Teoría de la mente (ToM) y sus niveles de complejidad: Comunicaciones metafóricas e historias extrañas

Las historias extrañas de Happé se crearon inicialmente para evaluar la habilidad de los niños autistas a la hora de atribuir intenciones a los demás. Un ejemplo de estas historias son las de ironía, mentira y mentira piadosa. En cada una de las historias el personaje decía algo que no debía entenderse en sentido literal y se solicita al sujeto una explicación de por qué el personaje afirma eso.
A continuación se exponen tres ejemplos de historias extrañas:
– Ironía: un niño está mirando a un grupo de niños que se cuentan cosas y se ríen. Se acerca y les pregunta: ‘¿Puedo jugar con vosotros?’. Uno de los niños se gira y le dice: ‘Sí, claro, cuando las vacas vuelen, jugarás’. Pregunta de comprensión: ¿es verdad lo que dice el niño? Pregunta de justificación: ¿por qué dice eso?
– Mentira: aparecen dos niños, uno con un bote lleno de caramelos. El otro le pregunta: ‘¿Me das un caramelo?’ y el niño de los caramelos responde, escondiéndolos tras la espalda:
‘No, es que no me queda ninguno’. Pregunta de comprensión: ¿es verdad lo que dice el niño? Pregunta de justificación: ¿por qué dice eso?
– Mentira piadosa: hoy tía Amelia ha venido a visitar a Pedro. Pedro quiere mucho a su tía pero hoy lleva un nuevo peinado que Pedro encuentra muy feo. Pedro cree que su tía está horrorosa con este pelo y que le quedaba mucho mejor el que llevaba antes. Pero cuando tía Amelia le pregunta a
Pedro: ‘¿Qué te parece mi nuevo peinado?’, Pedro dice ‘¡Oh, estás muy guapa!’.
Pregunta: ¿por qué le dice eso Pedro?
Happé plantea que este tipo de historias nos sitúa en un tercer nivel de complejidad en la ToM ya que éstas se centran en la capacidad para extraer un significado en función de un contexto social particular, lo que conllevaría la necesidad de una ‘coherencia central o global’ que debe superar la literalidad para generar un significado determinado en un contexto concreto. Para esta autora, este déficit en la coherencia central sería más universal y persistente que la inhabilidad para atribuir estados mentales (falsas creencias).
Estudios con tomografía por emisión de positrones han demostrado que este tipo de tareas produce un incremento del flujo cerebral en el giro frontal medial izquierdo (área 8 de Brodmann) y una activación significativa en la corteza cingulada posterior. En una revisión más reciente llevada a cabo por Frith et al se defiende que la corteza frontal medial sería la encargada de diferenciar las representaciones de estados mentales de la representación de situaciones físicas, que la región temporal superior sería la responsable de la detección y la anticipación de la conducta del otro y que los polos temporales guardarían más relación con el acceso al conocimiento social
del argumento de la historia.