Salud mental y trabajo: El diagnóstico diferencial de la depresión

El diagnóstico diferencial de la depresión mayor comprende tres
áreas fundamentales:
otros trastornos médicos, otros trastornos
psiquiátricos y otros cuadros de origen farmacológico.
Tan importante como el hecho de que muchos pacientes con
depresión acuden a sus médicos generales con molestias físicas
es la circunstancia de que otros que acuden al profesional de la
salud mental con síntomas depresivos pueden tener una enfermedad
orgánica subyacente causante de esa sintomatología. De
éstas, las más frecuentes son las endocrinas (hormonales), como
el hipotiroidismo, las alteraciones suprarrenales o los cambios
relacionados con el embarazo o el ciclo menstrual. Sobre todo
en los pacientes de mayor edad, los procesos neurológicos como
la demencia, los accidentes cerebrovasculares o la enfermedad
de Parkinson deben formar parte fundamental del diagnóstico
diferencial. Otras enfermedades que pueden causar síntomas
depresivos son la mononucleosis, el SIDA, el síndrome de fatiga
crónica y algunos cánceres y enfermedades articulares,

Desde el punto de vista psiquiátrico, los trastornos que
comparten rasgos comunes con la depresión son los trastornos
por ansiedad (incluyendo la ansiedad generalizada, el trastorno
por angustia y el trastorno por estrés postraumático), la esquizofrenia
y el abuso de alcohol y drogas. La lista de medicamentos
que pueden inducir cuadros depresivos es muy grande y
comprende analgésicos, algunos antibióticos, muchos antihipertensivos
y algunos medicamentos para el corazón, así como los
esteroides y los agentes hormonales.
Para más detalles sobre las tres áreas del diagnóstico diferencial
de la depresión, el lector debe consultar el manual de
Kaplan y Sadock Synopsis of Psychiatry (1994),
o el más detallado
Comprehensive Textbook of Psychiatry (Kaplan y Sadock 1995).