Biografias, Weininger Otto (1880-1903)

Weininger Otto
(1880-1903)
Escritor austríaco

Como el de Wilhelm Fliess, el nombre de Otto Weininger está ligado a la elaboración por Sigmund Freud de la noción de bisexualidad. Su destino fue sintomático de la potencia creciente de algunos de los grandes fantasmas de fines del siglo XIX: el antisemitismo, el antifeminismo, el
culto a la pureza racial.
Nacido en Viena, era hijo de un artesano judío fabricante de baratijas decorativas, antisemita y
brutal, casado con una mujer depresiva, enferma y sometida a su férula. Polígloto y alumno
brillante, pero taciturno y melancólico, el joven Otto admiraba a August Strindberg (1849-1912) y
había hecho suyas las tesis antisemitas de Houston Stewart Chamberlain (1855-1927), yerno de
Richard Wagner (1813-1883) y teórico de la superioridad de la "raza alemana".
En 1902, por odio a su propia judeidad se convirtió al protestantismo y, un año más tarde, publicó
su única obra, Sexo y carácter, verdadero manifiesto de la bisexualidad y del odio a las mujeres
y los judíos. En octubre de ese mismo año puso en escena su suicidio. Alquiló una habitación en
la que había sido la casa de Ludwig van Beethoven (1770-1827), y allí se disparó un balazo en
el corazón. Traducido a diez idiomas, su libro fue un fantástico best-seller, y hasta 1947, antes
de caer en el olvido, llegó a tener veintiocho reimpresiones.
Freud quedó mezclado con la vida de Weininger a causa de Hermann Swoboda. En una nota de
1909 a propósito del análisis de Herbert Graf (Juanito), Freud emitió un juicio severo sobre
Weininger: "El complejo de castración es la raíz inconsciente del antisemitismo. El desprecio a las
mujeres jóvenes no tiene otra raíz. Weininger, ese joven filósofo eminentemente dotado y
sexualmente perturbado, que se suicidó después de haber escrito su curioso libro Sexo y
carácter, en un capítulo impresionante trató a los judíos y a las mujeres con la misma hostilidad,
abrumándolos a unos y otras con los mismos insultos. Weininger era un neurótico totalmente
dominado por complejos infantiles; en él el complejo de castración estableció el vínculo entre el
judío y la mujer."