Diccionario de psicología, letra R, Relación de objeto

Relación de objeto
 
(fr. relation d’objet; ingl. object-relation; al. Objektbeziehung). Relación del sujeto con su
entorno, que sería paralela al desarrollo pulsional y cuya consideración permitiría superar el
abordaje centrado únicamente en el individuo.
Aunque la expresión relación de objeto se encuentre en Freud, nunca propuso una teoría
explícita sobre esto. Fueron algunos de sus discípulos, directos o indirectos, los que
sistematizaron su empleo; en particular, la escuela húngara, y entre ellos, A. y M. Balint.
Estos destacan, hacia 1935, que la mayoría de los conceptos psicoanalíticos conciernen al
individuo considerado aisladamente. ¿Se debe esto al lugar dado por Freud, en la sexualidad
infantil, al autoerotismo? En las primeras ediciones de los Tres ensayos de teoría sexual (1905),
efectivamente, Freud parecía haber hecho de este la forma casi exclusiva que tomaba el
desarrollo libidinal en la infancia. Lo que rectificó en las ediciones posteriores, con la
observación de que un niño de tres a cinco años es totalmente capaz de hacer una elección de
objeto. Entiéndase con ello que su pulsión sexual puede dirigirse hacia una persona del entorno
y vincularse a ella fuertemente, aun cuando, por supuesto, no encuentra los modos de
realizarse de la edad adulta.
M. Balint va a sistematizar este tipo de observaciones (Amor primario y técnica psicoanalítica).
Lo extiende particularmente a una edad muy precoz, en la que va a situar lo que llama, con A.
Balint, el «amor de objeto primario». Este, que se remonta a los primeros años de la vida,
generalmente no puede ser recuperado por la memoria, Pero retorna en la trasferencia, en
ciertos momentos de la cura, bajo la forma de un violento deseo de ser amado. El amor de objeto
primario, que constituye la primera relación de objeto, tendría como finalidad «ser amado y
satisfecho sin tener que dar nada a cambio». Es, en este sentido, pasivo, por más que el sujeto
despliegue una gran actividad para lograr sus fines. Perfectamente egoísta, por otra parte, es al
propio tiempo recíproco, puesto que la madre misma, en esta etapa precoz, «trata al hijo como a
su cosa, como si este no tuviese ni vida ni interés propios». Otros trabajos de Balint están
dedicados además a las diferentes formas de la relación de objeto y, especialmente, a lo que
Dama «amor genital».
Una vez sistematizado, este tema de la relación de objeto va a ser retomado por numerosos
autores. M. Bouvet, en Francia, por ejemplo, hace de él un concepto central de sus trabajos (La
relación de objeto). En este tipo de elaboraciones se trata de presentar, paralelamente a los
estadios libidinales en el sentido propio, los modos relacionales característicos de cada uno de
los estadios: por ejemplo, correlativamente al estadio oral, es concebible una relación de objeto
oral, centrada en la incorporación, que tendría un papel dominante tanto en la relación con la
realidad como en la relación con el fantasma. En las neurosis, habría regresión a una relación de
objeto pregenital. Esta concepción es bastante normativa, ya que opone pregenitales, que tienen
un yo débil, a genitales, que tienen un yo fuerte; opone relación mala a relación buena con el
objeto, distancia adecuada a distancia inadecuada con el objeto.
La expresión relación de objeto continúa siendo utilizada hoy por los psicoanalistas. En Francia,
sin embargo, y en todos aquellos lados en que la obra de Lacan tuvo alguna influencia, ha sido
cuestionada seriamente. Esto es porque nos induce con facilidad a adoptar una concepción
adaptativa, que busca distinguir, en el entorno del sujeto, el objeto que le sería adecuado, el
objeto bueno. Lacan ha indicado que, en el orden que concierne ante todo al psicoanálisis, el de las pulsiones sexuales y sus diversos destinos, no hay nada a lo que se pueda atribuir esa adaptabilidad. En cuanto al objeto, este está determinado ante todo por coordenadas de lenguaje, cuando no sucede que se confunda él mismo con un significante: significante del falo ausente de la madre en el fetichismo; significante para todo uso, articulador de numerosas significaciones (padre, madre, falo, etc.), cuando se trata del objeto fióbico.