Comunicaciones: “TODO ES MÚSICA, LA DIFERENCIA ESTÁ EN EL MENSAJE”

COMUNICACIONES.

“TODO ES MÚSICA, LA DIFERENCIA ESTÁ EN EL MENSAJE”. UN ANÁLISIS DE LOS USOS DE CIERTOS BIENES DE LA INDUSTRIA CULTURAL “CRISTIANA” ENTRE JÓVENES PENTECOSTALES COMODORENSES.
Luciana Lago
Prof. Historia U.N.P.S.J.B.
Becaria doctoral CONICET/IESyPPat.

Introducción
El debilitamiento de los mecanismos de integración tradicional como la escuela y el trabajo, el descrédito de las instituciones políticas, el fortalecimiento del mercado y las industrias culturales, han desafiado los modos de pensar a los jóvenes, sus subjetividades y culturas. Frente a la crisis económica, cultural y política de los últimos años, otras instancias de participación y encuentro emergen y se yuxtaponen con las trayectorias familiares, educativas y laborales. Entre esos nuevos espacios de encuentro y socialización se destacan los agrupamientos de jóvenes de las iglesias evangélicas pentecostales.
Si las Industrias culturales seculares han reparado en el sector de los jóvenes como “nicho de mercado”, también el Pentecostalismo desde sus propias industrias culturales tiende a acercarse a los jóvenes no creyentes , y” retener” a los que ya comparten la fé adoptando pautas y estéticas de la industria cultural secular.
En este sentido, el siguiente artículo propone un análisis de los usos que realiza un grupo de jóvenes evangélicos de ciertos bienes musicales provenientes de la industria cultural llamada “cristiana”. Dentro de esas prácticas de uso se destaca el uso de la música, y la proyección de videos. Nos preguntamos: ¿Qué géneros musicales privilegian? ¿En qué contextos? ¿Cómo conocen, obtienen y circulan la música? ¿Qué adhesiones o conflictos se presentan en torno a ciertos géneros?
El modo de abordaje de ésta temática requiere la combinación de diferentes técnicas de investigación enmarcadas dentro del paradigma interpretativo. En este sentido optamos por la combinación del trabajo etnográfico dentro de las actividades del templo (en distintos eventos -formales e informales-, ej.: encuentros de culto, reuniones recreativas), con entrevistas en profundidad a jóvenes practicantes del culto pentecostal, como así también conversaciones mas informales con miembros adultos de la comunidad religiosa.
Un punto de partida para la investigación fue reconocer algunos rasgos del campo religioso local, caracterizado por el pluralismo religioso y por la legitimidad obtenida por los pentecostales en la escena pública y cultural. En este sentido consideramos que esta pluralidad es un rasgo particular en comparación con lo señalado en investigaciones que toman como unidad de análisis la situación nacional, por lo que requiere una atención especial.

El grupo Jóvenes para Cristo (J.P.C)
El grupo Jóvenes para Cristo (J.P.C) constituye uno de los sectores más activos dentro de la Iglesia Asamblea de Dios. En base a las observaciones y entrevistas realizadas en la Iglesia, podemos señalar que los jóvenes nucleados en el grupo J.P.C desarrollan una serie de actividades y poseen un nivel de organización que les permite llevar a cabo distintas actividades en simultáneo. Conducen programas de radio, llevan adelante tareas recreativas, (campamentos, picnics), viajan a encuentros de formación, participan en actividades de enseñanza cristiana (obras de teatro por ejemplo), organizan recitales de música cristiana, y se vinculan en campañas de evangelización.
El grupo actualmente está integrado por alrededor de cuarenta jóvenes, sus edades oscilan entre los 14 y los 25 años, concentrándose en la fracción 17-22 años. En su mayoría se trata de jóvenes que provienen de otras regiones del país, y que llegaron a la ciudad junto a sus familias en búsqueda de mejorar sus condiciones de vida atraídos por la oferta laboral de la actividad petrolera y de construcción. Aquí podríamos adelantar como una futura hipótesis que este tipo de agrupamientos busca captar a los emergentes de un proceso de reacomodamiento social, como consecuencia de la llegada masiva de migrantes de diversos orígenes –pero sobre todo bolivianos, paraguayos, peruanos- y del norte de Argentina.
La identidad grupal busca afianzarse desde su presencia pública, por ejemplo las volanteadas en calles céntricas o a la salida de los colegios, y con una simbología propia representada por el “logo” del grupo y distintos grafitis que realizan en sitios estratégicos: plazas, garitas de colectivos, entre otros.
Además de un conjunto de actividades y de responsabilidades, estos grupos dan a quienes los integran la posibilidad de formar parte de un espacio en el que son reconocidos y valorados. En este sentido los trabajos de Frigerio (1999) y Semán (2000, 2010) coinciden en considerar que las comunidades que se forman en torno a las Iglesias Pentecostales formulan una opción religiosa que da continuidad a sus presupuestos culturales, por lo que los individuos se sienten contenidos y desarrollan prácticas socio afectivas de vinculación con la comunidad de la Iglesia a la que pertenecen.
Actualmente Pablo (estudiante, 21 años) es el líder del grupo JPC. Cuándo el plantea el objetivo o la misión del grupo lo hace de forma clara y tajante: Celebrar su fé y traer nuevos jóvenes al rebaño del señor. Para ello, pareciera que casi todo es válido, dicho con sus palabras
“no hay fronteras para la evangelización, nuestra tarea es buscar nuevas estrategias que nos ayuden a llegar a los jóvenes con la palabra del señor.(…) Para ello tenemos que ser creativos y sobre todo tener presencia en el afuera”94.
Pablo hace referencia a la “estrategia de dos pasos” con la que planificó el accionar del grupo: Primero alcanzar a la juventud propia, los que concurrían con sus familias solo los días domingos a la reunión de culto, (“estaban muy apáticos, rebeldes, desinteresados” ) y luego en una segunda etapa y ya con el grupo consolidado salir al afuera, “salir a las calles a ganar a los jóvenes que no conocen”. En esta estrategia el uso de ciertos bienes –principalmente musicales- provenientes de la llamada Industria cultural Cristiana tienen un lugar privilegiado.

El Pentecostalismo y las Industrias culturales
Los cambios ocurridos en el interior del pentecostalismo, y el avivamiento de la década del 90’ dieron lugar a la emergencia de las llamadas Iglesias neopentecostales. Ari y Oro (1997) y Ricardo Mariano (1995), entre otros, utilizan el término “neo-pentecostalismo” para reconocer la ruptura con las expresiones tradicionales y caracterizar los rasgos distintivos de las nuevas expresiones pentecostales. Según estos autores las Iglesias neo pentecostales marcan un cambio en la ética y la estética religiosa que tiende a volcarse hacia el mundo secular: utilizan la técnica, el lenguaje y los códigos de los medios de comunicación, adoptan una estructura empresarial, participan en política, construyen redes transnacionales, y practican una liturgia basada en las curaciones, el exorcismo y la prosperidad.
Todos estos rasgos que se proponen para caracterizar al neopentecostalismo no son excluyentes. Algunos de estos rasgos se encontraban ya presentes en otras denominaciones del pentecostalismo “tradicional” y otros en cambio, como el rol asumido por las industrias culturales presentan nuevas posibilidades para desplegar las prácticas religiosas en algunos sectores, principalmente en los sectores populares y los grupos juveniles.
La producción de bienes religiosos es una estrategia adoptada principalmente por las Iglesias neopentecostales que contribuye a la “espiritualización” de la vida cotidiana, como a una “mundanización” de las imágenes religiosas que adoptan y resignifican nuevos contenidos culturales. El surgimiento de esta industria cultural específica comenzó con la producción de música, organización de recitales, producción de textos específicos (devocionarios, Biblias, consejería), y luego fue anexando distintos artículos de tipo merchandising: llaveros, remeras, cuadros.
Dentro de esta Industria, existen productos específicos para el sector juvenil dado que es uno de los sectores de mayor crecimiento en el neo pentecostalismo. A través de distintos bienes, se presenta un discurso religioso desde el lenguaje del entretenimiento, a través de dvds y películas cristianas, diferentes géneros musicales, actividades, eventos y recitales.
En el marco de esta industria, existen pastores referentes que se destacan ya sea por un estilo propio, su trayectoria de vida, el nivel de convocatoria en los eventos que realizan y su participación en medios seculares. Del trabajo de campo y la indagación empírica podemos reconocer como pastores referentes de la juventud en Argentina a Dante Gebel y el pastor “de las tribus urbanas” Ale Gómez. En el caso de Gebel tenemos un pastor “consagrado” con un alcance latinoamericano, mientras que Ale Gómez posee una trayectoria menor y su reconocimiento es básicamente nacional. De todos modos quisiéramos detenernos en reconstruir parte de estas trayectorias y sus “estilos”, incorporando la mirada de algunos jóvenes del grupo JPC al respecto.
Gebel alcanza su máxima repercusión con los Superclásicos de la Juventud. Estos eventos se destacan por su masividad, y por ser realizados en los principales estadios de fútbol de la Argentina95. Este pastor, se destaca por un estilo basado en recurrir al humor en base a temas tales como: el Noviazgo cristiano, situaciones cotidianas del mundo profano al que se enfrenta el cristiano, entre otros, utilizando un estilo monologuista tipo stand up. Desde su productora Línea Abierta Group” -con sede en Buenos Aires y Miami- genera contenidos cristianos específicos como programas de televisión : “Dante Gebel Live”, el seminario “Héroes” y numerosos dvds sobre predicaciones (Algranti, 2010: 91).
Como pastor de jóvenes, utiliza intensamente las principales redes sociales : Twitter y Facebook, desde donde promueve el intercambio con sus más de 850.000 seguidores, promociona sus actividades y eventos, a la vez que propone foros de debates sobre” los temas que le interesan a la juventud”. Para muchos jóvenes pentecostales Gebel es un referente. Su elocuencia, el modo en el ual logra “tocar los corazones de la gente”, “llegar a la juventud” da cuenta de su capacidad como orador y pastor “bendecido por el Señor”.
Al respecto Carlitos, integrante del grupo J.PC. hace mas de 7 años, nos decía: .
El principal referente para mi es Dante Gebel, me gusta mucho como se presenta ante los jóvenes, tiene un carisma, se maneja muy suelto y sabe llegar. Cada vez que el hace eventos, atrae a miles de jóvenes(…)Lo veo siempre en la tele, y acá con Pablo en las reuniones de jóvenes nos gusta pasar algunas prédicas, dentro de las reuniones y gusta mucho como se expresa, como entrega la palabra y como así encuentra la forma de llegar a tantos jóvenes96.
Karina, otra joven del grupo J.P.C , sobre Gebel nos comentaba:
Lo sigo por el face (facebook), esta bueno porque sube su palabra, algún evento, fotos, videos y también se forman debates con chicos de todas partes de América97
Con una trayectoria menor, otro líder de jóvenes en Argentina es el pastor Ale Gómez, bautizado por los medios de comunicación como el “pastor de las tribus urbanas”.
Alejandro Gómez, proviene de una familia cristiana, su formación pastoral –al igual que Gebel- también se dio dentro de los circuitos informales. Este pastor, líder de la Iglesia Luz de Mundo, fundó el grupo de baile Jesus Warriors, que comenzó reclutando jóvenes en Ciudad Oculta para entrenarlos en break dance y números musicales que se exhiben en los llamados encuentros 12/12 que se desarrollan en el Parque de la Costa en Tigre.
“Todo lo que es música, ropa, coreografía y arte está conectado con la prédica: siempre bailar se conectó con Dios…”, dice Alejandro Gómez en un reportaje que le realiza Chiche Gelblung. El despliegue y coordinación de las coreografías de “Jesús Warriors” pronto trascendieron a los medios de comunicación y actualmente podemos ver como éste grupo se presenta semanalmente en el programa “Pasión de sábado”, caracterizado por representar a los principales grupos de la “movida tropical”.
Carlitos sobre el grupo Jesús Warriors nos comentaba:
Los vi en Pasión de Sábado, son impresionantes. Como cristianos que hayan podido meterse en el mundo de la tele de la farándula, en la tele secular es un progreso enorme, muestra cómo podemos meternos, (…) es otra forma de llegar a la juventud98.
Si el hecho de que grupos cristianos se hayan incorporado a la movida tropical pudo suscitar algunas críticas, la aparición del género “reggaetón cristiano” promueve acalorados debates y críticas respecto a los límites entre la Iglesia y “el mundo”, y si todo género musical puede ser utilizado con fines religiosos.
Haciendo uso del reggae, el hip-hop y varios estilos hispano-caribeños y frecuentemente acompañado de una letra sexualmente explícita y un estilo provocador de baile conocido como perreo, el reggaetón emergió de Puerto Rico a fines de la década de los años noventa del siglo pasado (Marshall, y otros, 2010). El marcado carácter transnacional y comercial de este género ha generado debates sobre su apropiación cultural, su mérito estético y sobre todo la critica por el contenido sexual en sus letras (Gallucci, 2009), y las referencias al derroche material, a las fiestas descontroladas y al consumo de drogas.
En el caso del reggaetón cristiano se conserva el ritmo y la estética del reggaetón secular, pero en sus letras se suele narrar el “testimonio” de artistas recientemente convertidos al cristianismo, planteando el antes y después de sus vidas, haciendo referencias críticas al reggaetón secular, y llamando a la reflexión y conversión de otros artistas99.
Desde el grupo JPC, buscando diferenciarse del culto de los adultos, desarrollan una reunión semanal de culto pensada para los jóvenes. Para ello realizan cambios en la disposición en el espacio, el púlpito es dejado de lado tendiendo a una organización del espacio que no refleje jerarquías, se suele utilizar una pantalla desde donde se reflejan imágenes, videos de música cristiana de distintos géneros, predicaciones y películas. El uso que realizan de las instalaciones de la Iglesia, nos remite a pensar que la misma constituye un “lugar” en el sentido antropológico, es decir, la iglesia representa un espacio cargado de sentido, orientaciones, afectos y liturgias, en términos de De Certau se trata de un espacio “practicado” por los jóvenes (De Certeau, 1996: 129)
El uso y la proyección de videos de reggaetón cristiano en estas reuniones de culto, y en otras reuniones de socialización, derivó en ciertas críticas por parte de algunos integrantes adultos de la comunidad de fieles de la Iglesia. Luisa y Roberto –un matrimonio con cierta incidencia en la estructura organizacional de la Iglesia- plantean que se estaría cerca de llegar a una situación de “libertinaje”, si se sigue con estas “modas de imitar al mundo”, y que de seguir así “se está volviendo muy fácil ser cristiano”.
En respuesta Pablo –líder del grupo J.P.C- opina:
Para mí los videos de reggaetón están muy buenos, con que el mensaje esté, te llegue, y te identifiques, está bien, más allá del género. Además los jóvenes escuchamos ese tipo de música en las radios, si ya conocemos el género que mejor que escucharlo pero con un mensaje que te quede100.

En el mismo sentido, Karina reflexiona:
Es todo un tema, el reggaetón cristiano esta cuestionado, para mi todo es música, a la que se le puede poner letra y lo importante es el mensaje( …)Se puede cantar a dios desde distintas formas101.
Aquí podemos ver un lugar donde se evidencia esa diferencia con el “otro” adulto, a partir de la significación que le otorgan a la Música los jóvenes en sus prácticas religiosas y en su cotidianeidad. entendemos junto a Frith (1996) que la música -prescindiendo de su género musical- puede ser analizada como una actividad social, una experiencia, una metáfora de la identidad, y que la misma cumple diferentes funciones de acuerdo con las necesidades de cada una de las personas y grupos. En este sentido, en el caso del grupo JPC la música tiene un uso socializador, recreativo y también litúrgico.
El cambio en la dinámica de las reuniones de culto y el uso de la música que se produce entre los jóvenes nos remite a la “metáfora del reloj de arena” elaborada por Feixa, estos jóvenes pertenecen a la generación del “reloj digital”, en contraste con “el reloj de arena” o el “reloj analógico” propio de adultos como Luisa y Roberto (Feixa, 2003). Además podemos notar como la música cumple varias funciones: ayuda a socializar, las letras de las canciones pueden servir para ilustrar puntos doctrinales, y otorga cierto tono festivo a los servicios religiosos (Garma Navarro, 2000).
A modo de conclusión
En base a lo planteado surgen los primeras preguntas en torno a si desde los grupos de jóvenes pentecostales se están presentando modos “alternativos” de “ser pentecostal”, ligados al desarrollo de esta industria cultural especifica. Se parte de considerar que desde el mercado de la industria cultural cristiana se reconoce a los jóvenes como un sector social específico con necesidades espirituales distinto de los adultos.
Así, en esta industria la producción de música es clave por representar un eje central en la vida cotidiana de los jóvenes, que interviene en sus formas de practicar su religiosidad e impacta en las relaciones generacionales con miembros adultos de las comunidades pentecostales. Si bien hay una apertura a la utilización de nuevos géneros musicales, (recordemos como el rock evangélico generó polémicas en sus inicios y hoy se encuentra más “aceptado” y en diálogo con las culturas juveniles (Semán Gallo, 2008), el reggaetón dado su estética, modo de ser bailado –el perreo- y las letras que hacen referencia a gran parte de las “prohibiciones” de todo cristiano: consumo de alcohol, sexo irresponsable, violencia, etc, provoca la resistencia y oposición de las generaciones adultas, quienes consideran que no toda la música es válida de ser “cristianizada”. En respuesta, los jóvenes demuestran poseer códigos culturales diferentes al plantear que todo tipo de música puede ser usada, marcando la distinción entre música y letra o mensaje. Aquí podríamos ver una de las claves de la expansión del pentecostalismo entre los jóvenes, el pentecostalismo a través de sus industrias culturales se presenta culturalmente actualizado en relación a los cambios o tendencias en el mercado de bienes culturales para la juventud. Esto puede considerarse tanto una estrategia de acercamiento y convocatoria de nuevos jóvenes al culto religioso, cómo también una forma de “retención” y atenuación de conflictos generacionales entre jóvenes nacidos en comunidades pentecostales.

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Notas:
94 Nota cuaderno de registro en el campo 22 de abril de 2011.
95 Este año está previsto la realización de un “Superclásico” en el Estadio Unico de la ciudad de La Plata, los días 23 y 24 de septiembre, desde los espacios que Gebel posee en twitter y Facebook anunció que en dicho encuentro será “ungido” su sucesor.
96 Entrevista realizada el 25 de julio de 2011
97 Nota cuaderno de registro en el campo, 16 de abril de 2011
98 Entrevista realizada el 25 de julio de 2011.
99 Para el consumo de esta música no se requiere de capital económico, gran parte de la discografía esta disponible para ser “bajada” de sitios como You Tube y el mas reciente God Tube.
100 Nota cuaderno de registro en el campo 15 de julio de 2011.
101 Nota cuaderno de registro en el campo 15 de julio de 2011.

Fuente: Sujetos, miradas, prácticas y discursos. Segundo Encuentro sobre Juventud, Medios e
Industrias Culturales
coordinado por María Gabriela Palazzo y Pedro Arturo Gómez. – 1a ed. – Tucumán : Universidad Nacional de Tucumán. Facultad de Filosofía y Letras. Inst. de Investigaciones Lingüísticas y Literarias. , 2013. E-Book.