Diccionario de Psicología, letra F, Fase del espejo

Diccionario de Psicología, letra F, Fase del espejo

Al.: Spiegelstufe. Fr.: stade du miroir. Ing.: mirror’s stage. It.: stadio dello specchio. Por.: fase do spelho. Según J. Lacan, fase de la constitución del ser humano, situada entre los 6 y 18 primeros meses (1); el niño, todavía en un estado de impotencia e incoordinación motriz, anticipa imaginariamente la aprehensión y dominio de su unidad corporal. Esta unificación imaginaria se efectúa por identificación con la imagen del semejante como forma total; se ilustra y se actualiza por la experiencia concreta en que el niño percibe su propia imagen en un espejo. La fase del espejo constituiría la matriz y el esbozo de lo que será el yo. La concepción de la fase del espejo constituye una de las aportaciones más antiguas de J. Lacan, quien la presentó en 1936 al Congreso Internacional de Psicoanálisis celebrado en Marienbad. Esta concepción reúne y se basa en cierto número de datos experimentales: 1) Datos proporcionados por la psicología infantil y la psicología comparada, referentes al comportamiento del niño ante su imagen reflejada en el espejo. Lacan insiste en «[…] la asunción triunfal de la imagen, con la mímica gozosa que la acompaña y la complacencia lúdica en el control de la identificación especular». 2) Datos proporcionados por la etología animal y que muestran algunos efectos de maduración y de estructuración biológica producidos exclusivamente por la percepción visual del semejante . La importancia de la fase del espejo en el ser humano debe relacionarse, según Lacan, con la prematuridad del nacimiento (2), demostrada objetivamente por el estado anatómicamente incompleto del sistema piramidal, y por la falta de coordinación motriz de los primeros meses (3). 1.° Desde el punto de vista de la estructura del sujeto, la fase del espejo señalaría un momento genético fundamental: la constitución del primer esbozo del yo. En efecto, el niño percibe, en la imagen del semejante o en su propia imagen especular, una forma (Gestalt) en la cual anticipa (de ahí su «gozo») una unidad corporal que objetivamente le falta: se identifica con esta imagen. Esta experiencia primordial se encuentra en la base del carácter imaginario del yo, constituido en principio como «yo ideal» y «matriz de las identificaciones secundarias» . Como puede apreciarse, desde este punto de vista, el sujeto no puede reducirse al yo, instancia imaginaria en la cual tiende a alienarse. 2.° Según Lacan, la relación intersubjetiva, en cuanto viene marcada por los efectos de la fase del espejo, constituye una relación imaginaria, dual, consagrada a la tensión agresiva, donde el yo está constituido como un otro, y el otro como un alter ego (véase: Imaginario). 3.° Tal concepción podría relacionarse con los puntos de vista Freudianos acerca del paso del autoerotismo (anterior a la constitución de un yo) al narcisismo propiamente dicho, correspondiendo lo que Lacan denomina fantasías de «cuerpo fragmentado» a la primera etapa, y la fase del espejo a la aparición del narcisismo primario. Pero con un matiz importante: para Lacan, sería la fase del espejo la que haría surgir retroactivamente la fantasía del cuerpo fragmentado. Tal relación dialéctica se observa en la cura psicoanalítica: en ocasiones se ve aparecer la angustia de la fragmentación por pérdida de la identificación narcisista, y a la inversa.

Notas:
1- El término «fase» (período que vuelve) es, sin duda, más adecuado que el de estadio (etapa de una maduración psicobiológica); así lo ha indicado el propio J. Lacan (1957).
2- Ya Freud insistió sobre esta idea fundamental del estado incompleto del ser humano en el momento de su nacimiento. Véase nuestro comentario a Desamparo y especialmente el pasaje que allí citamos de Inhibición, síntoma y angustia (Hemmung, Symptom und Angst, 1926).
3- Podríamos remitirnos a los que los embriólogos, singularmente Louis Bolk (1866-1930), han escrito sobre la fetalización.