Constructo estético (anorexia-bulimia como respuestas adaptativas)

Las diversas épocas desarrollan también marcos estéticos para referirse a sus males y a sus exclusiones. Entendemos la estética como un ordenamiento de fuerzas, un código de transmisión y una primacía del mensaje de lo bello, la forma en que la realidad (material y espiritual) se moldea y se expresa en forma sensible. El constructo estético atraviesa y moldea, entonces, una serie de mensajes que, en esta aproximación, sitúan el mandato de la delgadez, el ideal femenino y la pertenencia a un subtipo (anorexia-bulimia) dentro de un grupo etario –la adolescencia femenina.
Se trata de problemáticas pre-moldeadas por los medios masivos de comunicación.
Estamos sumergidos en un nuevo orden mundial en el cual las anorexias y las bulimias nerviosas son la respuesta adaptativa a una nueva clase de hambre social.
Como nuevas definiciones para comprender estos trastornos, verdaderos montajes de identidad que, no casualmente, afectan mucho más a adolescentes y a mujeres;
Anorexia nerviosa: Montaje de comportamientos que, afectando las prácticas alimentarias, están dirigidos fundamentalmente a intentar regular la autoestima y la desesperanza. Cada identificación
es un montaje de identidad.
Voracidad social:
– Conjunto de regulaciones del mercado: extensión continua de los automatismos del capital.
– Caída del Estado Nación Benefactor como metainstitución donadora de sentidos: su transformación en Estado Técnico Administrativo.
– Cambio de la categoría de ciudadano por la de consumidor.
– Articulaciones coercitivas.
Algunas de las articulaciones o conexiones posibles de estas definiciones construyen un sujeto nuevo en condiciones nuevas o, al menos, novedosas.