Qué es la psicología dinámica?: Melanie Klein

Según Melanie Klein, en relación al objeto: Se internaliza mediante la introyección. En un primer momento evolutivo los objetos se incluyen de forma estratificada o parcializada, no de forma global (cuando podemos unir aspectos frustrantes y placenteros de una misma relación de objeto, por ejemplo el recién nacido incorpora toda una serie de sensaciones, agradables o desagradables, por lo tanto incorpora aspectos frustrantes y placenteros, por esto se habla en términos psicoanalíticos, la persona parcializa su realidad externa y las relaciones de objeto de los recién nacidos se basan en los pechos, en la madre). Una posición consiste en un conjunto de ansiedades (van desde la inquietud hasta el miedo) y defensas (en función del nivel de ansiedad se ponen en marcha los mecanismos de defensa), fantasías y emociones básicas que dominan la vida mental y relacional, la realidad interna y la realidad externa, en diferentes momentos de nuestra vida. El concepto de posición no implicaría una cronología sino que depende de los hecho que un individuo viva, en una posición o en otra. Hay dos posiciones: esquizo-paranoide y depresiva. La alternancia entre las dos posiciones dependerá de la situación. Por eso se llaman posiciones, porque varían. No tienen ninguna cronología excepto en los 4 o 5 primeros meses de vida, donde se encuentra la posición esquizo-paranoide, y a partir del año y medio, se pasa a la posición depresiva, desde ahí la cronología se rompe. Klein habla también de la posición confusional donde predominan las ansiedades persecutorias, pero también es un estado primitivo. El paciente expresa que se siente mal, no sabe que le pasa, está relacionado con la desorganización, la desorientación, no puede identificar la ansiedad ligada a un hecho. Esto pasa con los pacientes que nos explican cosas incoherentes, inconexas, desordenadas… nosotros debemos intentar organizar la información, yendo por partes. Se corresponde con momentos de impactos emocionales fuertes (situación de catástrofe).

CARACTERÍSTICAS. Posición esquizo -paranoide y Posición depresiva: Relaciones de objeto: dominante Parcial Total Ansiedades dominantes Persecutorias Depresivas Defensas predominantes Mec. Def. psicóticos Defensas maníacas Mec. Def. neuróticos Sentimientos característicos Envidia, miedo, rabia, ira, culpa persecutoria Pena, nostalgia, añoranza, celos, procesos de duelo, culpa reparatoria Fantasías incon-scientes básicas Desconfianza Confianza trastornos estru-cturales relacionales Trastorno psicótico Trastorno neurótico Posición esquizo-paranoide: El objeto recibe la forma parcial, es decir, se ven sólo los objetos gratificantes (G) o los frustrantes (F), no todos al tiempo. En la posición depresiva el objeto se recibe de manera total, se reciben al tiempo G y F, no se pueden concebir de forma separada. La confianza de la posición depresiva se da a dos niveles: 1. La fortaleza del objeto de confianza al que podemos dirigir nuestra ira, pero el objeto debe ser lo suficientemente fuerte para resistir. La confianza básica nos lleva a sentir pena frente a esto pero si pensamos que el objeto no será fuerte y nos devolverá el mal, encontramos ansiedades persecutorias de desconfianza. 2. La confianza en nuestra capacidad de reparación, buscar la forma de reparar el mal o la hostilidad hecha. Habitualmente en cualquier persona sana encontramos una alternancia entre las dos posiciones pero con una predominancia de las características propias de la posición depresiva, lo que quiere decir que habrán vivencias que incluso en personas sanas en las que habrá ansiedades persecutorias. Pero este no será el patrón predominante en su vida. Nunca encontraremos correspondencia entre las características de una y otra posición. Incluso pueden haber cosas en las que se dan sentimientos primitivos o más emocionales, a veces se pueden dar mezclados, para saber más es importante saber a qué posición pertenecen la mayoría de los sentimientos. Si predominan las experiencias contenedoras (gratificantes), predominaran características de la posición depresiva; elaborar suficientemente la posición depresiva significaría que el individuo consigue un nivel de confianza básica en los objetos y en sí mismo. Si se producen pérdidas importantes prematuras, se dificultará el paso de la posición esquizo-paranoide a la depresiva. Esto quiere decir que desde esta perspectiva evolutiva las roturas, separaciones, cambios, etc. pueden introducir dificultades en el paso de una posición a otra. Obviamente hay diferentes niveles de contención. Son hechos de la realidad externa que vendrían a justificar fantasías temores de la realidad interna. Hanna Segal dice que en toda experiencia de importancia vital, normalmente, se produce una alternancia entre las dos posiciones, excepto en patologías graves y primarias en las que nos encontramos las características mezcladas. La idea sería que si se elabora la primera posición esquizo-paranoide y suficientemente la posición depresiva, el individuo difícilmente desarrollo trastornos de tipo psicótico, como estructura de personalidad. Nunca acabamos de elaborar del todo la posición depresiva, por eso se dice elaborar suficientemente . Esquemáticamente hay dos tipos de factores: 1. Facilitan a elaboración de las ansiedades depresivas: las relaciones gratificantes y estables, tolerar la ambivalencia de sentimientos, capacidad de reparación. Experimentación de la etapa de interés (según Winnicott). El individuo ya no se relaciona con su entorno sólo por interés y por necesidad sino que comienza a sentir un interés real, dotación suficientemente buena del individuo (equipamiento biológico heredado). 2. Dificultan la creación de ansiedades depresivas: externos (realidad externa): – pérdida temprana (muerte padre, etc.) – Figuras parentales (funciones) vulnerables/ frágiles, experiencias primarias con figuras poco contenedoras, de poca expresión afectiva, de enfermedad. Internos (realidad interna): – Alto nivel de incapacidad para tolerar el sufrimiento. – Superyo muy rígido, estricto e inflexible. Envidia vs celos: la envidia y los celos tienen muchas cosas en común, pero desde un punto de vista psicodinámico están colocadas en dos posiciones diferentes, por lo tanto, con características diferentes. La envidia es un sentimiento más primitivo que el de los celos, pues éstos implican una relación con el objeto total. Celos: pretende recuperar la relación, intentando potenciar actitudes y conductas, para que el objeto pierda la relación que tiene con otros objetos. Envidia: pretende destruir, si la persona no puede tener relación con ese objeto, nadie más la tendrá. Es más destructivo. Por ejemplo: crimen pasional. Muchas veces cuesta diferenciarlos porque aparecen mixtificadas , es decir características de los dos. Lo importante es detectar cual de los dos sentimientos predomina. La envidia implica un grado de dificultad para el crecimiento del individuo, ya que no permite que se identifique, fuera de él, objetos con características que pueden ser beneficios y por lo tanto no puede incorporar objetos contenedores. De esto nace la idea de que la envidia hace que sea incapaz de sentir gratitud hacia otros objetos, pues se vive como una amenaza. En la clínica, transferencialmente, es muy visible en aquel paciente que experimenta una mejora desde el comienzo del tratamiento hasta ahora, pero él es incapaz de verlo, ya que no lo puede aceptar, pero si acepta una pseudomejora, nunca será gracias a otra persona, sino por él mismo (causas propias). La envidia es un sentimiento profundamente inconsciente. Frente a una clara mejora, el paciente toma actitudes que empeoran sus situación, para no tener que reconocer que es el exterior, que fuera hay un objeto que lo ayuda. Mientras que el sentimiento de envidia sea predominante, las cosas no cambiarán mucho. En el aspecto evolutivo, de una forma instintiva, los padres detectan cuando un hijo está respondiendo a sentimientos básicamente celosos o envidiosos, con respecto a su hermano, por ejemplo. Si el sentimiento comporta conductas o sentimientos asociados, destructivos, agresivos…hablamos de envidia.

Características de Envidia – Celos: GENÉTICAMENTE Primaria (domina en los primeros meses de vida) Secundaria (sólo después de la elaboración de la primera posición esquizo-paranoide) ESTRUCTURALMENTE Posición esquizo-paranoide Posición depresiva Pulsión dominante Agresiva (***) De vinculación (*) Agresiva (*) De vinculación (***) Objeto Parciales Totales ( más parcializados, mientras más se fijen en medio de la envidia) Relación de objeto Dual Triangular Repercusión de su no elaboración Trastornos psicóticos Trastornos neuróticos DEFENSAS Psicóticas: disociación, negación, proyección, control omnipotente del objeto, identificación proyectiva o introyectiva Neuróticas: represión, desplazamiento, racionalización, somatización. En los celos hay poca dificultad para la elaboración en general (en particular del duelo). En la envidia hay más dificultad. Características valiosas se convierten en persecutoria y yo lo tengo que destruir. Dos situaciones que fomentan la envidia: – El niño crece con privaciones (afectivas, económicas, materiales) – El niño crece en el exceso de gratificación de las necesidades, el sujeto puede adquirir alguna cosa antes de pedirla. Caso 3. Madre e hija (16 años) única. La madre tiene miedo de que la niña padezca anorexia y con la obligación de estar siempre encima de la niña que quiere más independencia, piensa que su madre exagera. La madre la sobreprotege. La niña va sola a la segunda entrevista, en la tercera van los padres y la hija. Demanda: hacha por la madre: que el psicólogo determine si su hija tiene algún tipo de trastorno alimentario. Necesidad: – madre preocupada por su hija adolescente que hace cosas propias de su edad. Hay un conflicto generacional. – La niña no tiene anorexia física, pero puede tener indicios a nivel psíquico. – La niña puede tener dificultades/necesidades diferentes de las comentadas por la madre. Modelo de relación: se espera que el psicólogo sea juez, que determine quien tiene razón, la madre o la hija. Modelo de transferencia: psicólogo como árbitro frente a los problemas alimentarios, de relación. Es el problema de comunicación, el vínculo entre madre e hija que sino se soluciona, el conflicto empeorará. La alimentación es la relación más primitiva, entre el individuo y su entorno, es el primer contacto entre la madre y su hijo. Contratransferencia: la forma de hablar de la hija es muy rápida, verborrea, se come palabras. La chica se siente agobiada por la madre. Los procesos de duelo. Dos conceptos: – proceso de duelo: todas aquellas reacciones emocionales de los sujetos a partir de la pérdida de un objeto. Tanto en la realidad externa como en la realidad interna. – elaboración del duelo: contenidos internos que se inician a partir de la pérdida y que acaban con la reincorporación del objeto en la realidad interna. El proceso existirá siempre si el individuo puede verlo tanto en una posición esquizo-paranoide, como en la posición depresiva. Mecanismo de defensa: – negación: el individuo que a pesar de la pérdida actúa como si no pasara nada, posición esquizo-paranoide. – proyección: individuo que proyecta la culpa en los demás, el proceso está plagado de reivindicación más que de elaboración. (Retroyección del objeto). Toda pérdida implica la elaboración de un duelo, el proceso de duelo tiene características muy similares a las de la depresión reactiva. Para poder diagnosticar una depresión mayor debemos ver que el individuo tiene problemas para elaborar el duelo, se encuentra todavía en la posición esquizo-paranoide. Si se diagnostica una depresión reactiva, no hay elaboración del duelo, pero hay alternancia de las dos posiciones. Si el individuo elabora el proceso, podemos afirmar que se encuentra en posición depresiva. Es importante poder diferenciar la depresión del proceso de elaboración del duelo. A través del proceso de duelo observamos la elaboración. El primer sentimiento que sufre la persona es el de vacío, asociado a una gama amplia de sentimientos (pena, rabia, etc.) hay una ambivalencia de sentimientos. Si el individuo se defiende de forma drástica (negación, proyección, etc.) dificultará el poder elaborar, después el duelo, ya que se siente responsable y culpable. Esto aplaza el inicio de la elaboración. Si el individuo entra en una predisposición de elaboración en estas condiciones, encontraremos una cierta idealización, pues necesitamos preservar el objeto perdido de cualquier tipo de sentimiento hostil. En la medida en que protegemos al objeto, nos protegemos a nosotros mismos. Relación de objeto parcializada. La idealización da paso a un recuerdo más realista que admite cualidades y defectos. A través del recuerdo podemos tener una visión más realista, más global y relación de objeto total. Intento de llenar el vacío con la idealización. La posibilidad de hablar del objeto perdido es favorable por el paso del recuerdo. Por último, en el tercer momento crece en el individuo la confianza en los demás objetos y en su capacidad de reparación (característica exclusiva de la posición depresiva. El individuo sale de la desesperanza y puede dar y recuperar el valor hacia los demás objetos ya que después de un pérdida, el individuo pasa un tiempo sin confianza y sin ganas de saber nada de los otros objetos, hasta que no vuelve a introyectar el objeto perdido, pues de este modo no lo volverá a perder. La elaboración no es del todo completa porque en otro momento de la vida podemos sufrir otra pérdida, que reactive sentimientos superados. Esto no quiere decir que sea una fijación/ regresión, sino que el duelo no se acaba de cerrar nunca. El entorno familiar es uno de los factores más importantes, de los que influyen o no, en la evolución del duelo, y no es lo mismo una pérdida inesperada, que una que ya esperas. El sentimiento de vacío y la ambivalencia predominante hasta ahora, se convierten en sentimientos de gratitud, principalmente, y de afecto hacia el objeto. La confianza básica se refuerza frente al objeto que no está, este es un momento muy creativo en el sujeto, se produce algo que tan sólo aparece con la elaboración del duelo: – el individuo encuentra recursos en sí mismo para cambiar su actitud. Cuando la pérdida se produce de forma anunciada el individuo prevé la pérdida del objeto de la realidad externa antes de que se produzca y el proceso de duelo se inicia antes. El individuo puede anticipar buena para del proceso de duelo (pena, nostalgia, vacío) pero hasta que no se de realmente la pérdida en la realidad externa no se podrá completar la elaboración del duelo. Determinados duelos en la vida del individuo son inevitables, pero su elaboración a partir de una confianza básica, aumenta su capacidad de insight. La elaboración del duelo implica que durante un tiempo la persona conviva con una ambivalencia de sentimientos, esta experiencia es la que aumenta su propio autoconocimiento (insight). Reconocimiento y aceptación de la ambivalencia de sentimientos, los mecanismos de defensa usados serán cada vez menos rígidos y más evolucionados. Bowlby dice que en el proceso de duelo el sujeto pasa por tres momentos: – 1. Sentimiento de protesta – 2. Desesperanza y desesperación – 3. Desafección/ desapego. Esto último sólo aparece si no se ha elaborado bien la posición depresiva. Bowlby observa que una situación de pérdida habitual, como la pérdida de visión de la madre, el niño empieza con un llanto que se va intensificando, si aparece la madre, se calma, si tarda mucho, será ,muy difícil calmarlo. Pasada la desesperanza el niño entra en un estado de aparente indiferencia frente a la realidad externa, puede parecer tranquilo y si vuelve la figura materna, no le hará caso. La indiferencia se convierte en una defensa. M. Klein dice que la elaboración del duelo sólo es posible desde la posición depresiva. La persona que está en posición depresiva debe tener la capacidad de tolerar la frustración y los sentimientos de ambivalencia. Para convivir con ellos sin la necesidad de llevar a cabo acciones para evitarlos. Progresivamente los sentimientos serán sustituidos por los sentimientos de amor, gratitud y nostalgia. En paciente deberemos ver COMO lo está viviendo.