Pichón Rivière: elaboración de la estructura y dinámica de grupo interno, grupo familiar

La estructura y dinámica de su grupo interno confrontada con la realidad exterior, permite evaluar la intensidad del malentendido, para Pichón enfermedad básica del grupo familiar.
Cuando alguien enferma, aparece la tendencia a la segregación del enfermo como depositario de las ansiedades del grupo. Se lo aleja con la fantasía de que desaparecerá la ansiedad.
En la familia, el enfermo es fundamentalmente el portavoz de las ansiedades del grupo. Es el depositario de las tensiones y conflictos grupales. Cuando la proyección de aspectos patológicos es masiva, el sujeto queda paralizado, fracasa en su intento de elaboración de la ansiedad, y enferma (salto de lo cuantitativo a lo cualitativo). Se configura así el estereotipo. La enfermedad opera, por otra parte, como denuncia de la situación conflictiva y del caos subyacente. El paciente se ha convertido en el portavoz, el "alcahuete" del grupo.
El misterio familiar subyace a menudo a los conflictos. Hay una conspiración del silencio. El enfrentamiento de este "misterio" es vivido como una amenaza de catástrofe, y por lo tanto la familia se resiste al esclarecimiento. Esto lleva a un trato particular al enfermo, una forma de “cuidarlo” de modo que los hechos queden ocultos, todo lo cual configura una sutil (o no tanto) forma de segregación.
La tarea correctora consistirá, para Pichón, en la reconstrucción de las redes de comunicación, un replanteo de los vínculos y una reestructuración del interjuego de roles.