Terapia, Sigmund Freud

Terapia

La terapia de Freud (en el ámbito de la psicología, se utiliza “psicoterapia” para hablar de terapias psicológicas. N.T.) ha sido la más influyente de todas,
a la vez que la parte más influyente también de su teoría. A continuación veremos algunos de sus puntos más importantes:

Atmósfera relajada. El cliente debe sentirse libre de expresar lo que quiera. La situación terapéutica es, de hecho, una situación social única, en la que
uno no se debe sentir miedoso ante un juicio social u ostracismo. De hecho, en la terapia freudiana, el terapeuta prácticamente desaparece. Añada a este
situación un diván cómodo, luces tenues, paredes insonorizadas, y el ámbito está servido.

Asociación libre. El cliente puede hablar de cualquier cosa. La teoría dice que con una buena relajación, los conflictos inconscientes inevitablemente surgirán
al exterior. Si nos detenemos un poco aquí, no hay que ir tan lejos para observar una similitud entre esta terapia y el soñar. Sin embargo, en la terapia,
existe un terapeuta que está entrenado para reconocer ciertos aspectos o pistas de problemas y sus soluciones que el cliente pasa por alto.

Resistencia. Una de estas pistas es la resistencia. Cuando el cliente intenta cambiar de tema, o su mente se le queda en blanco, se duerme, llega tarde
o falta a una sesión, el terapeuta dice “¡Ajá!”. Estas resistencias sugieren que el cliente, a través de sus asociaciones libres, está cercano a contenidos
inconscientes que vive como amenazantes.

Análisis de los sueños. Mientras dormimos, presentamos menos resistencia a nuestro inconsciente y nos permitiremos algunas licencias, de manera simbólica,
que florecerán en nuestra consciencia. Estos deseos del Ello proveen al cliente y al terapeuta de mayores pistas. Muchas formas de terapia usan los sueños
en sus prácticas, pero la interpretación freudiana es distinta en tanto tendencia a hallar significados sexuales en ellos.

Paráfrasis. Una paráfrasis es una desvío del discurso verbal. (muchas veces este acto supone una invasión directa de contenidos inconscientes o del Ello,
llamado también “lapsus linguae”. N.T.). Freud creía que estos fallos o desvíos también sugerían pistas para llegar a conflictos inconscientes. También
se interesó por los chistes que sus clientes contaban. De hecho, creía que cualquier cosa que dijera el paciente siempre significaba algo; equivocarse
de número al llamar por teléfono, desviarse de ruta, decir mal una palabra, suponían serios objetos de estudio para Freud. No obstante, como él mismo mencionó,
 en respuesta a un estudiante que le preguntó cuál era el significado simbólico de un cigarro, el contestó que “a veces, un cigarro no es más que un cigarro”.
¿O no?.

Otros seguidores de Freud desarrollaron un interés especial sobre los test proyectivos, como el famoso test de manchas Rorschach. La teoría base de este
test es que cuando se presenta un estímulo vago, el cliente lo completa con sus propios temas inconscientes. Una vez más, esto puede proveer de más pistas
al terapeuta.