EL PSICOANALISIS: SIGMUND FREUD, PRINCIPALES DISIDENTES. VIDA Y OBRA DE S. FREUD

EL PSICOANALISIS: SIGMUND FREUD, PRINCIPALES DISIDENTES

III. VIDA Y OBRA DE SIGMUND FREUD (1856-1939)
Descendiente de judíos,n Freud nación e Freiberg (Moravia- Checoslovaquia) el 6 de mayo de 1856. Cuando apenas tenia tres años su familia se traslado a Viena, y allí vivió y trabajo durante setenta y ocho años.
A los 17 años, Freud quería ser un hombre de ciencia, un investigador, y le pareció que el mejor medio para conseguirlo era ingresar en la Facultad de Medicina. Posteriormente se vería obligado a practicar la medicina, aun en contra de sus deseos. De estudiante se intereso activamente por la fisiología y la neurología, haciendo experimentos e investigaciones propias. La influencia de su maestro, Brucke, seria decisiva para el joven Freud, pues de él tomo la idea de que las leyes físico-químicas gobiernan de igual modo al organismo humano que a la naturaleza.
Obtiene el titulo de medico en 1981. Anteriormente, en 1976, fue enviado a Trieste para estudiar las gónadas en las anguilas. Era un trabajo de corte exigentemente científico que según Gay “(…) adiestró a Freud en la observación precisa y tranquila”. En el laboratorio de Brucke conoce a Breuer. Con este trabaja en el caso de Ana O.”.
En 1885-1886 trabaja en Paris con Charcot. Al volver a Viena contrae matrimonio con Martha Bernays, y se estableció como psiquiatra.
Durante estos primeros años, y debido quizá a que el se reconocía como mal hipnotizador, desarrollo el método de las Asociaciones libres. Este método será el punto de arranque y el principio fundamental del psicoanálisis. Hasta 1909 trabajó aislado y rechazado por todos. En este periodo formuló los principios fundamentales de su teoría y publicó algunas obras.
En 1909, Freud y Ferenczi fueron invitados por Stanley Hall para dar un ciclo de conferencias sobre psicoanálisis en la Clark University de Worcester (E.E.U.U.), de la cual Stanley Hall era presidente. En 1910 funda Freud, junto con Jung, Adler, Ferenczi y otros, la Asociación Psicoanalítica Internacional. Estos dos hechos marcaron el comienzo de la gran difusión del psicoanálisis, que fue y sigue siendo alabado por unos y desprestigiado por otros. En este clima se publicaron numerosas revistas, dirigidas por sus discípulos, y se celebraron varios congresos.
Freud siguió ampliando y corrigiendo sus ideas durante toda su vida, según le iban proporcionando sus pacientes nuevo material, con la flexibilidad a menudo desconocida en los de su edad. Trabajo siempre incansablemente, a pesar de la enfermedad que hizo sus últimos años muy penosos.
Cuando Viena fue invadida por los nazis en 1938, tuvo que exiliarse a Londres, después de pagar una importante suma de dinero; allí murió el 23 de septiembre de 1939 a los 83 años de edad.
Tanto en los aspectos económicos como político-históricos fue decisiva la intervención de la princesa Maria Bonaparte. Un estudio biográfico de primer orden de la personalidad y la vida de Freud y su entorno histórico, partiendo de abundantes fuentes
manuscritas, fue hecho por Peter Gay en la voluminosa e interesante obra <Freud> una vida de nuestro tiempo (México, Paidós, 1989).
Rapaport, Pinillos y otros diferencian tres etapas en la vida y obra de Freud:
a) Etapa preparatoria de maduración y búsqueda (1885 – 1897), en la que colabora con Breuer (1882-1894) y descubre algunos de los conceptos fundamentales del psicoanálisis: la importancia del trauma sexual, la transferencia, la técnica de asociación libre (1892), la interpretación de los sueños (1895) o el complejo de Edipo, etc. b) El desarrollo del sistema (primera tópica); su doctrina se centra en torno a los sistemas consciente, preconsciente, inconsciente. C) En 1923, con la publicación El yo y el ello, se inicia la segunda tópica, en la que el interés de Freud se desplaza hacia las instancias ello, yo y superyo, y también se preocupa por problemas sociales y meta psicológicos.
E.Jones escribió una biografía de Freud (en castellano: Vida y obra de Sigmund Freud, Barcelona, Anagrama); es interesante también la compilación de Ernest Freud y otros: Sigmund Freud. Su vida en imagen y texto, Buenos Aires, Paidós, 1980; y la obra de E. Fromm: La misión de Sigmund Freud. Su personalidad e influencia (México FCE, 1980), la obra en la que Fromm ofrece una interpretación alternativa de la persona de Freud, viéndola al trasluz de su doctrina, expuesta, entre otras obras, en El miedo a la Libertad y en Tener o ser. En nuestro idioma hay una versión de las obras completas del padre del psicoanálisis, en Biblioteca Nueva, Madrid.

A. Algunas obras importantes de Freud
-Estudios sobre la histeria (1895). Freud ayudo en el tratamiento de algunos pacientes a Joseph Breuer (1842-1925), conocido como medico vienes y especialista en enfermedades nerviosas. Freud y Breuer escribieron en esta obra, en la que demostraban que los síntomas histéricos eran manifestaciones de una experiencia psíquica traumática y reprimida, sin causas fisiológicas. Mediante la hipnosis, el recuerdo de tal experiencia libera de tales síntomas al paciente.
En esta obra, Breuer describe el famoso caso (1880-1882) de Ana O. (seudónimo según Ernest Jones, de una joven rica judía que se llamaba Bertha Pappenheim, 1860-1936). Bertha manifiesta unos síntomas histéricos a causa de la enfermedad y muerte de su padre, síntomas que desaparecen al ser evocados mediante la hipnosis. Freud presenta cuatro historias clínicas, la de Emma von N. (su primer caso de tratamiento catártico, 18889) y tres casos mas, que datan de 1892, el de Lucie R., Catarina von R. y Elizabeth von R. (en este caso y a sugerencia de la propia paciente, comienza a practicar la técnica de <asociación libre>).
Cuando esta obra apareció, Freud y Breuer ya no estaban de acuerdo sobre aspectos de la etiología y tratamiento de la histeria. Esto se pone de manifiesto en las dos últimas aportaciones del libro. En una, Breuer expone su teoría sobre la histeria, y en la otra Freud fundamenta su psicoterapia en la transferencia y explica el origen sexual de los síntomas histéricos,
La interpretación de los sueños (1900). Freud quiere describir el inconsciente porque en ello fundamenta su psicoterapia. Los sueños, por expresar simbólicamente los deseos sexuales reprimidos y por seguir las mismas leyes y estructuras del inconsciente, se convierten en el <camino real del inconsciente>.
Freud consideró esta obra muy importante, por ofrecer una teoría original de los sueños y fundar su nueva ideología. Esta obra ha sido mal comprendida, porque muchos
aspectos de la misma, al ser traducidos, pierden el valor original y por la abundancia de alusiones a acontecimientos que son muy difíciles de interpretar para el que no vivió aquel momento de la Austria imperial.
Inicialmente esta obra no tuvo buena acogida, los 600 ejemplares de la primera tardaron en venderse ocho años.
-Psicopatología de la vida cotidiana (1901). Hechos de la vida cotidiana, tales como lapsus lengua, evocaciones, olvidos, accidentes, etc. son expresión de un inconsciente dinámico que, ante una situación concreta, se manifiesta traicioneramente.
-Tres ensayos sobre la vida sexual (1905). Esta obra explica la necesaria relación instinto sexual-neurosis. En el primer ensayo habla sobre <las aberraciones sexuales>. El segundo es el más revolucionario por defender la sexualidad en el niño y describir las fases sucesivas del desarrollo de la sexualidad infantil. En el tercer ensayo habla sobre <las transformaciones en la pubertad>, según el adecuado o inadecuado encuentro con la sexualidad en esta época.
-El chiste y su relación con lo inconsciente (1905). En esta obra estudia la psicología del chiste y su relación con los sueños y los mecanismos de placer que subyacen en él.
-Tótem y tabú (1913). Estudiando datos antropológicos relaciona la evolución social y los fenómenos culturales con la evitación del incesto y otros complejos descubiertos por el psicoanálisis.
-Mas allá del principio del placer (1920). Para Freud, los instintos son <la causa ultima de toda actividad>, y el mas fundamental de todos ellos era el Eros o instinto de amor (autoconservacion y conservación de la especie). En esta obra propone un nuevo instinto fundamental el <instinto de destrucción> (también denominado <instinto de muerte>), que tiende a llevar lo viviente al estado inorgánico, es decir, que persigue el retorno a un estado anterior. La vida se explica por la relación dinámica de ambos instintos, ambos se antagonizar y se combinan mutuamente. La vida es un compromiso entre ambos, hasta que por fin prevalece el instinto de muerte. Tal vez Freud incluyo en su sistema dinámico esa noción para explicar las barbaridades de la primera guerra mundial y como resultado de la decrepitud física (se le descubre cáncer de mandíbula) la búsqueda del descanso total en el retorno a lo inorgánico. Al principio del placer se le añade el instinto de la muerte.
En esta obra, la enigmática y tan discutida noción de <compulsión a la repetición> ocupa el lugar central. Tras esta noción está la tendencia constante al <retornar> de las experiencias al presente en forma de sueños, síntomas, etc., la revivencia de lo reprimido. La armonización del principio del placer con el instinto de muerte, la búsqueda de algo que va <más allá del principio del placer>.
-La psicología de las masas y análisis del yo (1921). Es un libro de psicología social donde trabaja los aspectos de las grandes masas poniéndolos en relación con los desarrollos psicoanalíticos conocidos.
-El yo y el ello (1923). Hasta esta obra, Freud estudia el aparato psíquico desde la perspectiva de sus tres cualidades de naturaleza psíquica: inconsciente-preconsciente-inconsciente. Ahora propone un nuevo modelo, muy aceptado por sus seguidores; en el aparato psíquico distingue tres <provincias o instancias psíquicas> el ello, el yo, y el superyo, cuya relación dinámica expresa la naturaleza de la vida psíquica de cada individuo y su grado de normalidad.
La parte mas novedosa de este escrito es la dedicada al superyo (aunque ya algunos aspectos de esta instancia fueron esbozados antes bajo el nombre de <yo ideal>).
-El provenir de una ilusión (1927). En este escrito, tremendamente polémico, Freud califica a la religión como una ilusión colectiva (un síntoma neurótico), que nace de nuestros sentimientos infantiles de inseguridad y de la correspondiente necesidad de tener un todopoderoso que pueda protegernos. Este sentimiento, en opinión de Freud, es peligroso, porque nos mantiene en un estado infantil de dependencia, en detrimento del desarrollo del intelecto y del principio de realidad.
-El malestar de la cultura (1930). Al desarrollarse las culturas aumentan las trabas que impiden la libre expresión de los instintos. A la vez nos ofrecen sustituciones a la expresión directa de los instintos que nos proporcionan menos placer.
Esquema de psicoanálisis (Abriss der psychoanalyse). Freud abandonó Viena el 4 de junio de 1938 para establecerse en Londres, donde permaneció hasta su muerte. En junio de 1938 comenzó este escrito que prometía ser la gran síntesis sistemática de su obra en su postura más madura. Desgraciadamente quedo interrumpido en la parte III, sin que nadie supiera dónde se iba a terminar realmente. Lo que nos queda de este trabajo es de sumo interés para el lector.

Volver al índice principal de «EL PSICOANALISIS: SIGMUND FREUD, PRINCIPALES DISIDENTES«