Descartes R.: Art. 108. En el odio

RENÉ DESCARTES

Tratado de LAS PASIONES DEL ALMA (1649)

SEGUNDA PARTE

DEL NÚMERO Y DEL ORDEN DE LAS PASIONES Y EXPLICACIÓN DE LAS SEIS PRIMARIAS

ORDEN Y ENUMERACIÓN DE LAS PASIONES

Art. 108. En el odio.

A veces, por el contrario, llegaba al corazón algún jugo extraño incapaz de mantener el calor y que podía incluso extinguirlo, y por esto, los espíritus que subían del corazón al cerebro despertaban en el alma la pasión del odio; y al mismo tiempo estos espíritus iban del cerebro a los nervios que podían impulsar sangre del bazo y de las pequeñas venas del hígado al corazón, para impedir que entrara en él ese jugo nocivo, y también a los que podían rechazar este mismo jugo hacia los intestinos y el estómago, o también a veces obligar al estómago a vomitarlo: a esto se debe que estos mismos movimientos acompañen habitualmente a la pasión del odio. Y puede observarse a simple vista que hay en el hígado muchas venas o conductos bastante anchos por donde el jugo de los alimentos puede pasar de la vena porta a la vena cava, y de aquí al corazón, sin detenerse nada en el hígado; pero hay también una infinidad de otros conductos más pequeños en los que puede detenerse, y que contienen siempre sangre de reserva, y lo mismo ocurre en el bazo; y esta sangre, más gruesa que la de otras partes del cuerpo, puede servir mejor de alimento al fuego que hay en el corazón cuando el estómago y los intestinos dejan de suministrárselo.