Análisis infantil (1923) contin.1

Análisis infantil (1923) contin.1

 Si aplicamos su descripción a la sublimación de Leonardo considerada en conexión con la fantasía del buitre, veremos la analoga entre síntomas y sublimación. Creo, también, que esta sublimación corresponde a la f rmula de Freud de que un síntoma histérico expresa a menudo una fantasía sexual inconsciente masculina por un lado y femenina por otro. En Leonardo, la parte femenina se expresa en la fantasía pasiva de fellatio; la fantasía masculina me parece reconocible en un pasaje de las anotaciones de Leonardo que Freud cita como una especie de profecía: "El gran pájaro realizar su primer vuelo desde el lomo de su gran cisne, llenar al mundo de asombro y la literatura contar su fama y ser una gloria eterna para el nido en que naci ". No significa esto ganar el reconocimiento de la madre por sus realizaciones genitales? Creo que esta fantasía, que expresa también un temprano deseo infantil, qued representada, junto con la fantasía del buitre, en su estudio cientfico del vuelo de los pájaros y la aeronutica. De este modo, la actividad genital de Leonardo, que desempe tan poco papel en lo que se refiere a gratificación instintiva real, se fusion totalmente en sus sublimaciones. Seg n Freud, el ataque histérico es simplemente una representación pantommica de las fantasías, trasladada en términos de movimiento y proyectada en la motilidad. Lo mismo puede decirse de las fantasías y fijaciones que, como en el caso del artista, están representadas por inervaciones f sicas motrices, ya sea en relación con el cuerpo mismo del sujeto o con algún otro medio. Esta opinión est de acuerdo con lo que Ferenczi y Freud han escrito sobre las analogas y relaciones entre arte e histeria por una parte, y el ataque histérico y el coito, por otra. Ahora bien, as como el ataque histérico usa para su material una peculiar condensación de fantasías, as también el desarrollo de un interés por el arte o de un talento creador depender an en parte de la riqueza e intensidad de las fijaciones y fantasías representadas en la sublimación. Sera importante no sólo en qu cantidad están presentes los factores constitucionales y accidentales involucrados y cun armoniosamente cooperan, sino también cul es el grado de actividad genital que podr ser desviada para la sublimación. En forma similar, la primac a de la zona genital en la histeria ha sido alcanzada siempre. El genio difiere del talento no sólo cuantitativamente, sino también en su cualidad esencial. Sin embargo, podemos suponer que tiene las mismas condiciones genticas que el talento. El genio parece posible cuando todos los factores involucrados están presentes con tal abundancia como para hacer surgir agrupaciones nicas, configuraciones de unidades que mantienen cierta similitud esencial unas con otras: me refiero a las fijaciones libidinales. Al examinar el problema de la sublimación, suger que un factor determinante de su éxito era que las fijaciones destinadas a la sublimación no hayan sufrido una represión demasiado temprana, porque esto impide la posibilidad de desarrollo. De acuerdo con esto tenemos que postular una serie complementaria entre la formación de síntomas por una parte, y la sublimación eficaz por otra. Estas series incluir an también posibilidades de sublimaciones menos eficaces. En mi opini n, encontramos que la fijación que conduce a un síntoma estaba ya en vas de sublimación, pero fue apartada de ella por la represión. Cuanto mas pronto ocurre esto, mayor ser el grado en que la fijación retendr el verdadero carácter sexual de la situación placentera y tanto mas sexualizar la tendencia en la que ha colocado su catexia libidinal, en vez de fusionarse con esa tendencia. también ser mas inestable esa tendencia o interés porque estar continuamente expuesta a la arremetida de la represión. Me gustara agregar algunas palabras acerca de la distinción entre sublimación sin éxito e inhibición, y sobre las relaciones entre ambas. He mencionado algunas inhibiciones que llam normales y que nacieron cuando la represión tuvo éxito; cuando el análisis las resolvi se encontr que se basaban en parte en sublimaciones muy intensas. Es verdad que stas se haban formado, pero habían sido inhibidas luego enteramente o en cierta medida. No tenían el carácter de sublimaciones fracasadas, las que oscilan entre formación de síntomas, rasgos neuróticos y sublimación. sólo en el análisis fueron reconocidas como inhibiciones; se manifiestan en formaúnegativa, como una falta de inclinación o capacidad o a veces sólo como una disminución de stas. Las inhibiciones están formadas (como he tratado de demostrar en este cap tulo) por la transferencia de libido superflua, que encuentra descarga como angustia, a la sublimación. De este modo, la sublimación es disminuida o destruida por represión en la forma de inhibición, pero se evita la formación de síntomas porque la angustia es as descargada en forma an loga a aquella que conocemos en la formación de síntomas histéricos. De acuerdo con esto, podemos suponer que el hombre normal alcanza su estado de salud por medio de inhibiciones, ayudadas por represiones eficaces. Si la cantidad de angustia que inviste a las inhibiciones excede a la de las sublimaciones, el resultado es la inhibición neurótica, porque la lucha entre la libido y la represión no se resuelve en el campo de las tendencias del yo y, por lo tanto, se ponen en marcha los mismos procesos empleados en las neurosis para ligar la angustia. Mientras que en la sublimación fracasada las fantasías se topan con la represión en su camino hacia la sublimación y en esta forma quedan fijadas, debemos suponer que para que una sublimación sea inhibida tiene que haber existido realmente como sublimación. Nuevamente aqu podemos postular las series complementarias inferidas ya entre síntoma por un lado y sublimación eficiente por el otro. Podemos suponer, sin embargo, que por otra parte, en la proporción en que tengan éxito las sublimaciones y por lo tanto pueda una parte pequeña de la libido estancada dentro del yo, lista para ser descargada como angustia, menor ser la necesidad de inhibición. Podemos asegurar también que cuanto mas exitosa sea la sublimación, menos estar expuesta a la represión. Aquí podemos postular nuevamente una serie complementaria. Conocemos la importancia de las fantasías de masturbación en los síntomas y ataques histéricos. Dar una ilustración del efecto de las fantasías de masturbación sobre la sublimación. Felix, de trece años, produjo durante el análisis la siguiente fantasía. Estaba jugando con hermosas ni as desnudas cuyos pechos frotaba y acariciaba. No vea la parte inferior de sus cuerpos. Jugaban al f tbol entre ellos. Esta fantasía sexual, que para Félix era un sustituto del onanismo, fue seguida durante el análisis por muchas otras fantasías; algunas aparecan en forma de ensue os diurnos; otras, durante laúnoche, como sustitutos del onanismo, y todas referidas a juegos. Estas fantasías nos demuestran cómo algunas de sus fijaciones fueron elaboradas en un interés por los juegos. En la primera fantasía sexual que era sólo fragmentaria, el coito fue reemplazado por el f tbol (24). Este juego, junto con otros, haba absorbido enteramente su interés y ambición, porque esta sublimación estaba reforzada reactivamente, como protección contra otros intereses reprimidos e inhibidos que estaban menos en consonancia con su yo. Este refuerzo reactivo, por otra parte obsesivo, puede muy bien ser en general un factor determinante de la destrucción de sublimaciones que ocurre a veces durante el análisis, aunque por regla general en nuestra experiencia el análisis sólo estimula sublimaciones. El síntoma es abandonado, por ser una costosa formación sustitutiva, cuando se resuelven las fijaciones y se abren otros canales para la descarga de la libido. Pero al traer a la consciencia estas fijaciones que forman la base de la sublimación tiene por regla general un resultado diferente: generalmente la sublimación se refuerza porque se la retiene como el canal sustitutivo mas expeditivo y probablemente mas temprano de descarga de libido que debe quedar insatisfecha.. sabemos que la fijación a escenas o fantasías "primarias" es poderosa en la g nesis de laúneurosis. Voy a dar un ejemplo de la importancia de las fantasías primarias en el desarrollo de las sublimaciones. Fritz, que ten a casi siete años, contaba varias fantasías acerca del "general Pipi" (el rgano genital) que conduc a los soldados "gotas de pip", a través de las calles; Fritz dio una descripción exacta de la situación y lugar de estas calles y las compar con la forma de las letras del alfabeto. El general conduc a a los soldados a un pueblo, donde eran acuartelados. El contenido de estas fantasías era el coito con la madre, el movimiento que acompa a al pene y el camino que toma. Del contexto surgi que eran al mismo tiempo fantasías de masturbación. Encontramos que interven an en sus sublimaciones, junto con otros elementos, en cuyo desarrollo no voy a extenderme ahora. Cuando corra con su "monopat n" atribua especial importancia a dar vueltas y curvas (25), tales como había descrito en varias fantasías sobre su "pipi". Una vez, por ejemplo, dijo que había inventado una patente para el "pipi". La patente consista en poder hacer aparecer el "pipi" con un salto a través de la abertura de sus pantalones, sin tocarlo con las manos, enroscando y torciendo todo el cuerpo. tenía repetidamente fantasías de inventar tipos especiales de motocicletas y autos. Lo importante de esas construcciones de su fantasía (26) era invariablemente conseguir una destreza especial en la dirección y en las curvas. "Las mujeres -deca- tal vez puedan conducir, pero no pueden girar rápidamente". Una de sus fantasías era que los niños, tanto niñas como varones, tuvieran en seguida de nacer su pequeña motocicleta. Cada niño podr a llevar a tres o cuatro mas en su motocicleta, y dejarlos en el camino donde ellos quisieran. Los niños malos se caer an de la motocicleta al tomar una curva muy cerrada y los dems descender an al llegar a trmino (nacer an). Hablando e la letra S, con la cual tenía varias fantasías, deca que los hijos de dicha letra, las pequeñas s, pueden hacer arrancar y conducir motos estando todava en pa ales, que todos ellos tenían motocicletas, con las que podían ir en un cuarto de hora mucho mas lejos que lo que las personas mayores podan en una hora; y que los niños eran superiores a los mayores en correr y saltar y en todo lo que se refiera a destreza del cuerpo. tenía también muchas fantasías acerca de las diferentes clases de veh culos que le hubiera agradado poseer y con los que habra ido a la escuela tan pronto como los tuviera, llevando a su madre y a su hermana con l. Una vez demostr angustia ante la idea de verter petr leo en el tanque de un motor, por el peligro de explosin; result que en la fantasía de llenar una motocicleta grande o pequeña con petrleo, este ltimo representaba el "Pip-agua" o semen, al que supon aúnecesario para el coito, mientras que la destreza especial para manejar la motocicleta y realizar constantes curvas y vueltas representaba destreza en el coito. Fue sólo durante los primeros años de su vida que dio señalóes de esta fijación tan grande en los caminos y en cuestiones conectadas con ellos. Cuando tenía alrededor de ciónco años, senta un marcado desagrado por salir a caminar. también su incapacidad para entender las distancias en tiempo y espacio a esa edad era muy notable. As, después de haber viajado durante algunas horas, pensaba que estaba todava en su ciudad natal. Asociada con este disgusto por salir a caminar estaba su completa falta de interés por conocer el lugar adonde haba ido y su total falta de sentido de orientación. El intenso interés por los veh culos adquiri la forma de estarse horas mirando pasar los carros desde la ventana o del vest bulo de la casa y también de pasi n por conducir. Su principal ocupación era jugar a ser cochero o ch fer, juntando las sillas para formar el vehculo. A este juego, que realmente consist a en sentarse y quedarse quieto, se dedicaba en tal forma que pareca compulsivo, especialmente porque ten a una total aversión por cualquier otro tipo de juego. Fue en ese momento cuando empec su análisis y después de algunos meses se not un gran cambio, no sólo respecto a esto sino en general. Hasta entonces no haba manifestóado angustia, pero durante el análisis apareci una intensa angustia que fue resuelta anal ticamente. En la ltima parte de su análisis manifestó fobia a los chicos callejeros. Estaba conectada con el hecho de haber sido molestado repetidas veces por ellos en la calle. manifestó temerlos y finalmente no se lo pudo persuadir de salir solo a la calle. No pude conocer esta fobia analticamente porque por razones externas el análisis no pudo continuar, pero supe que poco tiempo después de interrumpido, la fobia desapareció completamente y fue reemplazada por un placer especial por vagabundear (27). Al mismo tiempo desarrolló un mayor sentido de orientación en el espacio. Al comienzo, su interés se dirigía especialmente a las estaciones, las puertas de los coches de los trenes y después las entradas y salidas de los lugares, en cuanto llegaba a ellos. Empezó a interesarse por las vías de los trenes eléctricos y las calles por donde pasaban. El análisis desvaneció su disgusto por el fuego, que resultó tener varios factores determinantes. Su interés por los vehículos, que se desarrolló temprano y que tenía carácter obsesivo, se manifestó en diferentes juegos, que, en contraste con el anterior juego mon tono del chfer, practicaba con gran riqueza de fantasías. Desarroll también un apasionado interés por los ascensores y por subir y bajar en ellos. En esa poca estaba enfermo y deba quedar en cama; entonces invent los siguientes juegos. Se meti debajo de las s banas y dijo: "El agujero es cada vez mas grande, pronto podr salir". Diciendo esto se deslizaba suavemente por debajo de las s banas hasta la otra punta de la cama, como si la abertura fuera demasiado grande para l para trepar y saltar afuera. después jugaba a que iba a hacer un viaje debajo de las sbanas; a veces sal a por un costado y otras por el otro, y deca cuando se pon a sobre ellas que ahora estaba "sobre la tierra", lo que significaba que era lo opuesto a un tren subterrneo. Lo había impresionado extraordinariamente ver salir el subterrneo de debajo de la tierra en una estación terminal y continuar por encima. Durante este juego con las sbanas ten a mucho cuidado de que no fuera a deslizarse hacia un lado u otro durante su trayecto, de manera de ser visible sólo cuando sal a por un extremo o el otro, lo que llamaba la "estación terminal". Otra vez hizo un juego diferente con las s banas, que consista en deslizarse y salir de ellas en diferentes puntos. Cuando jugaba as le dijo una vez a su madre: "Voy adentro de tu vientre". En esa poca produjo la siguiente fantasía: iba en el subterrneo. había mucha gente all, el conductor sub a y bajaba rpidamente algunos escalones y entregaba los billetes al p blico. El iba en el subterrneo, bajo la tierra, hasta que las v as se encontraban. después había un hoyo y csped. En otro de esos juegos en la cama hac a repetidamente que un juguete con motor y chfer anduviera sobre el cobertor y s banas que haba arrollado para formar un promontorio. Luego dec a: "El chfer siempre quiere ir por encima de la monta a pero eso es un mal camino para andar"; luego, mandando al chfer por debajo de las s banas, deca: " ste es un buen camino". tenía siempre un interés especial por una parte del tren elctrico en la que había una sola va y donde se formaba una vuelta cerrada. Dec a que tenía que estar esa vuelta por si el otro tren ven a en dirección contraria y chocaban. Le explicaba a su madre el peligro: "Mira, si dos personas llegan en dirección contraria (al decir esto corra hacia ella) chocan y as hacen dos caballos, si corren as". Una fantasía frecuente en l era imaginarse cómo era su madre en su interior: se imaginaba toda clase de aparatos, especialmente en el estmago. Esto era seguido por la fantasía de un columpio o calesita donde haba una cantidad de gente pequeña que trataba de meterse all unos después de otros y salir por el otro lado. Haba alguien que presionaba algo y los ayudaba a hacer esto. Su nuevo placer por vagar y todos sus otros intereses duraron algún tiempo, pero después de algunos meses fueron vencidos por su antiguo disgusto por salir a caminar. Esto dur as hasta que empec a analizarlo nuevamente. tenía entonces cerca de siete años (28).