Diccionario de Psicología, letra E, Empuje (de la pulsión)

Diccionario de Psicología, letra E Empuje (de la pulsión)

Factor cuantitativo variable que afecta a cada pulsión y que, en último análisis, explica la acción desencadenada para obtener la satisfacción; incluso cuando la satisfacción es pasiva (ser visto, ser pegado), la pulsión, en la medida que ejerce un «empuje», es activa. En el análisis de la noción de pulsión que se encuentra al principio del trabajo Las pulsiones y sus destinos (Triebe und Triebschicksale, 1915), Freud define, además de la fuente, el objeto y el fin, el empuje de la pulsión en los siguientes términos: «Por empuje de una pulsión entendemos su aspecto motor, la suma de fuerza o la cantidad de exigencia de trabajo que representa. Cada pulsión es un fragmento de actividad; cuando se habla en forma imprecisa de pulsiones pasivas, no quiere decirse más que pulsiones con fin pasivo» . En este texto se subrayan dos características de la pulsión: 1.°, el factor cuantitativo, en el cual Freud siempre insistió y en el que ve un elemento determinante del conflicto patológico (véase: Económico); 2.°, el carácter activo de toda pulsión. Sobre este punto, Freud alude a Adler, que considera la actividad como el patrimonio de una pulsión especial, la pulsión agresiva: «Creo que Adler ha erróneamente hipostasiado en una sola pulsión particular un carácter general e indispensable de todas las pulsiones, precisamente lo que hay en ellas de «pulsional», de empuje (das Drängende), lo que podríamos describir como la capacidad de poner en marcha la motilidad». La idea de que las pulsiones se definen esencialmente por el empuje que ejercen se encuentra ya en los comienzos del pensamiento teórico de Freud, influido por los conceptos de Helmholtz. El Proyecto de psicología científica (Entwurf einer Psychologie, 1895) comienza por una distinción fundamental entre las excitaciones exteriores, a las cuales el organismo puede escapar mediante la huida, y las excitaciones endógenas provenientes de los elementos somáticos: «El organismo no puede huir de ellas […]. Debe aprender a soportar una cantidad almacenada». Es la necesidad de la vida (die Not des Lebens) la que empuja al organismo a la acción específica, que es la única capaz de resolver la tensión.