Neurosis obsesivo- compulsiva: Melanie Klein

Durante el segundo estadio oral y el primer estadio anal se establecen las
condiciones para que, en el segundo de los estadios anales, se inicie ya la neurosis
obsesiva,
que no se hace manifiesta hasta el período de latencia. El conflicto edípico
no se inicia en la fase fálica, sino que comienza en períodos más tempranos, junto al
desarrollo del superyó.
Según ella, el Edipo y el superyó se inician aproximadamente a mitad del primer
año de edad. Durante la etapa oral sádica, los impulsos destructivos alcanzan su
máximo apogeo y, como consecuencia de las frustraciones orales provenientes de la
madre, el niño dirige sus impulsos orales hacia el pene del padre.
Debido al conocimiento filogenético del coito, el bebé se da cuenta que el cuerpo de
la madre ha incorporado el pene del padre y dirige sus ataques contra esta imagen
combinada y, como resultado de esto, espera un ataque vengativo de parte de ellos.
El conflicto edípico se inicia tan pronto como el niño empieza a experimentar estos
sentimientos de odio, lo que pone en marcha la formación del superyó en base a los
impulsos destructivos unidos a la incorporación parcial de los objetos oral – sádicos.
La ansiedad que tratan de eliminar los actos obsesivos es precisamente la que se
centra en el temor de destruir y ser destruido.