ALGUNAS CONTRIBUCIONES DE PIERA AULAGNIER, ANDRÉ GREEN Y JORGE E. GARCÍA BADARACCO (Conclusiones)

Contribuciones Piera Aulagnier, A. André y J. Bardaracco – Conclusiones

ALGUNAS CONTRIBUCIONES DE PIERA AULAGNIER, ANDRÉ GREEN Y JORGE E. GARCÍA BADARACCO

EL PSICOANÁLISIS… ¿NO ES PARA TODOS?

CONCLUSIONES

El trabajo psicoanalítico minucioso de estos autores ha jerarquizado la importancia de la clínica tanto como de la metapsicología en un proceso dialéctico e hipercomplejo.

Como vimos: “Todo pensador es hijo de su tiempo”.

Las posibilidades de comprensión que estos autores hallaron, se vieron favorecidos por la experiencia adquirida durante sus años de trabajo en el hospital psiquiátrico.

Lejos de soslayar esta experiencia, más bien la jerarquizaron.

El contexto temporal, social y cultural dejó su impronta, su marca, en psicoanalistas para los cuales el arte fue un camino privilegiado.

El teatro y la literatura para Green; el piano y la canción para García Badaracco; la literatura para Aulagnier.

Para algunos autores, los artistas son detectores, sensores o traductores de los acontecimientos ocurridos en su tiempo, lo que les permiten adelantarse a su tiempo y, de alguna manera, predecirlo. Theodor Adorno, al compartir su punto de vista con W. Benjamín entiende de este modo la tarea del artista como la de un traductor: «Es muy concebible (…) que el lenguaje de la plástica o de la pintura se funde con ciertas formas del lenguaje de las cosas; que, en ellas, se traduzca un lenguaje de las cosas en una esfera infinitamente más elevada»57. Estos psicoanalistas pudieron anticiparse al tiempo de su cultura.

La Ciudad Luz, brindó un marco de excelencia para la » libertad, igualdad y fraternidad”, lema de 1789 que ha permanecido vigente desde entonces entonces, incorporado al inconsciente de los franceses, a pesar de las diferencias o disidencias y de las cuestiones fundamentales de cada quien (parafraseando a P. Aulagnier). Pienso que ese espirìtu francés atrajo a los pensadores de otras nacionalidades los que se convocaron en Paris al sentirse identificados por esta manera de pensar.

Partiendo de la metapsicología freudiana y fieles al maestro que proponía seguir investigando, así como tomar nuevos caminos para la terapia psicoanalítica, realizaron descubrimientos que posibilitan hoy en día, el abordaje a una población más amplia de pacientes, anteriormente considerados no analizables mediante la técnica clásica reservada inicialmente para neuróticos.

Estos pacientes se mostraban pocos capaces para la asociación libre y más dispuestos a tomar las interpretaciones analíticas de manera dogmática transformándolas en “racionalizaciones psicoanalitizadas” (permítaseme el neologismo ), o como enunciados conclusivos que no les permitirìan seguir pensando, al decir de Piera Aulagnier.

Con ellos, la máxima freudiana: Interpretar es hacer consciente lo inconsciente, dejaba fuera de su alcance al inconsciente no reprimido pero si expresado y puesto en acto a través de los trastornos del sueño (insomnio pertinaz ), de la alimentación:, bulimia y anorexia, de la sexualidad, de los delirios y alucinaciones y de las hoy llamadas patologías del acto..

Estos autores abrevaron en el pensamiento lacaniano sin sujetarse a un estructuralismo rígido más encerrante que clasificatorio y orientador (especialmente Aulagnier y Green).

En la Francia de los grandes literatos y las novelas románticas, en la cual Proust se preguntaba acerca de la subjetividad, expresándose mediante “En busca del tiempo perdido”; en la tierra donde el discurso y la palabra han tenido un sitio privilegiado desde siempre; en la nación que vio nacer, en la Universidad de Nanterre, el mayo francés del 68 revolucionario, bajo el lema: seamos realistas, exijamos lo imposible, estos analistas maestros, pero no de escuela, nos recordaron y nos recuerdan la importancia de reconocer un inconsciente que pugna y pulsa sin cesar reclamando un oyente, un artista, un artesano, un científico. En síntesis, un humano capacitado por sus conocimientos, su historia, sus recursos y su deseo con quien efectuar el encuentro que otrora fuera desencuentro, o tal vez traumatismo del encuentro.

En esa situación nueva de espacio-tiempo: el análisis, se irá tejiendo una trama de significaciònes que luego irán permitiendo re-significar, ritmar o musicalizar, según el caso y el estilo personal de cada cual, escenas pasadas que no existieron como tales sino meramente como representaciones pictográficas en un pasado arcaico.

Advenirá así otra escena con sensaciones y afectos devenidos en sentimientos y palabras que ya no den cuenta del vacío imposible de llenar…

Advenirá así un genuino encuentro, psicoanalítico en todo sentido.

Según yo entiendo el análisis, este puede resultar un camino fecundo o una huella en el desierto que desaparece al soplar nuevos vientos…

Los seres sufrientes reclaman analistas-caminantes, analistas- peripatéticos , analistas sedentes , pero nunca analistas inmovilizados por el encierro de una teoría defendida como baluarte o como dogma y poco compartida con otros.

Los seres sufrientes reclaman analistas capaces de pensar, sentir y practicar el psicoanálisis del siglo XXI para muchos más, si no para todos …al menos provisoriamente….

Deseo agradecer el estimulo constante de las docentes Ana Delia Levin de Said, Isabel Eckell de Muscio y Ana Maria Rumi Souza.

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Fuente: Trabajo presentado en el seminario

«LAS CUESTIONES FUNDAMENTALES EN WINNICOTT Y PIERA AULAGNIER»

Profesora: Lic. Ana Delia Levin de Said

Colaboradoras: Lic. Isabel Eckell de Muscio

Psic. Ana María Rumi Souza

Autora: Dra. Inés Josefina Puig

Buenos Aires, noviembre 26 de 2003

Notas:

57 Adorno, Th., Sobre la música, Barcelona, Paidós Ibérica, 2000, p. 17.