Aula Virtual: La implementación de redes sociales como recurso complementario del proceso de aprendizaje en la universidad. Un modo de aprendizaje y evaluación mediado y constante.

Aula Virtual: La implementación de redes sociales como recurso complementario del proceso de aprendizaje en la universidad. Un modo de aprendizaje y evaluación mediado y constante.

Por Alejandra Tomas Maier*

Resumen
A partir de una experiencia realizada en una red social creada con la tecnología de Ning: el “Aula Virtual”, con más de 2000 usuarios registrados entre docentes y alumnos a lo largo de dos cuatrimestres de clases de la Cátedra I de Psicología, Ética y Derechos Humanos de la Facultad de Psicología (UBA), se pretende ilustrar la plasticidad de una red social, puesta al servicio de la educación. Desde aquí, se considera la virtualidad como uno de los escenarios más prósperos para el desarrollo de un nuevo
paradigma en la educación formal superior y las posibilidades que allí encuentran los procesos de aprendizaje como de evaluación, de desplegarse en este espacio conjuntamente al sistema presencial universitario, valiéndose de las herramientas que las nuevas tecnologías de información y comunicación ofrecen para instrumentalizar nuevas estrategias pedagógicas en la formación profesional de los estudiantes.

Introducción
El impacto de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la educación ha ido en aumento y en la actualidad se ha generalizado como una tendencia global. En correlación con esto, surge el concepto de la virtualidad que, tal como lo sugieren Duart y Sangra (2000), “sin ser lo mismo, va asociado a este impacto tecnológico en el mundo educativo” 1.
Con el fin de aprovechar el nuevo espacio que la informática y las telecomunicaciones han puesto al alcance, es que se cuestiona las posibilidades que las nuevas tecnologías ofrecen en beneficio de la educación. Entre estas, es claro que las modalidades de “educación a distancia” son las que han tomado mayor relevancia en este sentido, valiéndose de las herramientas tecnológicas como soporte principal, desde donde se ha hecho posible sortear obstáculos de tiempo y espacio. Sin embargo, la aplicación de las tecnologías en los sistemas
de educación formal tradicional, ha dado lugar a nuevas discusiones en relación a los diferentes modos de implementación de las mismas y sus efectos. Desde allí, en gran cantidad de trabajos2 se puede observar la distinción entre la utilización de la tecnología como una oportunidad de modificar y ampliar la formación académica de forma incluyente, o como neto instrumento informativo-administrativo. Desde esto último, se refiere a aquellos modos de implementación como mera reproducción del dispositivo formal, desde donde se produce una repetición de los vínculos y de la asimetría y una reproducción del aparato presencial con herramientas tecnológicas, en donde lo virtual en este sentido queda reducido a un medio artificial para instrumentalizar lo ya conocido, en una extrapolación de lo deficitario del modelo educativo pre-existente. Sin embargo, por el otro lado, se sostiene que las herramientas tecnológicas pueden constituirse como un plus en la construcción de un nuevo lugar con coordenadas distintas a las conocidas, que introducen nuevas formas de relacionarse y de intercambio, produciendo así un espacio de creación y producción que promueva otros modos de acceso al conocimiento y, al mismo tiempo, contribuya a sostener otro modo de concebir la formación superior. Es en esto último podría decirse, consiste la concepción de la virtualidad como nuevo paradigma en la educación.
La implementación de las redes sociales es considerada en este caso, desde este segundo enfoque.
Redes sociales como modelo alternativo: Una experiencia en el Aula Virtual de Ética.
Tal como lo afirma Ugarte (2008), estamos en tiempo de cambios en donde las redes sociales marcan las formas de relacionarse. Entre ellas, la red de NING fue creada en el año 2005 como una red social, con la principal diferencia de ser una plataforma web que otorga a los usuarios las herramientas necesarias para la creación de sus propias redes sociales. Es decir que, configura un sitio soporte que permite la administración de una red completa y de todo su contenido. Permite personalizarla para un empleo determinado, delimitando sus funciones como así también restringiendo su acceso a un grupo específico.
La experiencia realizada en el Aula Virtual (AV), consistió en la creación de una red cerrada en la plataforma, reuniendo principalmente a los alumnos y el equipo docente de la Cátedra de Psicología, Ética y Derechos Humanos de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Posteriormente se incorpora también el Taller de Musicoterapia y otros Seminarios y Cursos de Extensión relacionados con la Cátedra -Intervención en Desastres: Formación Ética del Educador, y Ética del trabajo y las Organizaciones.
Asimismo, se dio acceso a algunas personas más interesadas en el área para participar de actividades.
Para ordenar el trabajo, se utilizaron la conformación de Grupos como principal herramienta. Estos representan una división interna en la misma red social y puede ser considerada una pequeña reproducción de aquella, en una versión más reducida. La modalidad utilizada para la creación de estos responde principalmente a cada uno de los cursos de comisión en los que los alumnos fueron inscriptos y a los cuales concurren en sus clases presenciales. A estos se agregan algunos grupos más que reúnen por un lado, al Equipo Docente y Colaboradores y por otro, los cursos de extensión de la Cátedra. Dentro de los Grupos, una de las principales herramientas son los Foros de discusión. Esto permite a docentes y estudiantes abrir un “tema” -compuesto por un título y un cuerpo- el cual se publica en el foro del grupo y permite que sus usuarios puedan responder y participar en él, publicando comentarios. Este espacio permite conservar todos los temas –“abiertos” o “cerrados”- simultáneamente, de modo de poder visualizar los temas de discusión antiguos y asimismo, permite ordenar los temas y mantener una organización de trabajo más sistematizada. Por este motivo lo utilizan los docentes abriendo temas puntuales de discusión sobre material de trabajo de clase y en algunos casos, dando consignas específicas para la participación, semana a semana.
Si bien algunas de las posibilidades de esta red ya eran conocidas a partir de algunos trabajos realizados con anterioridad3 en grupos de educación media más reducidos, en este caso, el AV habilitó el acceso a un total aproximado de 800 miembros por cuatrimestre, entre docentes y alumnos.
Por un lado, la presencia de la mayor cantidad de alumnos en el interior de la red facilita la comunicación y transmisión de información, poniendo a disposición una forma rápida de entrar en contacto, pero además, genera un nuevo espacio de trabajo con características propias y es este segundo punto que interesa destacar.
Efectos subjetivos de la virtualidad en el Aula La posibilidad de vincularse por este medio genera una modificación en el modo de interrelación. Los estudiantes, a diferencia del sistema presencial -en el cual la finalidad última consiste en dirigir al docente su comentario-, comienzan a trabajar atendiendo más espontáneamente a la participación del resto de los compañeros.
Las “respuestas” a las consignas propuestas por los docentes tanto en los foros de discusión como
en otros espacios de los grupos, se convierten cada vez más en desarrollos producto de intercambios entre un estudiante y otro. En este contexto es que podría considerarse al docente funcionando principalmente como orientador, al estilo de un facilitador4, posibilitando y enriqueciendo la elaboración de contenidos. Se piensa entonces, del dispositivo presencial tradicional al virtual, un viraje en la distribución simbólica del intercambio entre docentes y estudiantes, con efectos en el desempeño. El cambio que va de la distribución formal de los cuerpos en el aula física, a la disposición virtual regulada por el docente, promueve en más la experiencia de compartir, e intenta incentivar el sentido crítico y el deseo de investigar en una actividad formativa5.

La evaluación constante y mediada
Ahora bien, además de los efectos subjetivos que el entorno virtual genera en los estudiantes para la interrelación, considerando la utilización de dicha red social como herramienta dentro de un marco educativo formal, se hará indispensable mencionar las posibilidades que advienen en relación al seguimiento del alumno que el docente pueda realizar con dicho instrumento: esto es, las contribuciones relacionadas con la evaluación.
Una de las características de las actividades del Aula Virtual, a raíz del trabajo constante, es que permite la posibilidad de realizar una evaluación continuada6. A partir de esto, el espacio virtual se convierte en sí mismo en un instrumento evaluativo del cual se puede desprender además un elemento susceptible de calificación.
Para este último punto se destacarán las posibilidades que ofrece al ampliar el universo simbólico de mediaciones: tanto instrumentales como normativas. La interposición generada en tiempo y espacio en el primer aspecto -mediante las herramientas tecnológicas- tienen una marca en el segundo, posibilitando la aparición de la palabra escrita como testimonio de sujetos menos inmediatistas y abriendo la posibilidad a respuestas de mayor procesamiento simbólico que en la clase presencial. De este modo, otorgar una calificación al trabajo realizado en este espacio, podría entenderse como “nota conceptual”7 que, mediante la modalidad virtual, permite salvar los obstáculos de la “nota por participación en clase” -entendida como las intervenciones orales de los estudiantes en las clases presenciales, más ligada a las características de personalidad de los alumnos que a sus aptitudes intelectuales.

Motivación: la utilización de una herramienta no obligatoria.
La propuesta intenta incentivar a los estudiantes a registrarse en la red y utilizarla a lo largo del cuatrimestre de clases. El logro central de un Aula Virtual radica en su capacidad convocante y en el grado de empatía que establece con los usuarios. Aulas muy desarrolladas y poderosas, como las diseñadas en la plataforma Moodle, suelen ser demasiado “duras” para el usuario medio. La estrategia de Ning es la inversa: en lugar de traer a los usuarios a un entorno nuevo, se acerca a lo que ellos ya conocen. Y por supuesto la red social más extendida es Facebook. Las analogías entre Ning y Facebook son muchas, principalmente en los perfiles personales, hasta el punto que los alumnos se refieren al Aula Virtual de Ética como “esa imitación de Facebook”. En este sentido, el comentario puede pensarse no peyorativo, sino amigable. Indica confianza, familiaridad como para bromear respecto de las similitudes entre ambos entornos. Por esa vía lúdica se va constituyendo una transferencia. Sin indicación, ni menos aún cálculo, muchos alumnos modificaron la plantilla estética de sus perfiles. Poco a poco fueron diseñando entornos diferentes, con nuevos diseños y colores para alejarse del “default” propuesto por la cátedra. Buscaban así explorar la herramienta, sacar provecho de ella para generar una identidad propia para su entorno de trabajo. Gracias a las fotografías y los datos del perfil, hubo muchos alumnos que se “reencontraron” en la cursada de ética, aunque no pertenecieran a la misma comisión. Esto fue permitiendo adquirir un mayor sentido de pertenencia y constituir una pequeña comunidad.

Conclusiones
El Aula Virtual permite que el “aula de clases” se encuentre abierta y disponible virtualmente de manera constante.
El dispositivo virtual, si bien por varias de sus similitudes aún puede considerarse que se encuentre más ligado a la distribución del dispositivo formal presencial8, se encuentra sostenido desde una nueva configuración, que le permite estar presente en todo momento en que se quiera acceder a realizar una consulta, aporte o desarrollar una idea, en conjunto con los compañeros y docentes.
Durante la cursada, el espacio propone una modalidad de trabajo complementaria a la presencial obligatoria (9) y necesaria en este dispositivo. Considerando que dicha aplicación virtual no podrá considerarse en sí misma una instancia obligatoria, el espacio deberá sostenerse en las clases presenciales y se apela a la motivación sobre los alumnos para la utilización de la herramienta. Para esto, la plataforma NING, aporta muchos de los recursos útiles que una red social puede ofrecer.

* Alejandra Tomas Maier es estudiante de Psicología en la UBA. Colabora como co-ayudante en la Cátedra I de Etica y Derechos Humanos, a cargo del Prof. Juan Jorgeg Michel Fariña. Es también ayudante de investigación en el Proyecto “Bioética y Derechos Humanos”, como becaria UBACyT. Elaboró el presente trabajo en el marco de la materia “Informática, Educación y Sociedad”, a cargo del Prof. Carlos Neri.

NOTAS
1 Desarrollado por Duart, J. y Sangra, A. en Aprender en la virtualidad.
2 Ver por ejemplo el trabajo realizado por Zalazar, Neri y Verón (2006). Un modelo de enseñanza de las TICS en la universidad. Jornadas
de Investigación. Universidad de Buenos Aires.
3 Ver al respecto el Blog del Profesor de educación secundaria de Barcelona, Juan José de Haro: http://jjdeharo.blogspot.com
4 El término “facilitador del aprendizaje” es utilizado por Duart y Sangrá en relación al propósito en el que debería basarse la acción
docente, la cual sostienen como uno de los tres pilares del modelo pedagógico centrado en el estudiante.
5 Desarrollado por Duart, J. y Sangra, A. en Aprender en la virtualidad.
6 Responde a la instancia evaluativa pensada como “una ayuda pedagógica, y por lo tanto, un medio para favorecer el éxito de los
estudiantes y no como una finalidad en sí misma”. Extraído del Campus Virtual de la Universidad Abierta de Catalunya. UOC (1997), L’ avaluación.
7 Véase para esto el trabajo de investigación realizado por Benbenaste sobre la “nota de concepto”, en donde se fundamentan las razones por las cuales tal mecanismo resulta autoritario. Investigación en IBIS en la educación.
8 Cabe destacar que muchas de las características de la disposición y la forma del Aula Virtual se deben además a la capacidad técnica y posibilidades operativas del software, el cual responde a una superestructura creada con PHP y construida en Java, sobre la cual es posible realizar una serie limitada de modificaciones.
9 En tanto el modelo universitario requiere de un régimen obligatorio de clases presenciales como condición de regularidad en la universidad.

BIBLIOGRAFÍA
Benbenaste N.: Investigación Acerca de la “nota de concepto por participación en clase”. En IBIS en la Educación.
Blog de Haro. En http://jjdeharo.blogspot.com
Campus Virtual de la UOC, Universitat Oberta de Catalunya, en http://ddd.uab.cat/pub/educar/0211819Xn25p119.pdf
Duart , J. y Sangra , A. (2000) Aprender en la virtualidad. Ediciones Gedisa.
Ugarte , D. (2008) El poder de las redes. Manual ilustrado para personas, colectivos y empresas abocados al ciberactivismo. Edición
electrónica.
Zalazar , D., Neri, C. y Verón K., (2006) Un modelo de enseñanza de las TICS en la universidad. Jornadas de Investigación. Universidad
de Buenos Aires.