Información adicional sobre los trastornos relacionados con sedantes, hipnóticos o ansiolíticos

Características y trastornos asociados

Características descriptivas y trastornos mentales asociados.
La dependencia o el abuso de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos puede asociarse con frecuencia a la dependencia o al abuso de otras sustancias (p. ej., alcohol, Cannabis, cocaína, heroína, anfetaminas). Los sedantes se toman a menudo para aliviar los efectos indeseables de estas otras sustancial. La intoxicación aguda puede dar lugar a lesiones accidentales por caídas y a accidentes de tráfico. En los sujetos de edad avanzada el consumo a corto plazo de sedantes a las dosis prescritas se asocia a un mayor riesgo de problemas cognoscitivos y caídas. Algunos datos indican que los efectos desinhibidores de estos agentes favorecen comportamientos abiertamente agresivos, con los consiguientes problemas interpersonales y legales. La intoxicación grave y repetida por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos puede asociarse a depresiones graves que, aunque temporales, pueden ser tan intensas que conduzcan a intentos de suicidio e incluso al suicidio consumado. Pueden aparecer intoxicaciones por sobredosis accidentales o deliberadas semejantes a las observadas en el abuso o dependencia alcohólica o en intoxicación por alcohol repetitiva.

En contraste con su amplio margen de seguridad cuando se toman solas, las benzodiacepinas tomadas en combinación con alcohol son particularmente peligrosas, y se han observado sobredosificaciones accidentales, que también se han descrito en sujetos que abusan deliberadamente de barbitúricos y de otros sedantes no benzodiacepínicos (p. ej., metacualona). La tolerancia a los efectos sedantes se produce con el consumo repetido para conseguir euforia, a dosis progresivamente más altas. Sin embargo, la tolerancia a los efectos depresores cerebrales se establece mucho más lentamente y, como la persona aumenta las dosis de la sustancia para conseguir la euforia, puede iniciarse una depresión respiratoria súbita y una hipotensión que pueden producir la muerte. Cuando las sustancias se obtienen ilegalmente el trastorno antisocial de la personalidad o el de comportamiento antisocial se asocian a la dependencia o el abuso de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

Hallazgos de laboratorio.
Casi todas estas sustancias se identifican a través de determinaciones en la orina o la sangre (que pueden cuantificar la cantidad de sustancia presente en el organismo). Los análisis de orina son positivos transcurrida más de 1 semana del consumo de sustancias de acción prolongada (p. ej., fluracepam).

Hallazgos de la exploración física y enfermedades médicas asociadas.
Es probable que la exploración física revele la existencia de una leve disminución de la actividad del sistema nervioso autónomo, que incluye lentificación del pulso, una débil disminución de la frecuencia respiratoria y un leve descenso de la tensión arterial (que aparece con más probabilidad con los cambios de posición). La sobredosis de sedantes, hipnóticos y ansiolíticos puede asociarse con un deterioro de los signos vitales, y ésta puede ser la señal de la eclosión de una urgencia médica (p. ej., paro respiratorio por barbitúricos). Puede haber consecuencias traumáticas de accidentes que aparecen durante la intoxicación (p. ej., hematoma subdural). El consumo intravenoso de estas sustancias puede dar lugar a complicaciones médicas relacionadas con el uso de agujas contaminadas (p. ej., hepatitis e infección por el virus de la inmunodeficiencia humana [VIH]).

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo

Hay acusadas variaciones en los patrones de prescripción (y disponibilidad) de esta clase de sustancias en los distintos países, lo que determina variaciones en la prevalencia de los trastornos relacionados con sedantes, hipnóticos o ansiolíticos. La intoxicación deliberada para estar eufórico es más probable en los adolescentes y en sujetos en la veintena. La abstinencia, la dependencia y el abuso se observa en sujetos de 40 años y mayores que han aumentado (escalado) las dosis de medicamentos prescritos. Tanto los efectos crónicos como agudos de estas sustancias, especialmente los efectos sobre las funciones cognoscitivas, la memoria y la coordinación motora, aumentan probablemente con la edad como consecuencia de los cambios farmacocinéticos y farmacodinámicos relacionados con ella. Los sujetos afectos de demencia es más probable que presenten intoxicación y deterioro de la actividad fisiológica a dosis bajas. Las mujeres tienen un mayor riesgo de abuso de sustancias prescritas.

Prevalencia

En Estados Unidos se prescriben durante la hospitalización medicamentos sedantes, hipnóticos o ansiolíticos a más del 90 % de los sujetos hospitalizados por enfermedades médicas o quirúrgicas, y más del 15 % de los adultos americanos toma estos medicamentos (habitualmente por prescripción) durante 1 año. Muchos de estos sujetos toman los medicamentos tal como se los han prescrito y no los consumen incorrectamente. Entre los medicamentos de esta clase, los más consumidos son las benzodiacepinas: el 10 % de los adultos las ha tomado durante 1 mes como mínimo en el transcurso del año anterior. Una encuesta comunitaria realizada en Estados Unidos en 1991 encontró que cerca del 4 % de la muestra de la población había tomado sedantes con finalidad no médica: aproximadamente el 1 % los usó en el último año y un 0,4 % en el último mes. En cuanto a los ansiolíticos, alrededor del 6 % de la población los ha consumido con finalidad no médica, casi el 2 % los tomó en el último año y un 0,5 % en el último mes.

Debido a que la encuesta valoraba los patrones de consumo y no los diagnósticos, no se sabe cuántos de los que toman estas sustancias tenían síntomas que cumplieran los criterios diagnósticos para dependencia o abuso. Un estudio comunitario realizado en Estados Unidos entre 1980 y 1985, que utilizaba los criterios del DSM-III-R, encontró que el 1,1 % de la población encuestada cumplía criterios diagnósticos para el abuso o la dependencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos alguna vez en su vida.

Curso

El curso más habitual implica a jóvenes alrededor de los 20 años, que proceden a la escalada del consumo recreativo de sedantes, hipnóticos y ansiolíticos, hasta el punto de desarrollar problemas que pueden diagnosticarse de dependencia o abuso. Este patrón es habitual entre sujetos que presentan otros trastornos por consumo de sustancias (p. ej., relacionados con alcohol, opiáceos, cocaína, anfetamina). El patrón inicial de consumo intermitente puede llevar al consumo diario y a altos niveles de tolerancia: una vez aparece ésta, cabe esperar consecutivos aumentos de problemas interpersonales, laborales y legales, así como episodios graves de deterioro de la memoria y abstinencia fisiológica.

Otro curso menos frecuente es el que empieza en un sujeto que obtiene al principio el medicamento por prescripción facultativa, habitualmente para la ansiedad, el insomnio u otros tipos de síntomas somáticos. Aunque la gran mayoría de los que han recibido estos medicamentos por prescripción no presentan problemas, una pequeña proporción sí los tiene, desarrollando tolerancia o necesidad de mayores dosis del medicamento, con un gradual aumento de la frecuencia de autoadministración, cada vez a dosis más altas. El sujeto justifica su consumo en base a los síntomas iniciales de ansiedad o insomnio, llegando a predominar el comportamiento de búsqueda de la sustancia que lleva al sujeto a proveerse, a través de varios médicos, de la cantidad de medicamento suplementario suficiente. La tolerancia puede ir aumentando y dar lugar a abstinencia (incluyendo crisis comiciales y delirium por abstinencia). Otros sujetos con alto riesgo son los que presentan dependencia de alcohol, quienes pueden obtener diferentes prescripciones como respuesta a sus quejas de ansiedad o insomnio relacionados con el alcohol.

Diagnóstico diferencial

Véase el comentario general sobre el diagnóstico diferencial de los trastornos relacionados con sustancias.. Los trastornos inducidos por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos pueden dar lugar a síntomas (p. ej., ansiedad) que se parecen a los de los trastornos mentales primarios (p. ej., trastorno de ansiedad generalizada versus trastorno de ansiedad inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, de inicio durante la abstinencia).

La intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos se parece a la intoxicación por alcohol, excepto por el olor del aliento a alcohol. En las personas mayores el cuadro clínico de la intoxicación puede parecerse al de la demencia progresiva. Además, el lenguaje farfullante, la incoordinación y otros síntomas característicos de la intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos podrían ser el resultado de una enfermedad médica (p. ej., esclerosis múltiple) o de un traumatismo craneal previo (p. ej., un hematoma subdural).

La abstinencia de alcohol produce un síndrome muy parecido al de la abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos. La ansiedad, el insomnio y la hiperactividad autonómica, que son consecuencia de la intoxicación por otras drogas (p. ej., estimulantes como anfetaminas o cocaína) o de enfermedades fisiológicas (p. ej., hipertiroidismo), o que están relacionados con trastornos primarios de ansiedad (p. ej., trastorno de angustia o trastorno de ansiedad generalizada), pueden recordar algunos aspectos de la abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

La intoxicación y abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos se distingue de otros trastornos inducidos por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos (p. ej., trastorno de ansiedad inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos de inicio durante la abstinencia) en que los síntomas de estos últimos exceden de los que habitualmente se asocian a la intoxicación o abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos y son de suficiente gravedad como para merecer una atención clínica independiente.

Debe señalarse que hay sujetos que continúan tomando benzodiacepinas para indicaciones médicas legítimas y de acuerdo con la prescripción médica durante largos períodos de tiempo. Incluso con dependencia fisiológica de la medicación, muchos de estos sujetos no presentan síntomas que cumplan los criterios para el diagnóstico de dependencia, puesto que no están preocupados por la obtención de la sustancia y su consumo no interfiere con sus actividades habituales sociales o laborales.

Relación con los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10

Los criterios diagnósticos de la CIE-10 y del DSM-IV para la intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos son prácticamente iguales, excepto en el hecho de que la CIE-10 también incluye «lesiones o ampollas eritematosas de la piel». Los criterios diagnósticos de la CIE-10 y del DSM-IV para la abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos contienen diferentes síntomas: en la lista de la CIE-10 se encuentran la hipotensión postural, dolores de cabeza, malestar o debilidad, e ideación paranoide, pero no así ansiedad (que sí recoge el DSM-IV).

F13.9 Trastorno relacionado con sedantes, hipnóticos o ansiolíticos no especificado [292.9]

Esta categoría se reserva a los trastornos asociados con el consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos que no se clasifican como dependencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos; abuso de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos; intoxicación por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos; abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos; delirium por intoxicación por sedantes, hipnóticos o i ansiolíticos; delirium por abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos; demencia persistente inducida por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos; trastorno amnésico persistente inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos; trastorno psicótico inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos; trastorno del estado de ánimo inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos; trastorno de ansiedad inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos; disfunción sexual inducida por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, y trastorno del sueño inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

Trastornos relacionados con sustancias

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