ALGUNAS CONTRIBUCIONES DE PIERA AULAGNIER, ANDRÉ GREEN Y JORGE E. GARCÍA BADARACCO (JORGE E. GARCÍA BADARACCO)

JORGE E. GARCÍA BADARACCO – Contribuciones

ALGUNAS CONTRIBUCIONES DE PIERA AULAGNIER, ANDRÉ GREEN Y JORGE E. GARCÍA BADARACCO

EL PSICOANÁLISIS... ¿NO ES PARA TODOS?

JORGE E. GARCÍA BADARACCO

Nació en Buenos Aires, el 8 de noviembre de 1923, descendiente de familias europeas. Llegó al mundo en una Argentina floreciente y próspera que miraba a la Ciudad Luz a fin de parecerse a ella tanto como para recibir el mote de «la París de Sudamérica». Por un lado, la rama española de su familia debe haber impreso en su carácter una clara disposición al trabajo tesonero, consecuente y constructivo. Por el otro, la rama italiana quizá influyó en el niño y, luego, en el joven, al despertar su afición por la música, el canto y una temprana vocación en la atención de familias.

Joven inteligente, estudiante destacado, egresó del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Universidad de Buenos Aires en la cual, andando el tiempo, crearía el Departamento de Salud Mental.

Al decidir radicarse en Buenos Aires, para trabajar en el Hospital Psiquiátrico de hombres «Dr. José T. Borda» (actual Hospital Psicoasistencial Interdisciplinario), lo reemplazó en Mendoza el Dr. Horacio Etchegoyen. García Badaracco fue Jefe de Servicio de Internación del Borda y creó el primer Hospital de Día de América Latina, así como la Comunidad Terapéutica Psicoanalítica de Estructura Multifamiliar. Trajo al país las primeras terapistas ocupacionales. También creó la primera residencia para psiquiatras de la Argentina y América Latina que funcionaba en el Hospital Borda. Posteriormente a su experiencia hospitalaria, fundó la institución privada de salud mental Ditem.

Fue presidente de la Asociación Psicoanalítica Argentina pòr dos períodos. Actualmente, realiza –de manera honoraria- la atención a grupos psicoanalíticos multifamiliares en los Hospitales Borda, Moyano (este último, de mujeres) de la ciudad de Buenos Aires, y en la citada Asociación Psicoanalítica Argentina. El trabajo psicoanalítico de Jorge E. García Badaracco jerarquiza el camino recorrido en la atención de pacientes graves, especialmente en el desarrollo de un proceso terapéutico como factor de cambio psíquico mediante el análisis de las interdependencias patológicas y patógenas. Fuertemente influido por la obra de Melanie Klein, como él mismo lo reconoce 35, realizó su desarrollo conceptual sobre el objeto enloquecedor. Sin embargo, su teorización respecto de éste atribuyee un papeel activo y significativo a las características reales de los objetos.

En la obra de Garcia Badaracco se encuentra incorporada la noción de un mundo interno fantástico e intensamente emocional36, así como la idea acerca de las relaciones objetales tempranamente internalizadas que determinan el futuro funcionamiento psíquico profundo y estable. El objeto enloquecedor: García Badaracco usa este concepto para describir una presencia enloquecedora que se daría en los casos en los cuales el bebé captaría tempranamente las carencias parentales, identificándose entonces con aspectos patológicos de dichos objeetos que se han estructurado en forma de falso self37, y que 

han detenido igualmente el crecimiento del self verdadero. Al no poder realizar experiencias formativas y estructurantes con esos objetos, que permitan ir logrando el establecimiento de recursos yoicos genuinos, el bebé incorporará y reincorporará vínculos frustrantes de característica sado-masoquistaa que vehiculizará así el sadissmo primitivo y, particularmente, se congelará como modalidad estable vincular, con los progenitores, inicialmente, y, luego, con los otros.

Esta condición sería alimentada por el objeto real externo que impuso inicialmente su característica de «ser imprescindible para la vida del sujeto»38.

Descripciones como éstas pueden corresponder a lo que acontece con las patologías graves: neurosis graves, personalidades limitrofes y narcisistas, y psicosis no orgánicas. Jorge E. García Badaracco describe estos vínculos como de naturaleza perversa por incluir características de sadismo y sexualidad primitivas. También piensa que «las perversiones sexuales clínicas se estructuran a partir de estos núcleos perversos primitivos»39. Describe este autor al objeto enloquecedor como un modo de funcionamiento patológico y patógeno de los objetos que «… induce inconscientemente al sujeto a actuar sádicamente y con maldad, y lo hace sentir malvado y culpable porque la inadecuación del objeto en lugar de amortiguar las pulsiones primitivas del sujeto, las incrementa –especialmente la envidia y el sadismo. El objeto suele actuar muy sádicamente sobre el sujeto por no darse cuenta del estado de indefensión de éste y por sentir su espontaneidad como amenazante y peligrosa. El deseo, como búsqueda subyacente de la experiencia de satisfacción, se somete a la necesidad del otro; es decir, del objeto. Se configurará así la experiencia traumática repetitiva que se constituirá en fijación al trauma. La situación aterradora y paralizantee de depender de, y necesitar (cada vez más) un objeto que es enloquecedor conduce, como única salida, a una identificación con el mismo»40. De este modo, García Badaracco explica una constitución intrapsíquica al estilo de la relación amo y esclavo, pero de manera intercambiable e imprescindible el uno para el otro y que imprimee también una modalidad de relación entre el Yo y el Superyó, considerando a este último no como heredero del complejo de Edipo sino como un Superyó primitivo kleiniano; o sea, «un objeto intrapsíquico idealizado y persecutorio»41.Las identificaciones antes mencionadas se vuelven sometedoras del desarrollo del resto del psiquismo y, por eso mismo, se transforman en alienantes. La presencia invasora semeja una «posesión demoníaca»42 que reeplaza al Yo, impidiendo el surgimiento de la espontaneidad.

Estas identificaciones van quedando disociadas y organizándose como objetos internos escindidos que pasan a formar parte de un inconsciente no reprimido, el que se expresará por el camino de la compulsión a la repetición. Puedo afirmar, citando a Carlos Mario Aslan, con relación a la repetición que depende de las estructuras43 que «cabe notar una vez más que la repetición no es de un contenido específico, sino de una modalidad de funcionamiento, de una característica de este relacionarse». Así, se conforman las estructuras patológicas que tan claramente expresa Carlos Mario Aslan, y que no pueden menos que expresarse de esta manera compulsiva, la que el analista deberá saber leer.

Concepto de interdependencia patológica y patógena.

Este concepto da cuenta de un modo vincular dependiente recíprocamente, que es enfermo y, a la vez, enfermante, para diferenciarlo de los vínculos sanos de necesidad que se establecen con aquellas personas que amamos, justamente por el amor mismo, y que tienen origen en la dependencia antigua entre el bebé y su madre. El necesita cuidados y ella necesita cuidar.

García Badaracco describe los vínculos saludables y generadores, a su vez, de mayor salud, bajo el nombre de interdependencias normogénicas. Por interdependencias patológicas y patógenas, partiendo del concepto acuñado por F. Fromm Reichman, Sullivan, Lidz y otros44, aplicado a sus estudios sobre esquizofrenia, entiende una manera de funcionamiento mental generalmente descripto como simbiosis patológica, relación narcisista de objeto y relación primitiva de objeto. Lo considera una «realidad clínica»45 no siempre evidente a primera vista pero que juega un papel fundamental en el proceso terapéutico psicoanalítico y que resulta aprehensible cuando se piensa en ella.

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Fuente: Trabajo presentado en el seminario

«LAS CUESTIONES FUNDAMENTALES EN WINNICOTT Y PIERA AULAGNIER»

Profesora: Lic. Ana Delia Levin de Said

Colaboradoras: Lic. Isabel Eckell de Muscio

Psic. Ana María Rumi Souza

Autora: Dra. Inés Josefina Puig

Buenos Aires, noviembre 26 de 2003

Notas:

35 García Badaracco J.E.: Comunidad terapéutica psicoanalítica de estructura multifamiliar, Madrid, Tecnipublicaciones, 1989.

36 Segal H.: Introducción a la Obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paidós, 1987 p. 19.

37 Winnicott, D.W.: El hogar, nuestro punto de partida, Buenos Aires, Paidós, 2001, p.80.

38 Garcia Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 79.

39 García Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 177.

40 García Badaracco J.E.: Op. Cit. p.177.

41 García Badaracco J.E.: Op. Cit., p. 178.

42 García Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 174.

43 Aslan C.M. La repetición que depende de las estructuras, Rev Psicoanal APA, 1993, núm. especial internacional, p. 11-19

44 García Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 209.

45 García Badaracco J.E.: Op. Cit. p 210.