Contexto de la enfermedad (físico, personal y socio cultural) y el modelo médico

Contexto de la enfermedad
El último grupo de factores que tienen influencia en la adaptación a la
enfermedad crónica puede ser considerado como el "sistema ecológico", el
"ecosistema".
El contexto o la circunstancia de la persona enferma está
constituido por el contexto físico, el contexto personal (familia, amigos,
referentes significativos, etc.) y el contexto socio-cultural (normas, valores,
recursos económicos y sociales, etc.)

Estos factores ambientales pueden tener su impacto en todos los aspectos de la
enfermedad crónica: su aparición y características, el modo como es percibido y
el significado que tiene para la persona, las posibles respuestas y las respuestas
adaptativas. En qué medida influyen depende de las capacidades particulares
de cada persona y de los recursos cuya disponibilidad y uso permita la
enfermedad.
De muchos de esos factores ya he hablado al considerar el tema del estrés, y de
otros hablaré en otras partes de este libro. De todos ellos, uno que me parece
muy relevante es el modelo institucional de consideración de la enfermedad
crónica que encontramos en el sistema sanitario. El denominado "modelo
médico", que es el prevalente, dentro de ese sistema es bastante inadecuado
para promover una adaptación positiva a la enfermedad crónica.
Se adecua
más al tratamiento de las enfermedades infecciosas agudas, pero ofrece poco
para el tratamiento de las crónicas.
Glazier (1973) señaló, hace ya veinte años, tres razones por las que el modelo
médico es deficiente para tratar la enfermedad crónica:

1)El sistema médico es pasivo. Se basa en la presunción de que los pacientes
buscarán rápidamente tratamiento después de observar los síntomas. Sin
embargo, en el progreso de muchas enfermedades crónicas los pacientes no
observan los síntomas hasta muy tarde y pueden que no busquen el consejo
profesional después de observarlos.
2) El sistema médico usa generalmente una relación episódica en la que el
paciente visita al médico, es objeto de un examen y se le dicta un tratamiento y,
en su caso, paga su consulta. Por tanto, el sistema tiende a producir médicos
que están primordialmente interesados en administrar tratamientos a los
pacientes y en observar resultados positivos y relativamente rápidos.
Desgraciadamente este tipo de conducta médica es inapropiado para la
enfermedad crónica. Además el sistema médico no alienta al médico para
intentar fomentar conductas de mantenimiento de salud entre sus pacientes.
3) Finalmente, la medicina (como disciplina) está mal equipada para tratar con
los problemas del afrontamiento y con el papel de apoyo familiar en el
tratamiento, rehabilitación o adaptación.
Así pues, el sistema médico tradicional sólo puede ser una parte del esfuerzo
total necesario para ayudar a los pacientes a afrontar adecuadamente la
enfermedad crónica.
El resto del esfuerzo requiere las destrezas de un conjunto
de diferentes profesionales de la salud, incluyendo personal de enfermería,
terapeutas físicos, trabajadores sociales, y psicólogos.