Diccionario de psicología: letra N, Nazismo

Nazismo
Desde su llegada al poder, Adolf Hitier (1889-1945) aplicó la doctrina nacionalsocialista (o
nazismo), uno de cuyos principales objetivos era la eliminación de todos los judíos de Europa,
como «raza inferior». De la misma manera, además de las otras «razas inferiores», convenía
desembarazarse de todos los hombres considerados «tarados» o molestos para el cuerpo social.
La homosexualidad y la locura fueron tratadas por el nacionalsocialismo como equivalentes de la
judeidad, siempre sobre la base de la teoría de la herencia-degeneración.
En 1939 se crearon institutos de eutanasia para ejecutar, con venenos diversos, a tres
categorías de personas: los enfermos que padecían trastornos mentales o neurológicos
(esquizofrénicos, dementes seniles, epilépticos, etcétera); los pacientes hospitalizados durante
más de cinco años; los alienados criminales, y con ellos a todos los sujetos alcanzados por la
legislación racista. En enero de 1940, en la antigua cárcel de Brandeburgo-Havel, transformada 
en instituto de eutanasia, se realizó la primera ejecución por medio de gas, experiencia que
demostró la «superioridad» de ese procedimiento sobre las drogas y las otras técnicas
empleadas habitualmente.
Entre todas las escuelas de psiquiatría dinámica, el psicoanálisis fue la única que recibió el
calificativo de «ciencia judía», tan temido por Sigmund Freud. En ese contexto, puede
comprenderse por qué el nazismo incorporó en su programa la destrucción radical del
psicoanálisis, de su vocabulario, de sus conceptos, de sus obras, de su movimiento, de sus
instituciones y de sus profesionales.
El programa se fue realizando progresivamente bajo la batuta de Matthias Heinrich Göring, con la
colaboración de psicoterapeutas de todas las tendencias junguianos, freudianos, adlerianos,
etcétera), que aceptaron servir a los principios de una nueva «psicología aria» y, desde mayo de
1936, trabajar en el Deutsche Institut für Psychologische Forschung (Instituto Alemán de
Investigación Psicológica y Psicoterapia), más conocido como Göring-Institut. En ese instituto de
Berlín estaba proscrito todo lo que pudiera evocar la judeidad en cualquier forma: la palabra
psicoanálisis no debía pronunciarse más. A los judíos se le prohibió la psicoterapia, fuera como
profesionales o como pacientes.
El nazismo transformó radicalmente el movimiento psicoanalítico al expulsar de Europa (Alemania,
Hungría, Italia, Austria) a la casi totalidad de los psicoanalistas, en su mayoría judíos, que
emigraron a los Estados Unidos, Gran Bretaña o a países latinoamericanos. Los que no llegaron
a huir, perecieron en los campos de concentración.