Perversiones sexuales: Homosexualidad masculina

Homosexualidad masculina: se distingue entre la homosexualidad
esencial (esencial o neurótica), la substitutiva, la latente, la
facultativa y la sintomática.

Los mecanismos psicodinámicos que conducirían a la
homosexualidad masculina se pueden clasificar en: provocadas por el
fallo o inadecuación de las fijaciones tempranas (por identificación
positiva femenina o fallo de la identificación masculina), el
predominio de la fijación libidinosa con el padre, como mecanismo
de defensa o adaptación, como forma de expresión de los impulsos
pregenitales o como fin común a impulsos y necesidades infantiles.
Por M. Klein sabemos que a consecuencia de la frustración recibida
de parte de la madre, el bebé, en algún momento dirigirá sus
impulsos orales hacia el pene del padre. En los niños de ambos
sexos, una fijación oral de succión al pene paterno constituiría el
factor básico y primario en el establecimiento de la verdadera
homosexualidad masculina. Por otro lado, si los impulsos sádicos
son demasiado violentos, dan lugar a la rivalidad contra este padre
tan terrorífico, pudiendo abandonar los fines heterosexuales para no
tener que enfrentarlo. Mientras más ataques dirija contra la pareja
parental, más difícil le resultará establecer la situación edípica
positiva, es decir, rivalidad con el padre y deseos heterosexuales
hacia la madre.
El acto homosexual tiene, muchas veces dos finalidades: hacer al
compañero impotente frente a las relaciones heterosexuales y tomar
posesión del pene del compañero para castrarlo y así aumentar la
propia potencia con las mujeres.