OMNIPOTENCIA DE LOS EXCREMENTOS

OMNIPOTENCIA DE LOS EXCREMENTOS
En conexión con lo que ya hemos dicho, consideraré un factor de importancia fundamental para el desarrollo de la niña. En las fantasías sádicas de niños y niñas los excrementos juegan un gran papel. La creencia del niño en la omnipotencia de las funciones de sus intestinos y vejiga  están íntimamente conectados con los mecanismos paranoicos .
Estos mecanismos alcanzan su apogeo en la fase en la cual, en sus fantasías sádicas de masturbación, el niño destruye secretamente a sus padres en copulación por medio de orina, heces y flatos , y se refuerzan y emplean de modo secundario para fines de defensa, a causa de su temor a ser contraatacado .
Hasta donde he podido ver, la vida sexual de la niña y su yo son influidos más fuerte y permanentemente en su desarrollo que la del varón por este sentimiento de omnipotencia de las funciones de los intestinos y la vejiga. En niños de ambos sexos, los ataques que realizan con sus excrementos están dirigidos contra la madre, primero a su pecho y luego al interior de su cuerpo. Desde que los impulsos destructivos de la niña contra el cuerpo de la madre son más poderosos y duraderos que los del niño, producirán métodos de ataque secretos y astutos basados en la magia de los excrementos y otros productos de su cuerpo y en la omnipotencia de sus pensamientos, de acuerdo con la naturaleza secreta y escondida de aquel mundo que es el interior del cuerpo de su madre y de sí misma , mientras que el muchacho concentrará su sentimiento de odio no sólo contra el pene del padre supuesto en el interior de la madre, sino en uno real, y así lo dirigirá en cierto modo contra el mundo externo y contra lo que es palpable y visible. Hace también mayor uso de la omnipotencia sádica de su pene, con el resultado de que tiene también otros medios de dominar la ansiedad , mientras que el modo de dominar la ansiedad en la mujer permanece bajo el dominio de sus relaciones con el mundo interno, con lo que está oculto, y, por lo tanto, con el inconsciente .
Como ya se ha dicho, cuando el sadismo llega a su más alto grado, la niña cree que el acto sexual es un medio de destruir el objeto y que está emprendiendo una guerra a muerte contra los objetos internalizados. Trata a través de la omnipotencia de sus excrementos y sus pensamientos de vencer los objetos terroríficos en el interior de su cuerpo y, originariamente, en el interior de la madre. Si su creencia en el pene «bueno» del padre dentro de ella es bastante fuerte, lo hará vehículo de sus pensamientos de omnipotencia . Si su creencia en el poder mágico de los excrementos y pensamientos predomina, será a través de su poder que gobernará y controlará en su imaginación tanto los objetos internalizados como los reales. No sólo estas diferentes fuentes de poder mágico operan al mismo tiempo y se refuerzan unas a otras, sino que el yo hace uso de ellas y las pone una frente a otra con el fin de dominar la ansiedad.