Obras de J, Piaget: La representación del mundo en el niño. Principales conclusiones plantedas en el texto

La representación del mundo en el niño. Jean Piaget

PRINCIPALES CONCLUSIONES PLANTEADAS EN EL TEXTO

Sobre el realismo. 

Piaget menciona que el pensamiento del niño tiene todas las apariencias del realismo pues ignora la existencia del yo y toma la perspectiva propia por objetiva y absoluta; el niño es realista porque ignora la existencia del sujeto y la interioridad del pensamiento. Asimismo, Piaget concluye que para el niño, pensar es manejar palabras. En esta creencia están implicadas tres confusiones: existe en primer lugar, la confusión del signo y la cosa; después, se encuentra la confusión de lo interno y lo externo: el pensamiento está considerado como situado tanto en la boca como en el aire; y finalmente hay confusión de la materia y el pensamiento: se considera el pensamiento como un cuerpo material, una voz, un soplo. Conforme desaparecen dichas confusiones nacen tres dualismos. Hasta los siete-ocho años aproximadamente los nombres surgen de las cosas, se les descubre con sólo mirar las cosas, pues están en ellas. Esta primera forma de confusión del signo y la cosa desaparece hacia los siete-ocho años. La desaparición de la confusión de lo interno y lo externo se da entre los nueve-diez años, cuando los nombres son situados en la cabeza. A los once años es el momento en que se tiene por inmaterial el pensamiento. 

Sobre el animismo. 

La segunda forma de representación del mundo en el niño trabajada por Piaget en esta obra es el animismo, que es cuando el niño considera como vivos y conscientes un gran número de cuerpos que, para nosotros son inertes. Piaget hace una conclusión importante en este apartado: el pensamiento procede por espirales nunca por línea recta, por lo tanto, a la creencia inmotivada sucede la duda, y a la duda la reacción reflexiva, pero esta reflexión está minada por las nuevas tendencias implícitas y así sucesivamente. Así se explica que un gran número de niños mayores parecen presentar un animismo más extenso que los pequeños, pues estos niños al chocar con un fenómeno que no pueden explicarse mecánicamente sienten la necesidad momentánea de este animismo. 

Sobre el artificialismo. 

• Piaget observó que los niños consideran las cosas como el producto de la fabricación humana en lugar de prestarles a ellas la actividad fabricadora a lo que llamó artificialismo infantil. Parece ser que el artificialismo procede de los sentimientos de participación de la misma forma que el animismo.

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