Vínculo primario y el origen de la alexitimia primaria, como enfermedad psicosomática

McDougall (1991) plantea que el origen de la alexitimia como el de la enfermedad psicosomática surge en el vínculo primario que se tiene con la madre. La relación materna resulta de vital importancia para la estructuración del bebé en cuanto a la constitución de su propio Yo, ya que es la madre quien puede interpretar las emociones del niño y responder a ellas, permitiendo además la diferenciación.
La dificultad de la madre de contener y traducir los estímulos afectivos del bebé sería central, lo que nos llevaría a pensar que existiría una falla en la internalización de una imagen materna capaz de contener la angustia y proporcionar la sensación de protección al sujeto en situaciones de tensión. La madre que es incapaz de comprender las emociones que el niño trata de comunicar, también resulta incapaz de hacerlo con sus propias emociones.

La capacidad del niño de dormirse y mantenerse dormido, nos ilustra el funcionamiento psíquico como modelo de toda la patología psicosomática precoz. El sueño infantil debe caracterizarse porque el niño experimente un sentimiento de satisfacción y de fusión con la madre, llevándolo a un estado libidinal de paz interior que podemos llamar narcisismo primario. (Fain, 1971 en McDougall, 1991) La calidad de la investidura narcisista de la madre es lo que determina la calidad del sueño de su bebé.
En síntesis, en el vínculo primario el origen de la alexitimia se daría en la incapacidad de la madre de contener y traducir las emociones del bebé. Desde la teoría del apego, la madre o cuidadora no cumpliría con la capacidad de regular el estrés del bebé, se produce una descoordinación y deficiencias comunicativas en la relación, alterándose funciones fisiológicas como el sueño. Cuando lo anterior se da, nos encontraríamos frente a una alexitimia primaria.
La alexitimia primaria sería el resultado del bloqueo temprano en el desarrollo afectivo del niño y tendría un significado etiológico de predisposición personal cognitivoafectiva.