La clínica de la adolescencia (Primer teórico de Ricardo Rodulfo)

La clínica de la adolescencia (teórico de Ricardo Rodulfo)

La clínica de la adolescencia (Primer teórico de Ricardo Rodulfo)

Fuente: Material de la materia «Clínica de Niños y Adolescentes» de la UBA.

Fecha: 01/06/06

La clínica de la adolescencia es una clínica más joven, más nueva, y que, además, tiene sus propias dificultades y especificidades. Eso, por la sencilla razón que la adolescencia, también es un fenómeno subjetivo más nuevo.

No hace mucho más de medio siglo que se habla de adolescencia. Después de la segunda guerra mundial. En la literatura clásica psicoanalítica ni existe el término. Existe el término pubertad.

Esto tiene muchas consecuencias, tanto teóricas como clínicas.

Incluso hay algunos conceptos psicoanalíticos clásicos, que van a obstaculizar pensar la adolescencia.

Una idea muy arraigada es que las cosas decisivas de la subjetividad, quedan establecidas en los primeros años de la vida. Incluso en algunos autores, en los primeros meses. Lo demás va a depender de eso. Las condiciones iniciales, determinan todo lo que acontece después.

Si uno se queda con esta idea, se va a ver la adolescencia como meramente una reedición de lo anterior. Una reedición y no un suplemento, que implica la idea de un añadido, la aparición, el agregado, la emergencia de algo nuevo, algo que no está presupuesto en lo anterior.

Una cosa es si uno puede pensar la adolescencia como un acontecimiento, y otra, si uno piensa que después de los primeros años, nada verdaderamente nuevo puede ocurrir.

Otra cosa que obstaculiza pensar la adolescencia es la primacía que tiene en el psicoanálisis clásico, Edipo y complejo de Edipo, donde lo más importante giraría en torno a la relación con los padres. Cuando uno se vincula con adolescentes, tiene que poder estudiar el lugar muy importante del amigo y del grupo, que no derivan de los padres. En el psicoanálisis clásico, no se puede pensar que el vínculo con un amigo sea estructurante Lo estructurante siempre está puesto en la familia, y con una concepción muy reducida de la familia: padre, madre y a lo sumo hermanos. No es que se piensa en otras funciones familiares como la de abuelos, tíos, etc.

La tradición psicoanalítica es muy familiarista. Esta concepción ha quedado anacrónica, anticuada. Pensemos en la vida contemporánea. Se habla mucho del peso de lo mediático: la computadora, nuevas formas de escritura, la televisión… Estas no son meras cuestiones tecnológicas. Hacen al armado de la subjetividad.

En general, en todas las casas hay televisión, muchas veces instalada en el corazón de las casas. Atraviesa clases sociales, culturas diferentes…A veces los chicos están demasiado expuestos, pero más allá de juicios de valor, de ver a la televisión como un avance o como un peligro, el hecho es que la televisión está allí, y el niño desde muy pequeño, está interesado en las imágenes televisivas. La relación entre el chico y la televisión, no está mediada por los padres. En la televisión circulan todo tipo de mensajes, de ideales, de valores, imágenes del cuerpo, consignas, normas, deseos… Esto también va al Inc. En el Inc. no están sólo las cosas que le pasaron a uno con la mamá y con el papá. Sobre todo, que la TV se dirige muchas veces directamente al niño y al adolescente. Muchas veces los padres traen a la consulta cierto tipo de conflicto entre ellos y la TV o la computadora. Si el adolescente pasa muchas horas en msn o en videojuegos…Es un nuevo marco para la subjetividad. Si uno no lo conceptualiza, pensar en la adolescencia es muy difícil. Mucho más, trabajar con adolescentes. Es un trabajo muy difícil, que exige mucha flexibilidad, que puede ser muy interesante y todo un desafío, pero que puede ser también muy pesado. Tiene dificultades propias.