Biografía Aberastury Arminda (1910-1972)

Compartir Biografía de Aberastury Arminda

Aberastury Arminda (1910-1972). Psicoanalista argentina

Biografía Aberastury Arminda (1910-1972)

Pionera del movimiento psicoanalítico argentino, Arminda Aberastury nació en Buenos Aires, en el seno de una familia de comerciantes por el lado paterno, e intelectuales por el lado materno.

Su tío, Maximiliano Aberastury, era un médico famoso, y su hermano Federico estudió psiquiatría teniendo como compañero a Enrique Pichón Rivière, cuyos padres se instalaron en la Argentina en 1911, e iba a convertirse en su más querido amigo. Federico padecía una psicosis y varias veces sufrió accesos delirantes. Melancólica desde su juventud, Arminda era una mujer de gran belleza.

A través de Federico conoció a Pichón-Rivière, con quien se casó en 1937. Lo mismo que él, quería ofrecerle al psicoanálisis una nueva tierra prometida, para salvarlo del fascismo que se había desencadenado en Europa. Se integró entonces al grupo formado en Buenos Aires por Arnaldo Rascovsky, Ángel Garma, Marie Langer y Celes Cárcamo. Cinco años más tarde recibió su formación didáctica con Garma, y se convirtió en una de las principales figuras de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). En relación directa con la enseñanza de Melanie Klein (a quien ella fue la primera en traducir al castellano), e inspirándose en los métodos de Sophie Morgenstern, desarrolló el psicoanálisis de niños.

Entre 1948 y 1952 dirigió, en el marco del Instituto de Psicoanálisis de la APA, un seminario sobre este tema. Formó a una generación de analistas de niños. En el Congreso de la Internacional Psychoanalytical Association (IPA) de 1957, en París, presentó una notable comunicación sobre la sucesión de los «estadios» durante los primeros años de vida, definiendo una «fase genital primitiva» anterior a la fase anal en el desarrollo libidinal.

A la edad de 62 años, afectada por una enfermedad de la piel que la desfiguraba, Arminda Aberastury decidió darse muerte. Su suicidio, como algunos otros en la historia del psicoanálisis, suscitó relatos contradictorios, y fue considerado una «muerte trágica» por la historiografía oficial.