Aparato psíquico

Aparato Psíquico

Aparato psíquico, espacialización (topología) y temporalización (historia).

Espacialización, temporalización. . .
En el Esquema del Psicoanálisis (1938) obra póstuma e inconclusa de
Freud, encontramos que el Título del primer capítulo es: El aparato
psíquico.
“Nuestros dos supuestos se articulan con estos dos cabos o
comienzos de nuestro saber. El primer supuesto atañe a la localización.
1. (el segundo se enuncia en la página 156). Suponemos que la vida
anímica es la función de un aparato al que atribuimos ser extenso en el
espacio y estar compuesto de varias piezas; nos lo representamos, pues,
semejante a un telescopio, un microscopio, o algo así Si dejamos de lado
cierta aproximación ya ensayada, el despliegue consecuente de esa
representación es una novedad científica”.
El segundo supuesto corresponde a la afirmación de que lo psíquico es en
sí inconsciente. El Psicoanálisis puede establecer leyes,
construcciones intelectuales auxiliares, como las de cualquier otra
ciencia de la naturaleza.
Es desde el nivel de formalización del Proyecto. . que consideramos
apropiado tomar en cuenta las distintas formulaciones acerca del aparato
psíquico en distintos momentos del pensamiento freudiano
. Veremos, como
ocurre con sus concepciones, más que ser abandonadas unas por otras se
pueden reformular y articular produciendo efectos, interesantes y
novedosos, desde diferentes perspectivas.
¿Pero porqué tratar al psiquismo como aparato?. Freud habla de
espacialización, lugar, topos, localización. A esto podemos agregar:
proceso, funcionamiento, conjunto, sistema, modelo, máquina.
En las ciencias y las artes al aparato se le otorga una significación
general: como un montaje de piezas, de instrumentos propios para una
operación. Está vinculado a la idea de representación, de representación
científica. Es posible así representarnos lo que no se representa por
sí mismo, sino que se traduce en sus efectos y consecuencias, se
manifiesta como síntoma, patología, o simplemente como mecanismo
ordinario como en la psicopatología de la vida cotidiana. Sus
manifestaciones pueden ser chistes, lapsus, olvidos. Etc. El objetivo es
“figurarnos la operación psíquica”. Freud dirá que no conocemos lo que
en la “profundidad” urde el síntoma
, además eso seguirá siendo
desconocido para nosotros, solo podremos conocerlo figurándolo, como en
un juego con montaje de piezas. Lo que podemos conocer de la realidad
inconsciente. Lo que deja una huella (huella mnémica) que al investirse
de libido se transforma en una representación. Veremos que llama libido a
la energía de las pulsiones
Recordemos que Freud era contemporáneo de la linterna mágica, los
primeros tiempos de lo que será luego el cine. También de en Busca del
Tiempo Perdido, de Proust.
La noción de aparato recorre toda la obra freudiana, y en cierto sentido
la dirige. Desde aparatos simples, hasta la memoria rudimentaria del
ejemplo de la Pizarra mágica.
Cada una de las propuestas freudianas busca responder a distintos
problemas en diferentes situaciones. Hay una pregunta fundamental a la
que propone dos respuestas posibles. Ambas tiene que ver con hacer
consciente lo inconsciente: ¿existen dos inscripciones psíquicas (teoría
de la doble inscripción o tópica)? O ¿se trata de las mismas
inscripciones bajo leyes diferentes de trabajo, del proceso primario o
secundario (hipótesis funcional)?.