Discurso de la violencia doméstica y sexual, violencia como práctica discursiva

Arqueologizar el discurso de la violencia doméstica y sexual, por medio del desmontaje de los relatos de las mujeres en su vida cotidiana, se observa cómo la violencia de género se constituye en uno de los dispositivos del poder que facilita y sostiene la afirmación del género masculino en términos de un ejercicio diferencial de poder. Poder que mantiene el control y los privilegios detentados en una cultura fundada en la desigualdad de géneros bajo la dominación masculina. En este contexto, se reafirma la noción de la violencia como cultura dominante ejercida fundamentalmente por los hombres, con una fuerte carga de significación valorativa inscrita en la estructura patriarcal que atraviesa la concepción androcéntrica y sexista de la cultura occidental y fundamentalmente anclada en una visión fragmentaria del mundo, que entre sus divisiones nos ha separado desigualmenteen hombres y mujeres.

El entramado de saberes, estrategias de poder y prácticas sociales nos lleva a interrogar la violencia como práctica discursiva en conexión con el género, lo cual se evidencia en el contacto directo con las mujeres maltratadas, a partir de sus relatos de vida, mediante los cuales van sacando a la superficie todo este complejo que se ha ido sedimentando y cristalizando en una práctica discursiva de la violencia.
Justamente, esta discursividad sobre la violencia (desde los imaginarios colectivos hasta los saberes en las diferentes disciplinas científicas) se mantiene a expensas de la constitución de unos determinados saberes que circulan en el espacio social detentando criterios de autoridad cientificista, pretensión universalista, concepción naturalista y sexista; contribuyen a legitimar e institucionalizar la violencia en el ámbito de las relaciones y estrategias de poder, que luego son internalizadas (subjetivadas) y expresadas (objetivadas) en los comportamientos, relaciones y prácticas sociales de la vida cotidiana, cobrando fuerza en un ejercicio cuasinaturalizado de violencia en la relación hombre-mujer.