VARIABLES QUE INFLUYEN EN LA APARICION DEL «BURNOUT» EN DIFERENTES OCUPACIONES

EL SÍNDROME DE «BURNOUT» * O EL DESGASTE PROFESIONAL.

E Álvarez Gallego, Luis Fernández Ríos

VARIABLES QUE INFLUYEN EN LA APARICION DEL «BURNOUT» EN DIFERENTES OCUPACIONES

En los profesionales educativos

El maestro o profesor hastiado de su profesión o cuanto menos, cansado de ella, se ha ido haciendo una figura tristemente conocida a través de un buen número de revistas y publicaciones. Muchos han sido los autores que han puesto su atención en esta ocupación docente. Iwanick y Schwab (1981) (47), Farber y Miller (1981) (48), Anderson y Iwanick (1984) (49,50,51) entre otros, han aportado conociemientos importantes.

Las variables que parecen contribuir a este síndrome son, entre otras:

1.

Las deficientes condiciones ambientales y el siempre escaso material con el que se ejerce la docencia.

2.

Modificación del rol tradicional del educador de modo que cada vez han de responsabilizarse de mayor número de funciones para las que no han sido debidamente preparados.

3.

Como agentes de socialización, muchas veces han de mantener una postura coherente en una sociedad tan plural como la nuestra.

4.

Los conflictos surgidos de cuando han de compaginar distintos papeles en ocasiones contradictorios (amigos de sus alumnos a lél vez que jueces, prestándoles una atención individualizada sin desatender al grupo, etc.). Esto supone para muchos profesionales la búsqueda de un dificil equilibrio.

5.

En el contexto social, la consideración y respeto viene dada por el status socio-económico y no por el esfuerzo realizado en el ejercicio de una tarea.

6.

Estos profesionales suelen tener escaso apoyo por parte de la organización escolar y de los compañeros.

7.

El interés o implicación del maestro con sus alumnos es una condición necesaria para una educación de calidad pero es a la vez, fuente problemas.

8. Entre los síntomas más frecuetes que forman parte del «ciclo degenerativo de la eficacia docente» (McGuire 1979)

(52) están: el absentismo y los hábitos perniciosos entre los conductuales, la baja autoestima entre los emocionales. Son frecuentes las bajas por depresión, ansiedad y estrés generalizado.

Landsman (1978) (53) señala el peligro que supone el hecho de que unos profesionales «quemados» estén siendo el modelo de sus alumnos.

Profesionales sanitarios

Estas profesiones son muy estimadas socialmente pero tienen altos niveles de tensión entre la gente que ejerce. En el origen de estas tensiones continuadas, están aspectos diversos descritos en amplio número de estudios (54,55,56,57). Entre todos ellos, citaremos los que se han destacado como más relevantes:

1.

Los motivos ideológicos que les impulsaron a elegir esa profesión.

2.

El hecho de que el trato directo con los pacientes y sus familiares suele ser emocionalmente exigente para el trabajador.

3.

La naturaleza de la enfermedad de los pacientes les hace enfrentarse en ocasiones, con un «fracaso terapéutico»

o con un mal pronóstico y a la vez les sensibiliza ante la muerte.

4.

El volumen de trabajo y las presiones para realizarlo.

5.

La falta de información sobre el cometido que han de realizar y de cómo se hace, este problema suele estar a menudo presente en el modelo médico jerarquizado.

6.

El apoyo laboral no parece suficiente con la sola celebración de reuniones formales, sino que los encuentros han de cubrir algunas necesidades emocionales y de compañerismo.

7.

En cuanto a las variables personales, aquellos que se sentían más responsables de la recuperación de sus pacientes, resultaban ser los sujetos más vulnerables al desarrollo de algún tipo de sintomatología, precisamente porque hacían recaer para sí el peso de los resultados.

Estudios más actuales vienen a confirmar las variables anteriormente descritas como contribuyentes importantes al surgimiento de «burnout» en los profesionales sanitarios (médicos, A.T.S, auxiliares de clínica).

Dentro de los síntomas detectados en estos profesionales está el abuso de fármacos, alcohol y tabaco, desarrollo de enfermedades coronarias y tentativas de suicidio. (Datos sacados de los estudios anteriormente señalados).

Profesionales de la salud mental

Con este término pretendemos abarcar a aquellas ocupaciones que se desarrollan en contacto directo con pacientes psiquicos.

Es reciente que las investigaciones desplacen su objetivo del paciente al terapeuta tratando de observar cómo este vivencia su trabajo.

Pines y Maslach (1977) (58) en sus primeros estudios vieron que los trabajadores de salud mental que estaban en un proceso de desgaste y sobrecarga, (es decir, con una tensión en su trabajo frecuente y prolongada) tenían modelos de respuesta similares que incluían pautas tales como distanciamiento, intelectualización de sus conflictos, desilusión; manifestaciones somáticas como dolores de cabeza, espalda, gastritis… entre otros. En su investigación encontraron que:

-a mayor tamaño de la institución mayor proporción pacientes/terapeuta lo que contribuía a que los terapeutas comenzaran a percibir a sus clientes cada vez de forma más negativa debido a su cansancio emocional. Faber y Hifetz (1982) (59) consideran que hay un límite en el número de pacientes que se pueden ver por día;

-a mayor gravedad de la enfermedad de los pacientes, más baja satisfacción de quienen lo atienden;

-los trabajadores con menor cualificación (auxiliares y voluntarios) solían ser los que se pasaban más tiempo en contacto directo con los pacientes, y a mayor contacto o intensidad de la relación, mayor desgaste;

-la orientación terapéutica tambien parecía estar relacionada con la posibilidad de experimentar cansancio emocional. Los trabajadores de orientación más organicista tenían menor ansiedad manifiesta, si bien los estudios más recientes (Ackerley y coL, 1988) (60) opinan que sea cual sea su orientación, todo terapeuta es susceptible de «quemarse».

En cuanto a las condiciones laborales, todas las que se alejaban de un salario adecuado, estabilidad laboral, oportunidades de crecimiento y progreso, autonomía, presión de trabajo moderada, apoyo laboral de los compañeros, suponían una influencia negativa para el sujeto.

Referido a las condiciones personales, Justice y col. (1981)

(61) opinan que los sentimientos de apatía y dudas sobre su trabajo tienen que ver con una vida extralaboral inestable y estresante. De acuerdo con esto, Helliwell (1981) (62) plantea la siguiente ecuación:

susceptibilidad individual + sobrecarga laboral y/o crisis vital = «burnout«. En un árticulo más reciente, Acklirey y col. (1988) (60) opinan que la literatura sobre el estrés en los psicoterapeutas

o profesionales de salud mental en general siguen adoleciendo de las siguientes faltas: a) de observaciones empíricas sobre el estado de «desilusión»

de estos trabajadores;

b) de justificación clínica del proceso terapéutico;

c) de reflexión sobre los problemas con los que se encuentran los psicoterapeutas inexpertos; d) de conocimiento de los sucesos que les son satisfactorios;

e) y de mayores estudios concernientes a la naturaleza del desgaste profesional, si bien hay diversos trabajos que se han ocupado de ello, como Pines y Maslasch (1978) (16), Faber y Heifetz (1981) (59), (1982) (63); Kestnbaum (1984) (64); Hellman, Morrison y Abramowitz (1987) (65).

Un aspecto que se observó como reductor del «burnout» fue el apoyo social, junto con unas condiciones de trabajo más flexibles: rotación de taréas, momentos de descanso,

Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. Vol. XI, N.o 39, 1991

participación en las normas de la organización,…Como pauta de prevención más específica Thacker (1984) (66) sugiere que el psicodrama utilizado por el staff es un medio eficaz para hacer frente a los conflictos laborales. Kestnbaum (1984)

(64) está más de acuerdo con una supervisión eficaz, de manera que los terapeutas y demás personal, puedan ir adaptando sus expectativas sobre las posibilidades de tratamiento de los pacientes.

Todo el conjunto de estudios nos señala que el «burnout» puede depender de cada individuo paticular y de sus características (de personalidad, de formación, etc.), pero que normalmente intervienen a la vez factores referidos a las peculiaridades de su profesión y a las condiciones laborales en las que esta se realiza.

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