Adolescencia y el sentimiento de identidad

La formación de la identidad y construcción del sentimiento de identidad se da en la adolescencia ya que en este se da “una circunstancia especial, que es la característica propia del proceso adolescente en sí, es decir, una situación que obliga al individuo a reformularse los conceptos que tiene cerca de si mismo y que lo lleva a abandonar su autoimagen infantil y a proyectarse en el futuro de su adultez.”, este suceso de cambio es la base para la formación de la identidad que se da en este momento de la vida, el verse forzado a dejar atrás todo aquello que lo hacia un sujeto estable y previsible en la niñez lo lleva a tener que construir de nuevo un autoconcepto de si, para poder vérselas con un mundo cargado de influencias y exigencias sociales y que exige de él un comportamiento no de niño, pero tampoco le da las libertades de un adulto.
La formación de la identidad que se da en el periodo adolescente se genera por un conjunto de características y procesos internos y externos que le darán al sujeto la posterior capacidad de enfrentar las exigencias externas de una manera uniforme y estable, característica principal de la personalidad adulta y que el adolescente desconoce gracias a su fluctuación física y psicológica inherente. Abría, igualmente, que reconocer que la identidad es una característica de cada momento evolutivo del sujeto, por lo tanto no es una estructura monolítica y estable, en especial en el adolescente.
Si tal rigidez se presentase en esta etapa vital sería un indicio directo de patología, ya que la flexibilidad psíquica y a su vez el continuo cambio son una característica inherente en estos sujetos (Desde Aberastury por flexibilidad psíquica se entiende la capacidad del sujeto de introyectar y aprender a partir de las diferentes situaciones que experimenta, igualmente dicha  flexibilidad
permite al sujeto el continuo avance y desarrollo psíquico y es una característica fundamental en la adolescencia.).
Dentro de la adquisición de este sentimiento se toma al esquema corporal como parte fundamental de la identidad, este se logra a partir del continuum de experiencias que hacen parte de la evolución del sujeto, así mismo, la internalización, tanto temprana como posterior, de lo que los otros le devuelven como imagen de su cuerpo hace parte fundamental de la imagen que se construye de este, esto por medio de mecanismos de proyección e introyección utilizados desde la infancia y que acompañaran al sujeto durante toda su vida. En otras palabras:
“El esquema corporal es una resultante intrapsíquica de la realidad del sujeto, es decir, es la representación mental que el sujeto tiene de su propio cuerpo como consecuencia de sus experiencias en continua evolución.”

Los tres vinculos necesarios para la formación del sentimiento de identidad