Alexitimia: diferencia entre rasgos esenciales y los accesorios, características de sujetos alexitímicos

Liberman (1959), plantea que la alexitimia pasaría a constituirse en un rasgo característico de pacientes con enfermedades psicosomáticas y pacientes con estilo de personalidad depresivo.
Retamales (1989) describe los rasgos presentes en la alexitimia, diferenciando los
esenciales de los accesorios.
Los esenciales constituyen el núcleo del trastorno siendo estos los siguientes: – pensamiento simbólico reducido o ausente – limitada capacidad para
fantasear – dificultad para expresar sus propios sentimientos con palabras. A su vez, los
rasgos accesorios
presentes en la mayoría de los casos apuntan a: – alto grado de
conformismo social (McDougall, (1987) “seudonormalidad”, Liberman (1982)
“sobreadaptados”, Winnicott “normópatas”) – relaciones interpersonales estereotipadas –
impulsividad como expresión de conflictos – personalidad inmadura – dificultad de
instrospección. (Retamales, 1989 en Sivak, 1997).
En resumen, los sujetos alexitímicos presentarían las siguientes características:
1. Dificultad para identificar afectos: Estas personas tienen problemas para diferenciar
una emoción de otra. Por ejemplo, no saben con seguridad si lo que sienten es miedo o ira.
Esta incapacidad no se da sólo respecto a los propios sentimientos, sino que también tienen
dificultades para identificar las emociones en los demás (en sus voces, expresiones faciales,
posturas).
2. Dificultad para describir afectos: Les resulta imposible describir lo que sienten y
describir a otras personas todo lo referente al ámbito subjetivo y de los afectos.
3. Dificultad para diferenciar los afectos de las sensaciones corporales que acompañan a
la activación emocional: Las emociones suelen ir acompañadas de síntomas fisiológicos,
como sudoración, aceleración de ritmo cardiaco, etc. Los alexitímicos atribuyen estas
manifestaciones fisiológicas a síntomas vagos o los confunden con la emoción misma.

Cuando siente emociones intensas, esta persona describe simplemente un malestar físico de
un modo impreciso.
4. Reducida capacidad de fantasía y de pensamiento simbólico: Suelen tener un
pensamiento concreto, con problemas para el manejo simbólico de las emociones. Su forma
de hablar es monótona, parca y sin matices afectivos. Apenas gesticulan ni introducen
cambios en el tono de voz, se sientan de forma rígida y su semblante es inexpresivo.
5. Preocupación por los detalles y acontecimientos externos: En su lenguaje apenas
existen referencias abstractas y simbólicas, sino que se limitan a describir detalles
concretos, sin un tono afectivo.
6. Utilizan la acción como estrategia de afrontamiento en situaciones de conflicto: El
modo de resolver un estado emocional desagradable en estas personas, consiste en la
realización de conductas directas. Tienen una orientación de tipo práctico y un escaso
contacto con su realidad psíquica.