Neurosis: beneficio primario y secundario

El beneficio primario y secundario de la neurosis:
En el síntoma se obtiene una satisfacción, aunque parcial y limitada, de los impulsos
reprimidos. Esta satisfacción parcial representa el provecho o beneficio primario de
la enfermedad.

El sufrimiento que proporciona la neurosis expía la culpa originada en la
satisfacción de lo reprimido y, al mismo tiempo, representa una manera de sobornar
al superyó para que permita tal forma de satisfacción.
El beneficio secundario es una ganancia de tipo narcisista: el yo se esfuerza en
asimilar los síntomas
y, en particular, en reintegrar a su organización la parte
regresiva de él mismo. A partir de estos esfuerzos se desarrolla una especie de
simbiosis entre el síntoma y el yo, gracias a la cual el yo encuentra cierta
satisfacción narcisista en el hecho de ser capaz de restaurar de nuevo el equilibrio
psíquico e integrar de alguna forma las distintas energías psíquicas del organismo.
El beneficio primario es siempre constante y es el que pone en marcha la
enfermedad, mientras que el beneficio secundario no está siempre presente y, por
otra parte, se establece posteriormente al desencadenamiento de la neurosis.