Subjetividad de época: Creatividad y simbolización

Subjetividad de época: Creatividad y simbolización

Por Alejo Durán*

El objetivo del presente trabajo es presentar y analizar conceptualizaciones que entraman el marco teórico construido en la elaboración y en el desarrollo del proyecto de investigación “El sujeto que aprende en la época actual: Procesos de subjetivación en el aprendizaje escolar y en el uso de las nuevas tecnologías” (BR0917), proyecto que se inscribe en el marco de la cooperación Bilateral entre el Mincyt (Argentina) y el CAPES (Brasil) y que resulta de la articulación entre el trabajo del equipo argentino de la Facultad de Psicología, UBA, dirigido por la Dra. Silvia Schlemenson y el equipo de la Universidad de Brasilia dirigido por la Dra. Albertina Mitjáns Martínez.
Se establece un estudio entre la concepción de la creatividad a partir de un recorte histórico-cultural y las conceptualizaciones ligadas al análisis de las modalidades de simbolización de los jóvenes contemporáneos, sustentadas a partir de un marco teórico que se nutre de referentes del psicoanálisis contemporáneo.
González Rey (1999) aborda la subjetividad como un complejo sistema de significaciones y sentidos subjetivos producidos en la vida cultural. De esta forma, la subjetividad estaría determinada socialmente pero a partir de un movimiento recursivo de constitución de sentidos y significaciones, un proceso de constitución que integra de forma simultánea las subjetividades social e individual.
La subjetividad es estudiada como un objeto complejo en tanto se contemplan principios propios del paradigma de la complejidad desarrollados, entre otros, por Edgar Morin (2000): individuo y sociedad dejan de ser elementos opuestos y analizados por separados, son considerados como simultáneamente constituidos en una interrelación sin causalidad lineal.
González Rey (2006) explica una subjetividad constituida tanto en el sujeto individual como en los diferentes espacios sociales en que este vive. Un sujeto que no es un reflejo de lo social sino mucho más que esto, es decir, un individuo que produce dinámicamente sentido subjetivo –como unidad que integra elementos diferentes, imposible de ser comprendida por procesos estandarizados- en tanto está afectado por el entramado su configuración subjetiva, atravesada por su propia historia y las configuraciones que se establecen en el campo social.
Ahora bien, Mitjáns (2006) conceptualiza la creatividad como un proceso complejo, expresión de la subjetividad humana, producción de novedad y valor a partir de configuraciones subjetivas que se establecen en la articulación de su historia y su presente con las características de la situación social en las que se desenvuelve.
En tanto novedad y valor se vuelven características del proceso creativo, la autora presenta la incidencia de la subjetividad social – como conjunto de creencias, valores y relaciones que le otorgan valor a lo producido y fundamentalmente como plataforma social de significación de las producciones y potencialidades del sujeto- en el mismo, posibilitando que producción de sentido subjetivo y la significación social estas formas de producción puedan ser puestas en tensión.
En esta misma línea, y en relación la incidencia histórico-cultural en el proceso creativo, Vigotsky (2003) plantea que toda creación de la imaginación siempre se estructura con elementos tomados de la realidad y que se conservan de la experiencia anterior del hombre. Se establece un proceso de continuidad respecto de elementos de la realidad que se vuelven condición de posibilidad de la reación, sin embargo hay allí un movimiento de ruptura en la construcción de lo novedoso.
Esta aproximación al concepto de creatividad nos permite pensar en los procesos psíquicos implicados en la producción de sentido por parte del sujeto y la incidencia en los mismos de las significaciones sociales que lo atraviesan. Así, la creatividad como proceso complejo de expresión de la subjetividad puede ser articulada con los trabajos de imaginación y reflexión que postula Castoriadis.
Castoriadis (2003) presenta a la imaginación radical como creación ex nihilo, de nuevas formas, como la capacidad originaria y constitutiva de la psique de creación y organización de imágenes que son para ella fuentes de placer, con independencia de los objetos externos pues considera que la imaginación es más que la combinación de objetos ya dados, generando la capacidad de plantear figuras e imágenes. Ahora bien, lejos de remitir a un trabajo psíquico aislado de la experiencia y significaciones imaginarias sociales, afirma que “…la creación pertenece de manera densa y masiva al ser socio-histórico”,2 es decir que el sujeto, embebido en el imaginario social es producto y productor del mismo.
Junto a esto, el trabajo de reflexión se vuelve esencial para pensar la creatividad como alteración y creación inédita en tanto es presentada por Castoriadis (1993) como la vuelta del pensamiento sobre sí mismo, en la interrogación de los contenidos, sus presupuestos, sus fundamentos. Y como presentación de novedosas figuras de lo pensable. Reflexión como trabajo del yo que implica una objetalización (Green, 1996) sobre sus procesos (Álvarez, 2008), en tanto trabajo de interrogación y creación ante los mismos.
Articulación del concepto de creatividad con el análisis de las modalidades de simbolización ligadas al uso de nuevas tecnologías de adolescentes en tratamiento psicopedagógico Quienes asisten al programa de asistencia Psicopedagógica que posee la Cátedra de Psicopedagogía Clínica, dirigido por la Dra. Silvia Schlemenson, son derivados por las escuelas aledañas a la Facultad por presentar problemas de aprendizaje.
Schlemenson, (2001; 2009) define al aprendizaje como un proceso de construcción e incorporación de novedades en la interrelación dialéctica que establece el sujeto con los objetos sociales. Ahora bien, podemos pensar estas formas fallidas de construcción e incorporación de novedades a partir de las modalidades singulares de simbolización que presenta cada paciente.
Entendemos por simbolización a un proceso complejo y heterogéneo que articula diversas formas de trabajo representativo, de investimiento y desinvestimiento de objetos, en un trabajo de elaboración de sentido a partir de conflictivas establecidas por la tensión dinámica (Green 1996) que se establece como conflicto en el par pulsión-objeto. Trabajamos entonces en el análisis de las formas particulares que tiene el sujeto de interpretar el mundo y de representarse en el trabajo de resolución de esta conflictiva.
La inclusión de las nuevas tecnologías en el tratamiento psicopedagógico nos convoca a pensar sobre el encuadre y sobre la incidencia del mismo en cada sesión y cada intervención terapéutica. En tanto trabajamos sobre la interpretación de la experiencia que realizan los jóvenes y estas interpretaciones muchas veces son puestas en jaque por modalidades defensivas rígidas o tendientes a la descarga, la inclusión de las TIC podría volverse iatrogénica hacia el tratamiento y hacia la potencialidad transformación de aspectos significativos en el paciente. Sin embargo, pensamos la inclusión de las TIC en el tratamiento psicopedagógico como herramienta que posibilita el análisis de modalidades particulares de simbolización producidas en el uso de las mismas a partir del posicionamiento singular del sujeto que se encuentra en íntima relación con sus antecedentes histórico libidinales.
El posicionamiento subjetivo respecto de estos antecedentes y respecto de las transformaciones socio-culturales vigentes generan nuevas formas de simbolización que atraviesan tanto las modalidades de relaciones intersubjetivas como los procesos singulares de creación de sentido. Estas modalidades pueden pensarse y analizarse como caracterización de una actividad creativa, producción novedosa y a la vez valiosa en tanto a partir de las experiencias en el uso de las nuevas tecnologías se establecen complejizaciones y nuevas formas de interpretar la experiencia, que son reconocidas como propias: complejizaciones en la construcción de la temporalidad, como una organización heterogénea caracterizada por una simultaneidad continua que rompe la secuencia organizada en antecedentes y consecuentes lineales, para desplegar un registro que combina dimensiones diacrónicas y sincrónicas en una construcción inédita. Y junto a esto transformaciones en la noción de espacialidad generando una compleja trama transicional (Winnicott, 1979) de figuras y fondos con jerarquías móviles e intercambiables.
El proyecto de investigación doctoral “Nuevas modalidades de simbolización ligadas al uso de las nuevas tecnologías en el tratamiento psicopedagógico de púberes y adolescentes.”, tiene como objetivo caracterizar estas nuevas modalidades de simbolización que se establecen a partir de estas nuevas formas de intercambio y de significación social en el uso de nuevas tecnologías. Modalidades que, en espacios institucionales tradicionales y generalmente poco permeables a aspectos novedosos (escuelas con programas y formas de trabajo añejas) no son valoradas, perdiendo de esta manera la posibilidad de ser incluidas como producciones de sentido creativas y válidas para la incorporación y construcción de novedades.
Mitjáns (2005) aborda la tensión que se establece entre la institución escolar y las posibilidades de la inclusión de elementos que promuevan y potencien la actividad creativa, debido a que en muchas ocasiones la creatividad es trabajada como un objeto a ser incorporado a través de estrategias aisladas, sin tener en cuenta las configuraciones de recursos subjetivos que constituyen las configuraciones creativas.
Resulta interesante pensar entonces una posible articulación entre conclusiones futuras respecto de estas modalidades de creación de sentido por parte de los adolescentes y estrategias establecidas en el ámbito escolar como sistemas de actividades dirigido no sólo a la apropiación de conocimientos y habilidades, sino también al desarrollo de los recursos simbólicos, creativos asociados con la expresión de sentido subjetivo.
* Alejo Durán es docente de la Cátedra Psicopedagogía Clínica UBA, doctorando en Psicología UBA y becario doctoral CONICET.

NOTA
1 CASTORIADIS, C (2005): Figuras de lo Pensable. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica. Pág 95.

BIBLIOGRAFÍA
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Fuente: INTERSECCIONES PSI: REVISTA ELECTRÓNICA DE LA FACULTAD DE PSICOLOGÍA – UBA