Estudios interdisciplinarios y nuevos desarrollos: APORTES DEL ENFOQUE EVOLUCIONISTA PARA LA INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA

Estudios interdisciplinarios y nuevos desarrollos: APORTES DEL ENFOQUE EVOLUCIONISTA PARA LA INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA

Fernández, Ana María
Universidad de Santiago de Chile, USACH

RESUMEN
El presente trabajo busca describir los principales aportes de
la perspectiva evolucionista para la investigación en psicología.
Para ello se muestran los desarrollos más relevantes de
este enfoque, que han derivado de una integración multidisciplinaria
de la biología molecular, antropología, etología, psicología
comparada y social, entre otras; y que permiten entender
la complejidad de la conducta humana y sus procesos mentales
bajo el prisma de la teoría de la evolución. Se presentan las
principales hipótesis que se están investigando bajo esta perspectiva,
los datos empíricos que respaldan sus planteamientos,
y se exponen los aportes metodológicos de esta aproximación
a la generación de conocimientos en Psicología. Finalmente,
se revisan los resultados que sostienen la universalidad
los planteamientos teóricos de Psicología Evolucionista, y se
comparan con las investigaciones que han llevado a cabo académicos
españoles y latinoamericanos, para luego discutir los
resultados de investigaciones que ha desarrollado en Chile la
autora, resaltando las aplicaciones del enfoque evolucionista a
la comprensión de la psicología humana.
Palabras clave: Mecanismos psicológicos Adaptaciones Selección natural Selección sexual

La Psicología Evolucionista nace a fines de la década de los
80, con los trabajos de investigadores norteamericanos como
Buss (1995), Tooby & Cosmides (1992), los canadienses
Crawford (1989), Daly & Wilson (1996), y el inglés Plotkin
(1998); quienes generan una perspectiva que integra los planteamientos
previos de las teorías sociobiológicas, etológicas y
adaptacionistas, aplicando los principios de la Teoría de la
Evolución de Darwin a la comprensión de los mecanismos psicológicos
de los seres humanos. La concepción evolucionista
es coherente con la mayoría de los enfoques psicológicos que
tienen vigencia en la actualidad, entregando una visión integral
de los aspectos biológicos, individuales, históricos y contextuales
de la psicología, que permiten entender y analizar el
origen de la conducta humana y su continuidad histórica en la
filogenia de nuestra especie.
Los mecanismos mediante los cuales se perpetúa la psicología
de la especie humana, son los mismos que están a la base
de la diferenciación anatómica y biológica del resto de los organismos:
selección natural y sexual. De esta forma, la mirada
evolucionista, postula que la conducta y los procesos mentales
que posibilitan dicha conducta, llegaron a seleccionarse en la
filogenia humana porque facilitaron la supervivencia de quienes
los poseían (principio de selección natural) y/o porque permitieron
una mayor reproducción de aquellos individuos que
presentaban dichas características (selección sexual), haciéndolos
más exitosos con los miembros del sexo opuesto. La
suma de estos dos mecanismos permite evaluar la eficacia
biológica de un organismo, en comparación con otros congéneres,
definiéndose este último concepto como la capacidad
de supervivencia y reproducción individual que es transmitida
genéticamente hacia la futura descendencia de un individuo
(Buss, 1999; Schmitt & Pilcher, 2004).
Las principales áreas de investigación que se generan a partir
de la perspectiva evolucionista se pueden agrupar de diversas
maneras, y en el presente trabajo se exhiben divididas en dos
ámbitos que son consistentes con los mecanismos de la evolución
planteados por Darwin: mecanismos psicológicos que
sustentan la supervivencia, y mecanismos psicológicos que
favorecen la reproducción (para mayor detalle, revisar el meta
análisis de Carporeal, 2001).
Dentro de los mecanismos psicológicos que facilitan la supervivencia,
el enfoque evolucionista ha podido generar grandes
avances en el reconocimiento de ciertos patrones de expresión
emocional que son compartidos por diversas culturas,
principalmente en trabajos que evalúan la facilidad con que se
reconocen las expresiones faciales y su diferenciación por
sexo (Ekman, 1993). Asimismo, en el área de las características
que facilitan el bienestar psicológico de los seres humanos,
se pueden distinguir los factores del contexto moderno
que afectan la calidad de vida actual humana (Spotorno, 2005),
ya sea debido al ambiente en que se desarrolla la vida, los
hábitos alimenticios, la rutina de actividad física en que se desempeñan
los individuos, etc.
Por otro lado, dentro de los factores que facilitan la reproducción
de los miembros de nuestra especie, la perspectiva evolucionista
ha generado una gran diversidad de evidencia que
se relaciona con los patrones de atractivo que priman a la hora
de elegir pareja en cada sexo (ver por ejemplo Buss & Schmitt,
1993), así como otros factores que afectan la selección de pareja
humana en su contexto temporal, y de acuerdo a las condiciones
sociales de los individuos (Campbell, 2004; Haselton
& Buss, 2000).
Finalmente, integrando los conceptos de selección natural y
sexual, en el resultado adaptativo o el favorecimiento de la
eficacia biológica inclusiva, existen investigaciones multidisciplinarias
acerca de la influencia biológica y genética en la filogenia
de la psicología humana (Penn & Potts, 1999; Pierce,
Cohen & Ulrich, 2004), como sería por ejemplo el patrón biológico
de selección de pareja en función de la compatibilidad
inmunológica.
Metodológicamente hablando, el enfoque evolucionista ha contribuido
a la investigación de carácter objetivo, utilizando técnicas
cuantitativas para el estudio de correlaciones y posibles
causas últimas de la psicología humana. Por ejemplo, el primer
estudio internacional de la selección de pareja llevado a
cabo hace más de una década, realizó encuestas en 37 países
logrando una descripción general de lo que resulta atractivo
para hombres y mujeres en el contexto de una relación de pareja,
los conflictos entre los sexos, y las similitudes transculturales
(Buss, 1989 y 1994). Esto fue luego verificado por subsecuentes
estudios internacionales de anuncios del periódico,
fantasías sexuales, atracción, etc.; así como estudios de la
apariencia corporal ideal (Singh, 1995 y 2004). En el intento
por reconocer mecanismos psicológicos generales que abarquen
la diversidad de aspectos en que se desarrolla el individuo,
la forma de llegar a producir avances en esta disciplina
requiere una perspectiva universal, que es más compatible
con el uso de métodos de investigación que permitan la comparación
transcultural. Es así como los estudios acerca de los
celos y la infidelidad cuentan con evidencia experimental
(Buss, Larsen, Westen & Semmelroth, 1992; Shultzwoltz &
Koch, 2004) y con evidencia de diversos países acerca de el
tipo de infidelidad que resulta mayormente disruptivo para
cada sexo (ver Fernández, Sierra, Zubeidat & Vera-Villarroel,
en prensa).
Finalmente, dentro de los datos empíricos que contribuyen a
esta perspectiva, es relevante destacar que en Chile se ha
trabajado con el modelo de diferencias sexuales propuesto por
la psicología evolucionista, constatándose que en estudios llevados
a cabo con estudiantes universitarios, los celos inherentes
a cada sexo siguen el mismo patrón que se encuentra en
países anglosajones, y son similares a lo encontrado con estudiantes
Españoles (Fernández, Olcay, Castro, Escobar &
Fuentes, 2003; Fernández, Sierra, Vera-Villarroel & Zubeidat,
en revisión).
Si bien el presente trabajo resalta el valor integrativo del enfoque
evolucionista para el avance de la comprensión de la conducta,
sustentado en diversas investigaciones empíricas actuales
de carácter internacional, es importante resaltar que
aún queda mucho por avanzar en la incorporación de los principios
de la teoría de la evolución al lenguaje de la psicología,
especialmente en la investigación latinoamericana.
* Este trabajo fue realizado con el apoyo de un fondo de investigación para
apoyar a nuevos investigadores (Dicyt) de la Universidad de Santiago de
Chile, USACH.

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