Oportunidades y retos en Intervención Psicológica

PSICOLOGÍA 2.0: OPORTUNIDADES Y RETOS PARA EL PROFESIONAL DE LA PSICOLOGÍA EN EL ÁMBITO DE LA ESALUD

Fuente: Papeles del Psicólogo, 2015. Vol. 36(2), pp. 153-160

Manuel Armayones, Mercé Boixadós, Beni Gómez, Noemí Guillamón, Eulàlia Hernández,

Rubén Nieto, Modesta Pousada y Beatriz Sara

Grupo de Investigación PSiNET. Universitat Oberta de Catalunya

Oportunidades y retos en Intervención Psicológica

La Telepsicología y el uso de las TIC en consulta se está

desarrollando en nuestro país y ya existe un considerable

número de trabajos en los que se pone de evidencia su

uso en ámbitos como, por ejemplo, el tratamiento de fobias

(García-García, Rosa-Alcázar, y Olivares-Olivares,

2011), dolor (Nieto cols., 2012; Loreto-Quijada cols.,

2014) o problemas de ansiedad (García-García cols.,

2011; Baños, Guillén, García-Palacios, Quero, y Botella,

2013). También se han publicado revisiones sobre este tipo

de tratamientos, como el trabajo desarrollado por Botella

cols. (2010), en el que se desarrolla un excelente

trabajo conceptual analizando tanto las ventajas como las

desventajas de la Telepsicología; así como una prospección

de futuro en trabajos pioneros en nuestro país.

No obstante, si tenemos en cuenta las posibilidades

que ofrecen las herramientas de la Web 2.0, podemos

decir que estamos ante un ámbito de trabajo en el que

casi todo está por hacer. En efecto, apenas está empezando

el trabajo en relación al uso para la intervención

de herramientas, como redes sociales online y app’s,

muchas de las cuales tienen como característica común

que se basan en la interacción entre usuarios, de manera

más o menos manifiesta.

La incorporación de las herramientas de la Web 2.0 implica

cambios de distinto tipo, que van más allá de la mera

incorporación de nuevas tecnologías en la consulta

profesional. Al igual que ha sucedido en otros ámbitos,

como en el de la Medicina, el cambio pasa necesariamente

por replantear el tipo de relación establecida entre profesional

y usuarios. Esta es una evolución que, aunque

puede generar resistencias iniciales entre algunos profesionales,

se está poniendo de manifiesto en todos los ámbitos

de la sociedad, sin que esté representando ni una

amenaza a los roles, estatus ni posiciones profesionales,

sino una oportunidad de colaborar en aras de unos objetivos

comunes que comparten profesionales y usuarios de

cualquier tipo de actividad profesional.

Así desde la perspectiva de la Psicología 2.0, el profesional

de la Psicología adoptará distintos roles en función

de los objetivos y alcance de su intervención, sea

esta a nivel individual como colectiva, en el ámbito del

tratamiento de problemas psicológicos como en el de la

prevención y promoción de la salud.

Consideramos que la intervención desde la perspectiva

de la Psicología 2.0, y atendiendo tanto a las características

generales de la Web 2.0 y del tipo de plataforma en el que se esté desarrollando, puede ser de dos tipos:

específica e inespecífica.

Entendemos que la intervención será específica cuando

ésta implique la atención sanitaria directa a través de herramientas

de la Web 2.0 como redes sociales, blogs, wikis,

gestores de contenidos, app’s y cualquier otro tipo de

herramienta 2.0 (tanto a nivel de atención directa de los

usuarios como en la dinamización especializada de redes

sociales, seguimiento, explotación y diseño de intervenciones

a través de app’s, etc). Así, por ejemplo, serían intervenciones

específicas desde una perspectiva 2.0 aquéllas

en las que el psicólogo actuase como tal en la conducción

de grupos de autoayuda online, pudiendo, en este caso,

tener distintos grados de dirección; desde un nivel prácticamente

idéntico a la “terapia de grupo”, actuar simplemente

como facilitador o limitarse a la observación y

participación únicamente bajo petición de miembros del

grupo. Otro ejemplo sería la participación en acciones de

psicoeducación en el ámbito de la prevención, en las cuá-

les el papel del psicólogo puede utilizar su bagaje profesional

para contribuir a la selección de recursos online de

calidad que son “prescritos” a los participantes, tanto a nivel

colectivo como individual. Un ejemplo adicional es la

posibilidad de prescribir app’s psicológicas a determinados

pacientes, para facilitar que éstos puedan monitorizar

distintas tareas que pueden haber sido prescritas y utilizadas

con usuarios por el profesional, como ya se está haciendo

en otras profesiones sanitarias como la Enfermería

(Tuck y Sheets, 2014).

La intervención será inespecífica cuando ésta implique

una atención sanitaria indirecta, es decir, que no implique

una interacción directa con el paciente, pero en la que el

profesional de la Psicología aporte sus conocimiento para

velar que en, por ejemplo, una app dirigida al tratamiento

de la ansiedad generalizada, se tengan en cuenta los conocimientos

que están bien establecidos en nuestra disciplina,

lo cuál aunque pueda parecer obvio no parece

estar sucediendo a tenor del estudio de Cowan et al.

(2013) en el que se analizaron 127 app’s descargadas

del Apple Store que habían sido diseñadas para la promoción

y seguimiento del ejercicio físico. Estos autores encontraron

que la presencia en las app’s de constructos de

teorías que explican el cambio en el ámbito de la salud

(por ejemplo, el modelo de creencias de salud , Modelo

Transteórico, Teoría de la Acción Planificada y Teoría cognitivo

social), era prácticamente inexistente.

Está claro que por muchos recursos que se destinen,

por ejemplo, al desarrollo de una app para promover el

ejercicio físico, como parte de una campaña de promoción

de la salud, ésta no será demasiado útil si aquéllos

para los que ha sido diseñada simplemente no la utilizan,

o empiezan a hacerlo y la abandonan al poco tiempo.

En este sentido, el estudio de cuáles son los factores

que promueven la adherencia a las intervención

online (Cugelman, Thelwall, y Dawes, 2011), la generación

de confianza online , el diseño online persuasivo

(Fogg, 2009), la influencia online (Poirier y Cobb,

2012), la denominada “ley del desgaste”, según la cuál

uno de los problemas de las intervenciones en eSalud,

como la falta de adherencia y el consiguiente abandono

por parte de los usuarios (Eysenbach, 2005), son ámbitos

en los que la intervención de los profesionales de la

Psicología puede contribuir significativamente al éxito de

este tipo de aplicaciones.

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