Trastornos cognitivos: delirio, demencia y trastorno por amnesia (factores laborales)

Los trastornos cognitivos se definen como un deterioro significativo
de la capacidad del individuo para procesar y recordar la
información.
En el DSM IV (American Psychiatric Association
1994) se describen tres tipos fundamentales de estos trastornos:
delirio, demencia y trastorno por amnesia
. El delirio se desarrolla
durante un breve período de tiempo y se caracteriza por afectación
de la memoria reciente, desorientación y problemas del
lenguaje y de la percepción. El trastorno por amnesia se define
por una alteración tal de la memoria, que los afectados no
pueden aprender ni recordar la información nueva, si bien no
presentan ningún otro deterioro asociado de la función cognitiva.
Habitualmente, ambos trastornos se deben a los efectos fisiológicos
de una enfermedad sistémica (p. ej., lesiones craneoencefálicas,
fiebre alta) o al uso de sustancias psicoactivas. No hay
apenas razones para sospechar que los factores laborales intervengan
directamente en la génesis de los mismos.
Sin embargo, ciertas investigaciones sugieren que los factores
profesionales podrían influir en la probabilidad de sufrir las
múltiples deficiencias cognitivas que constituyen la demencia.

Esta se caracteriza por afectación de la memoria y al menos uno
de los problemas siguientes: (a) disminución de la función de
lenguaje; (b) deterioro de la capacidad de pensamiento
abstracto, o (c) incapacidad para reconocer los objetos familiares,
aunque no exista alteración de los sentidos (p. ej., visión,
tacto). La enfermedad de Alzheimer es el tipo más frecuente de
demencia.