Síndromes y síntomas, aplicación de la concepción psicoanalítica: Melancolía

En la melancolía debe considerarse, por una parte, la melancolía reactiva; por otra parte, la personalidad cicloide y por otra parte, el episodio melancólico. La explicación para la melancolía reactiva sería que se produce la pérdida del interés objetal y el vuelco de la libido hacia sí por narcisismo. El sujeto, según el lenguaje freudiano, introyecta el objeto perdido y lo llora. Respecto de la personalidad cicloide, es decir, lo que queda fuera de los episodios, los mecanismos quedarían en latencia. Habría una fijación sádico oral y también anal. La personalidad cicloide se formaría en lactantes pródigamente alimentados con destete hecho bruscamente, a lo que se agrega fracasos amorosos preedipianos, concluyendo de desfigurar el terreno, otras frustraciones ulteriores. El episodio melancólico estaría determinado por fantasías libidinosas de carácter oral, muy expresables por su pugna con fantasías punitivas de un superyó cruel y sádico y se vive en el episodio melancólico, en forma simbólica el episodio de la pérdida del pecho materno. La anorexia se produce cuando se introyectan figuras paternales que se hacen como un acto oral y sería la reviviscencia de esa introyección a la que se oponen impulsos defensivos. El estreñimiento, en el que tendría participación una fijación oral, tendría relación con tendencias expulsivas equivalentes a agresivas y se promovería una defensa en forma de retención o de negación de expulsión. En la manía es difícil la interpretación del pleno empuje. Fuera de él, existirían iguales pulsiones que en el melancólico pero sin restricciones en el superyó, lo que haría que aquellos se volvieran omnipotentes.