Psicología de las masas por Gustave Le Bon. Tercera parte: Clasificación y descripción de las diversas categorías de masa (Capítulo 1)

Tercera parte

Clasificación y descripción de las diversas categorías de masas

CAPÍTULO 1

CLASIFICACIÓN DE LAS MASAS

Ya hemos señalado en la presente obra las peculiaridades generales que son comunes a las masas. Nos quedan por estudiar las características particulares superpuestas a estas notas generales según las diversas categorías de colectividades.

Expondremos a continuación una breve clasificación de las masas.

Nuestro punto de partida será la simple multitud. Su forma más inferior se produce cuando está coPsicología de las masas. tercera parte. capítulo 1. Clasificación de las masasmpuesta por individuos pertenecientes a diferentes razas. Su único nexo común es entonces la voluntad, más o menos respetada, de un jefe. Podemos señalar como tipos de estas multitudes a los bárbaros de diversos orígenes que durante varios siglos invadieron al imperio romano.

Por encima de estas multitudes sin cohesión aparecen aquellas que, bajo la acción de ciertos factores, han adquirido características comunes y concluyen por formar una raza. En ocasiones presentarán las características especiales de las masas, pero contenidas siempre por las de la raza.

Las diversas categorías de masas observables en cada pueblo pueden dividirse del modo siguiente:


Expondremos en pocas palabras las características diferenciales de las diversas categorías de masas24.

1. Masas heterogéneas

Estas colectividades son aquellas cuyas características hemos estudiado anteriormente. Se componen de individuos cualesquiera, sea cual fuere su profesión y su inteligencia.

Hemos demostrado en esta obra que la psicología de los hombres, cuando constituyen una masa, difiere esencialmente de su psicología individual y que la inteligencia no se sustrae a esta distinción. Ya hemos visto que no desempeña papel alguno en las colectividades. Tan sólo pueden actuar entonces sentimientos inconscientes.

Un factor fundamental, la raza, permite dividir con bastante claridad las distintas masas heterogéneas.

Ya hemos insistido varias veces sobre el papel de la raza y hemos mostrado que es el factor más potente capaz de determinar las acciones de los hombres. Su influencia se manifiesta asimismo en las características de las masas. Una multitud compuesta de individuos cualesquiera, pero todos ellos ingleses, o chinos, diferirá profundamente de otra compuesta también por individuos cualesquiera, pero de razas variadas: rusos, franceses, españoles, etc.

Las profundas divergencias creadas por la constitución mental hereditaria en el modo de sentir y pensar de los hombres se presentan en cuanto determinadas circunstancias, por otra parte muy raras, agrupan en una misma masa, en proporciones aproximadamente iguales, individuos de nacionalidades diferentes, por idénticos que sean aparentemente los intereses que les reúnen. Las tentativas realizadas por los socialistas para fusionar en grandes congresos a los representantes de la población obrera de cada país han desembocado siempre en las más furiosas discordias. Una masa latina, por revolucionaria o conservadora que se la suponga, apelará invariablemente, para realizar sus exigencias, a la intervención del Estado. Es siempre centralizante y más o menos cesariana. Una masa inglesa o americana, por el contrario, no conoce al Estado y no apela más que a la iniciativa privada. Una masa francesa apela, ante todo, a la igualdad, y una masa inglesa a la libertad. Estas diferencias entre razas dan lugar casi a tantas especies de masas como de naciones.

El alma de la raza domina pues, por entero, el alma de la masa. Es el poderoso sustrato que limita las oscilaciones. Las características de las masas están tanto menos acentuadas cuanto más fuerte es el alma de la raza. Se trata, en ésta, de una ley esencial. El estado de masa y la dominación de las masas constituyen la barbarie o la vuelta a la barbarie. Tan sólo adquiriendo un alma sólidamente constituida se sustrae la raza cada vez más a la irreflexiva potencia de las masas y sale de la barbarie.

Aparte de la raza, la única clasificación importante a establecer con respecto a las masas heterogéneas consiste en separarlas en masas anónimas, como las multitudes callejeras, y masas no anónimas, asambleas deliberantes o jurados, por ejemplo. El sentimiento de responsabilidad, nulo en las primeras y desarrollado en las segundas, proporciona a sus actos orientaciones con frecuencia diferentes.

2. Masas homogéneas

Las masas homogéneas comprenden: 1) las sectas; 2) las castas; 3) las clases.

La secta marca el primer grado en la organización de las masas homogéneas. Comprende individuos de educación, profesiones y medios ambientes, a veces muy distintos, que no tienen entre ellos más vínculo que el de las creencias. Así las sectas religiosas y las políticas, por ejemplo.

La casta representa el grado más alto de organización de que es capaz la masa. Mientras que la secta está formada por individuos de profesiones, educación y medios ambientes, con frecuencia distintos y que se hallan unidos tan sólo por la comunidad de creencias, la casta no comprende más que individuos de la misma profesión y, en consecuencia, de educación y medios ambientes aproximadamente idénticos. Tales son las castas militar y sacerdotal.

La clase se compone de individuos de orígenes diversos, no reunidos por la comunidad de creencias, como los miembros de una secta, ni por la comunidad de las ocupaciones profesionales, como los miembros de una casta, sino por determinados intereses, por ciertos hábitos de vida y de educación semejantes. Así la clase burguesa, la clase agrícola, etc.

Ya que en este libro no estudio más que las masas heterogéneas, me ocuparé solamente de algunas categorías de esta variedad de masas, elegidas como tipos.

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Notas:

24 Se encontrarán detalles de las diversas categorías de masas en mis últimas obras (La psychologie politique, Les opinions et les croyances, Psychologie des révolutions).