Teoría de la personalidad: El trabajo del psicoanálisis en la actualidad

La visión psicoanalítica de la personalidad sigue estando dentro de las teorías que se aportan desde el ámbito clínico, lo que marca sus características. Sin embargo, también el aspecto clínico del psicoanálisis, la técnica terapéutica, es muy diferente en la actualidad de cómo era en sus comienzos, y en este aspecto tampoco se le hace justicia cuando se critica desde fuera. Los críticos suelen mostrar un profundo desconocimiento de las técnicas actuales de los terapeutas psicoanalíticos, tampoco desde el psicoanálisis se ha ayudado mucho a aliviar este error, por el hermetismo que ha caracterizado la disciplina durante muchos años como defensa frente a las acusaciones externas.
Indudablemente no ha sido una buena forma de defenderse. Para empezar, el énfasis que se le dio durante la primera época del psicoanálisis al recuerdo no se corresponde con los objetivos actuales. Ya en tiempos de Freud, se produjo un cambio en la importancia que se daba al hecho de que las pacientes recordaran episodios concretos de su pasado, cuando introdujo la hipótesis de que los recuerdos de haber sido seducidas de sus pacientes podían haber sido provocados por sus propias fantasías y deseos. Este cambio se volvió cada vez más importante, sobre todo desde que en 1912 introdujo el concepto de transferencia. Tal como se la veía entonces ésta era la específica relación que el paciente establecía con el terapeuta, basada en sus propios deseos y creencias, desarrollados a través de la relación con las figuras significativas del pasado. La transferencia empezó viéndose como una forma de recuerdo de un pasado reprimido.
El cambio fue importante, y el estudio de la transferencia llegó a ser lo más característico de la técnica psicoanalítica, sustituyendo al énfasis en el recuerdo. Esto responde a críticas que desde dentro del psicoanálisis se han realizado a la técnica clásica. Spence (1982) resaltó las dificultades que hoy día plantea la veracidad de los recuerdos episódicos que surgen en el análisis, tras la demostración por la psicología experimental del carácter distorsionante que tiene cualquier experiencia posterior sobre los recuerdos originales. Este autor denunció el realismo ingenuo en que cayó Freud y los psicoanalistas de la primera época, pensando que el psicoanalista investigaba una mente que estaba ahí, tal cual, lista para ser descubierta como si se tratara de un objeto material, sin darse cuenta de que la propia mente del paciente interpreta los sucesos pasados al ser puestos en palabras, y sobre todo el propio analista influye con su propio bagaje de recuerdos, creencias y disposiciones, en el material que cree descubrir. Los significados más que ser descubiertos, dijo Spence, son creados por el propio terapeuta.
Pero hoy en día la técnica se basa en el aquí y ahora, y recordar ya no es condición esencial del trabajo analítico. En la actualidad se trabaja primariamente con el presente, tanto el presente externo -las vivencias del paciente fuera de la consulta, sus sentimientos, interpretaciones de la realidad, sentimientos, etc.- como el presente interno a la sesión, el análisis de la transferencia, que es lo más específico de esta terapia. La transferencia se ve hoy de forma diferente. Debido sobre todo a las aportaciones de la escuela intersubjetiva desde dentro del psicoanálisis (Orange, Atwood y Stolorow, 1997), la transferencia se ve como el análisis de la relación especial creada en el marco terapéutico por el encuentro de dos subjetividades, la del paciente y la del terapeuta. Una relación que evidentemente no es simétrica, porque el terapeuta guarda su intimidad y todo el encuadre de la terapia provoca que sea el paciente el que manifiesta de múltiples formas, su manera específica de relacionarse, las creencias, interpretaciones, sentimientos específicos que pone en juego en una relación que llega a ser de gran intimidad y significado para él. Con lo cual la sesión se convierte en un laboratorio donde todos estos fenómenos son analizados en vivo.

Validez epistemológica de la de la técnica actual