Comunicaciones: ALGUNOS DISCURSOS SOBRE LOS JÓVENES DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA

COMUNICACIONES.

ALGUNOS DISCURSOS SOBRE LOS JÓVENES DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA
Prof. Graciela Fagre
Facultad de Filosofía y Letras, UNT

1. Introducción
Conocer el pasado es importante porque nos permite realizar otra mirada del presente. Esta
frase popular explica la importancia de abordar la temática que aquí desarrollaremos,
teniendo en cuenta que quienes eran adolescentes durante la última dictadura en nuestro
país, son los adultos de hoy. Ellos crecieron bajo la influencia de una ideología
tradicionalista, conservadora, que se manifestó a través de distintos aparatos de Estado,
aquellos que transmitían – directa o indirectamente – las actitudes y conductas que se
esperaban de ellos por su condición de jóvenes.
En este trabajo, nos acercaremos al pasado a través del abordaje, desde el análisis del
discurso, de algunos textos producidos por uno de esos aparatos de Estado: la Secretaría de
Información Pública del gobierno de la provincia de Tucumán, que controlaba las
publicaciones en todos los medios. Concretamente, nos centraremos en las propagandas
oficiales publicadas o autorizadas por el organismo en La Gaceta de Tucumán, entre marzo de
1976 y diciembre de 1979, a fin de aproximarnos a la construcción discursiva que se hacía
de los jóvenes en el periodo señalado, en ese tipo textual y en el soporte ya mencionado.
No obstante, además de centrarnos en un corpus determinado, haremos algunas referencias a discursos vertidos por autoridades militares que confirmarán nuestras hipótesis. Se
advertirá que se trata de un número reducido de textos, ya que las referencias directas a
los jóvenes son pocas (aunque significativas).
El estudio de las propagandas se organizará siguiendo una línea temporal cronológica, que
permitirá mostrar cómo fueron dándose algunas modificaciones en el concepto que se tenía de la juventud desde los momentos previos a la última dictadura militar, hasta el final de una etapa marcada por la llegada al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y
algunos cambios sustanciales en la cúpula del gobierno militar.

2. Los jóvenes “desviados”
Las primeras referencias a los jóvenes – en el corpus señalado – aparecen en el mes de
marzo de 1976, antes del golpe de estado. Se trata de recuadros de 3 cm de alto por 4 ó 5
de ancho, que se repiten en varias páginas del mismo diario en diferentes fechas66. Su
contenido tiene el carácter de “consejos” destinados, unos, a los padres y, otros, a los
jóvenes. Veamos los textos:

“Atención padres: * ausencias no explicadas, * dinero no justificado, * compañías extrañas,

* fracasos en trabajos o estudios son el germen de la delincuencia subversivas”.

“Padres: debemos inculcar en nuestros hijos que los verdaderos placeres son los espirituales y que el progroso del país se hace con estudio y trabajo, perfeccionando lo pasado no destruyendo lo presente”.

Joven argentino:
Desconfía de quien te ofrece mejoras económicas sin esfuerzo, cambios sociales destruyendo
nuestro estilo de vida, odio, violencia, repudio a Dios y a la justicia, en lugar de
trabajo, comprensión orden y paz”.

Se advierte que el joven es visto como un ser muy vulnerable que debe ser orientado y contenido por los padres: si falta de casa sin aviso o llega tarde, si tiene dinero cuya
procedencia los padres desconocen, si sus compañías no son lo esperado por los progenitores o fracasan en sus obligaciones, si sus placeres son materialistas, no responden al ideal  del “buen” joven y pueden transformarse en subversivos. Del mismo modo, al joven se le advierte que desconfíe si alguien le ofrece cambios en su vida ajenos al “estilo de vida”
argentino. Las características de éste último se deducen de los textos anteriores y hacia
su logro deben dirigirse todos los esfuerzos; especialmente, los de los padres. Así lo
indicó el mismo gobernador de facto – Bussi – el 6 de mayo del mismo año: “Interesa
reencauzar la vitalidad y rebeldía propia de la juventud hacia una posición constructiva” y
“las rígidas reglamentaciones y el empleo apresurado de la coerción suelen obtener
resultados puestos a los perseguidos”67.
Atento a estas ideas, no solo de Bussi sino nacionales, el Consejo Publicitario Argentino
inicia en ese mes la campaña denominada “Llamado a la responsabilidad individual”, uno de
cuyos avisos está dirigido a los estudiantes recordándoles que “… ese cúmulo de
posibilidades que tiene frente a usted se los ofrece la Nación misma. Es un deber
aprovecharlas integralmente, sin rebeldías destructivas, desplantes estériles, ni
desviaciones, para no defraudar al país ni a usted mismo”68.
Hasta aquí el joven era visto – como ya se dijo – como alguien débil que debía ser
orientado y controlado. Expresiones como “reencauzar”, “enderezar” o “no desviar el camino”
eran aplicadas desde los discursos adultos en relación a jóvenes de esa época, una aparente
generación “perdida”, un conjunto de “desviados”.
El perfil que el Estado deseaba incluía – entre otros – los siguientes rasgos: dedicación
al estudio y rechazo a la política; respeto y sumisión a los padres; acatamiento total de
los valores y normas tradicionales.
La realidad era totalmente distinta. El joven de los ’70 creció bajo la impronta del
movimiento hippie, de los Beatles, del mayo francés del ’68, solo por nombrar algunos hitos
del protagonismo juvenil. En Argentina, la apertura democrática del ’73 había permitido un
mayor acercamiento de la franja etárea a la política (lo cual ya tenía – incluso –
antecedentes internacionales)69 y el posterior surgimiento de movimientos revolucionarios.
La reacción de los adultos fue de “temor” ante el cambio, ante el surgimiento de nuevas
prácticas sociales. No se toleró la libertad del joven para decidir su propio estilo de
vida, y el que no era un hijo dócil hasta los 25 años, que salía del hogar para casarse
“como Dios manda”, era “subversivo”. La actitud de los mayores trasluce el miedo ante el
individuo pensante que se niega a aceptar un modo de vida impuesto y no razonado.

3. Los jóvenes valorados
En el mes de junio de 1976, un aviso nos muestra otra cara de la juventud (70):
JÓVENES DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA, aviso

El soldado se presenta como el joven ideal, dispuesto a morir por la patria y enorgullecer
a la familia. A éste se sumarán en septiembre “los jóvenes que supieron evitar la
compulsión de la subversión”, en palabras del Ministro de Educación Bruera71.
La dicotomía entre jóvenes buenos y malos se mantendrá con fuerza durante los dos primeros
años de la dictadura. La juventud argentina – en esta etapa – casi no parece integrar un
“nosotros, argentinos”; incluso cuando se muestran imágenes de familias, están formadas por
el padre, la madre y los niños, no hay adolescentes. Esta ausencia es significativa por
cuanto refuerza una forma de negación de la juventud de la época por parte del oficialismo;
son los “otros”, innombrables, los que deben ser reeducados. Frente a ellos, hacia mediados
del ’77 se ubican los “herederos de este Proceso”, como dirá Videla el 14 de julio al
inaugurar una escuela militar; “herederos” educados con una formación conservadora,
tradicional, que saben acatar órdenes y hacer cumplir los mandatos superiores.
La valoración positiva del joven soldado se refuerza en campañas publicitarias como la
denominada “Proteger… es querer”72, en la que un soldado muy joven, casi adolescente, pide
documentos a quienes circulan por rutas y caminos: “Documentos, por favor. La violencia
existe todavía en el país y el objetivo suyo y nuestro es lograr que desaparezca de una
vez”. El pronombre de primera persona plural es inclusivo: este sector de la juventud forma
parte de las Fuerzas Armadas, cuya misión es proteger a los ciudadanos pacíficos y hacer
desaparecer la violencia. Se muestran como “gente de paz”, respetuosos de la “no violencia”
pero portan armas:
JÓVENES DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA, foto 1
JÓVENES DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA, foto 2
JÓVENES DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA, foto 3

En las campañas más destacadas de 1978, el campo semántico ligado a los jóvenes está
ausente, tal como puede advertirse en “Viaje a la Antártida” y “La feliz decisión”, de la
Subsecretaría de Turismo de la Nación, o en los avisos de Aerolíneas Argentinas (“La gran
posibilidad”), e incluso en la campaña de difusión del campeonato de fútbol que llevaron a
cabo Coca Cola y el EAM ’78 (Ente Autárquico del Mundial).73
En la campaña “Su casa: Escuela Nº 1”, del Consejo Publicitario Argentino (entidad
oficialista), uno de los avisos lleva por título “Hay padres que se hacen la rabona”, pero
tanto la imagen como el texto verbal se refieren a los niños:
JÓVENES DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA, foto 4

La expresión del título se aproxima al mundo adolescente, aunque en el Tucumán de esa época ya estaba en desuso y se prefería el equivalente “hacerse la yuta”.
En estas campañas de 1978 no aparecen referencias directas a los jóvenes pero las imágenes y gráficos (donde se muestran personas) vemos a adultos-jóvenes (aproximadamente 25 a 30 años) en actitudes maduras, serias, integrando familias formales (en la vestimenta y el viaje en avión, por ejemplo) o cumpliendo roles laborales subordinados con la felicidad plasmada en el rostro (azafatas, maestras y maestros, telefonistas, oficinistas,
vendedores).
Es en junio – con el mundial de fútbol – cuando vemos imágenes de jóvenes festejando,
aunque no en propagandas propiamente dichas, sino como parte de las noticias (publicitando
el régimen) que brindaba La Gaceta respondiendo a la supuesta campaña antiargentina
organizada desde el extranjero. Durante ese mes, se derogan prohibiciones, se habla de
libertad y auténtica democracia; el diario publicaba un suplemento en el que predominaba la
juventud, representada en los futbolistas de diversas nacionalidades, pero no hubo
propagandas oficiales en La Gaceta con referencias directas o imágenes de jóvenes que no
fueran los mencionados.
Después de obtenida la copa mundial, los anuncios utilizan un “nosotros” que engloba a
todos los argentinos, sin diferencia de sexo o edad, como gente trabajadora, amante de su
patria, respetuosa, pacífica, dueña “legítima” de cualquier actitud triunfalista. Esos
avisos de gran tamaño74 – oficiales o privados – nunca se refieren directamente a los
jóvenes y contrastan con la información – en recuadros muy pequeños – que da cuenta de los
detenidos (los legalizados, claro) de esa franja etárea.
En 1979, hay diversas campañas publicitarias. Aerolíneas publica “Gente que quiere a la
gente”, donde la juventud solo aparece en las imágenes; se trata de azafatas sonrientes y
formales que atienden a familias o niños en actitud amorosa; estas jóvenes trabajan y aman
lo que hacen, mostrando lo que se espera de las mujeres de esa edad en la época. Podemos
advertirlo en el siguiente aviso (75):
JÓVENES DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA, recorte periodístico

La palabra “ella” del título tiene doble sentido: se puede referir a la computadora o a la joven que aparecen en la imagen. El texto posterior, en letra pequeña, lo aclara; se trata de la computadora de la empresa. La disemia es interesante; sugiere que la mujer accede al pedido del usuario. Si tenemos en cuenta el predominio de una concepción machista en esa época, insinúa que el posible cliente es de sexo masculino, por ende, la mujer joven es presentada como un objeto de seducción.
El Consejo Publicitario Argentino reedita su campaña “Su Casa: Escuela Nº 1”, donde los maestros y maestras son jóvenes que actúan de la misma manera que las azafatas de la campaña anteriormente mencionada, es decir, respondiendo en forma disciplinada a lo que de ellos se espera.
Otros anuncios publicitarios, como los de ENTEL, Fabricaciones Militares, la Secretaría de Agricultura y Ganadería, Agua y Energía o la Secretaría de Turismo de la Nación, no se refieren ni muestran a los jóvenes. Ausencia que vuelve a ser significativa, por cuanto se sugiere que la juventud no tiene relación con ninguna de esas despendencias.
En términos generales, podemos decir que hay – como en 1978 – una actitud más inclusiva en relación a la juventud; no hay advertencias como en los dos primeros años de la dictadura, ni referencias a un “reencauzamiento” de los jóvenes. Se puede notar una suerte de apertura, desde abril, cuando la UCIT se preocupa por los hijos adolescentes de sus asociados ofreciéndoles becas para finalizar sus estudios; desde la Unión Cívica Radical, Balbín se dirige a la Juventud Radical en tono de testamento político, cediendo el liderazgo y la palabra a los más jóvenes (entre los que estaba Raúl Alfonsín); desde el gobierno se pone en marcha el Programa para Activar la Participación Ciudadana – en especial de la juventud – que derivará en la constitución de una multipartidaria juvenil (en julio) que responde a las propuestas del gobierno; la Municipalidad de San Miguel de Tucumán invita a los vecinos a sumarse a un ciclo de Tertulias Literarias “con la participación de jóvenes poetas de nuestro medio”76. En el mes de septiembre, se alaba el coraje y fortaleza de la sana juventud que obtiene la copa en el Campeonato Juvenil de Fútbol. El Ministerio de Educación de la Nación promueve un concurso, “¿Qué sabe usted sobre la yerba mate?”, destinado a los jóvenes de escuelas secundarias. Se puede decir que hay un intento de inserción, de integración de esta franja etárea; no obstante, debemos aclarar que se trata de la población adolescente o – en el caso de participación ciudadana – de los comprendidos a partir de los 30 o 35 años; ejemplo de ello son los premios a jóvenes destacados, que tienen 37 años o 40. Los comprendidos entre los 18 (finalización del secundario) y los 30, no son mencionados nunca.
A pesar de esta aparente apertura, los jóvenes están relegados a los roles que se les establecen; siempre en el estudio o el trabajo, con conductas disciplinadas, casi subordinadas. No se les reconoce poder de decisión ni iniciativa alguna; son parte de un todo (la familia, el trabajo, el país) que apunta en una única dirección y sigue o debe seguir valores idénticos a los marcados desde los discursos del Estado.

4. Conclusión
En conclusión, de la visión de una juventud escindida (los subversivos y los soldados), durante 1976 y 1977, se pasará a un “nosotros” relativamente inclusivo en 1978 y 1979. Creemos que esto se producirá atendiendo a la imagen que se quería dar de Argentina en los dos últimos años mencionados; el campeonato mundial de fútbol atrajo las miradas extranjeras y era importante mostrar un país pacífico, organizado, unido; el perfil debía mantenerse hacia fines de 1978 y comienzos de 1979 por el conflicto limítrofe con Chile; y luego, por la visita de la CIDH. Era importante la imagen que se tuviera en el exterior de nuestra nación, pero también la interna, la del ciudadano: ante una cúpula militar que se resquebrajaba por sus diferencias, debía mostrarse el “triunfo” del proceso de reorganización nacional desde diversos ángulos.
Finalmente, aclaramos que no pretendemos, de ninguna manera, afirmar que los conceptos vertidos en los textos aquí analizados fueron decisivos en la formación de todos los adultos del presente; sino, simplemente, señalar qué influencia se pretendía ejercer desde un medio de comunicación en la provincia y – dentro de él – desde un tipo textual definido. El proceso de recepción y asimilación o no de esos mensajes no ha sido objetivo de nuestro trabajo.

Bibliografía
Actas del XI Congreso de REDCOM: “La ideología del poder en dos campañas institucionales (1977.1979). UNT. Tucumán. 2009
Alonso de Rúffolo, M.S. (Coord.): Lenguajes e identidades en la comunicación globalizada. UNT. Tucumán. 2008.
Alonso de Rúffolo, María Soledad (1999): El discurso publicitario televisivo y su trascendencia educativa. Tucumán. UNT.
Aparici, R. y García Matilla, A. (1998) Lectura de imágenes. Madrid. Ediciones La Torre. Proyecto Didáctico Quirón.
Marafioti, R. y Balmayor, E. (1978): Recorridos semiológicos. La enunciación del discurso. Buenos Aires. Eudeba.
Marañón, L. (2007): Fundamentos teóricos y metodológicos de la pragmática. Cuadernillo del curso del mismo nombre.
Pigna, Felipe (2005) Lo pasado pensado. Buenos Aires. Planeta.
Romero, L. A. (2003): La crisis argentina. Una mirada al siglo XX. Buenos Aires. Siglo XXI editores.
Vezzetti, H. (2003) Pasado y presente. Guerra, dictadura y sociedad en la Argentina. Buenos Aires. Siglo XXI.
Wodak, R. y Meyer, M. (comp.) (2003): Métodos de análisis crítico del discurso. Barcelona. Gedisa.

Notas:
66 La Gaceta, 5, 6 y 7 de marzo de 1976, págs. 3 y 4. Tucumán. Se reiteran en otras fechas.
67 La Gaceta, 6 de marzo de 1976, primera plana. Tucumán.
68 La Gaceta, 14 de mayo de 1976, pág. 3. Tucumán.
69 Recordemos la revolución cubana, solo por dar un ejemplo.
70 La Gaceta, 2 de junio de 1976, pág. 3. Tucumán.
71 La Gaceta, 22 de septiembre de 1976, primera plana. Tucumán.
72 La Gaceta, 28 de julio de 1977 hasta el 31 de diciembre de ese año. Los avisos
reproducidos aquí, aparecieron por primera vez el 28 de julio, en pág. 3 (el primero), el
29 de julio, en pág. 3 (el segundo de ellos) y el 31 del mismo mes, en páginas 16 y 17 (el
último de la serie).
73 Para un análisis más detallado de los avisos de la Subsecretaría de Turismo de la
Nación, cfr.: “La ideología del poder en dos campañas institucionales (1977-1979)”, en
Actas del XI Congreso REDCOM. Tucumán, 2009. UNT. Para los de Aerolíneas Argentinas, cfr.:
“El modelo de país a fines de los 70, a través de la publicidad de Aerolíneas Argentinas”,
en Lenguajes e identidades en la comunicación globalizada, coordinado por M. S. Alonso de
Rúffolo y Pedro A. Gómez. U. N. T. Facultad de Filosofía y Letras. Noviembre de 2008. Los
anuncios de Coca Cola fueron abordados en “Mundial del ’78: ¿una nueva Argentina? (La
campaña de Coca Cola previa al mundial)”, trabajo presentado en las XI Jornadas de
Investigadores en Comunicación, Mendoza, octubre del 2007.
74 Por ejemplo, el publicado el 28 de junio, de la Asociación Argentina de Agencias de
Publicidad, en pág. 8, tiene 4 columnas de ancho y casi media pág. de alto; y uno del Banco
de Italia y Río de la Plata ocupa toda la pág. 3 del jueves 6 de julio y experimenta con el
uso del color (celeste y blanco, por supuesto).
75 La Gaceta, 29 de julio de 1979, pág. 7. Tucumán.
76 La Gaceta, 6 de septiembre de 1979, pág. 7. Tucumán.

Fuente: Sujetos, miradas, prácticas y discursos. Segundo Encuentro sobre Juventud, Medios e Industrias Culturales
coordinado por María Gabriela Palazzo y Pedro Arturo Gómez. – 1a ed. – Tucumán :
Universidad Nacional de Tucumán. Facultad de Filosofía y Letras. Inst. de Investigaciones
Lingüísticas y Literarias. , 2013. E-Book.