APEGO, TEMPERAMENTO, MENTALIZACIÓN Y AUTORREGULACIÓN: UN ESTUDIO LONGITUDINAL DE LOS 12 A LOS 36 MESES

Psicología del desarrollo: APEGO, TEMPERAMENTO, MENTALIZACIÓN Y AUTORREGULACIÓN: UN ESTUDIO LONGITUDINAL DE LOS 12 A LOS 36 MESES

Lecannelier, Felipe (Research Advisory Board de la International Psychoanalytical Association y Fondecyt, del Gobierno de Chile.)

RESUMEN
Se presenta un estudio longitudinal cuyo objetivo principal es
testear empíricamente una propuesta sobre la influencia de los
vínculos tempranos durante el primer año de vida en la salud
mental en la edad preescolar. El estudio en cuestión, propone
que el legado de los vínculos tempranos consiste en el desarrollo
diferencial de diversos mecanismos de regulación psicológica
(tales como la capacidad de mentalización, regulación
emocional y control de la atención). Para tales efectos, en la
Unidad de Intervención Temprana de la Universidad del Desarrollo,
en Santiago de Chile, se implementó un estudio longitudinal
desde los 12 meses de los bebés hasta los 36 meses de
vida de los infantes. Durante el primer año, se evaluaron los
patrones de apego, a través del procedimiento de la Situación
Extraña, y el temperamento utilizando el procedimiento de laboratorio
Lab-TAB. En el segundo y tercer año se utilizaron
medidas observacionales para medir las habilidades de Teoría
de la Mente, Control Esforzado de la Atención, y Regulación
Emocional. Se presentan los resultados preliminares del primer
y segundo año, junto con la discusión de las evidencias
más relevantes.
Palabras clave: Apego Mentalización Autorregulación Temperamento

I. INTRODUCCIÓN: APEGO & REGULACIÓN
Uno de los principales temas dentro de la psicología y psicopatología
del desarrollo, tanto en sus variantes normativas como
clínicas, se relaciona con la comprensión de la influencia que
los vínculos tempranos tienen sobre la salud mental (1). Diversos
estudios longitudinales de enorme complejidad metodológica,
y utilizando diversos instrumentos de alta confiabilidad y
validez, si bien han confirmado que el determinismo temprano
(tal como lo propuso Freud) no se sostiene, el legado de los
vínculos tempranos es muy relevante y fundante de la adaptación
posterior (por ejemplo, (2)). Sin embargo, estas investigaciones
no se han centrado específicamente en comprender y
proponer un modo cómo el apego temprano puede influir en
una mayor o menor capacidad de adaptación del individuo.
Aunque diversas propuestas explicativas existen en la actualidad,
los datos empíricos no necesariamente se apoyan hacia
una u otra explicación (3,4).
En la Unidad de Intervención Temprana (UIT) de la Universidad
del Desarrollo en Santiago de Chile, se está llevando a
cabo un estudio longitudinal que pretenden demostrar que una
de las principales influencias del apego temprano se relaciona
con el desarrollo diferencial de diversos mecanismos de regulación,
los que se ponen a prueba desde los 24 meses (5,6,7).
La propuesta en cuestión se relaciona con el fundamento, proveniente
de los estudios de la psicobiología del apego, que
muestran que diversas acciones de los cuidadores regulan
ocultamente diversos sistemas fisiológicos (8,9,10). En ese
sentido, el fundamento teórico del presente estudio, propone
que así como ocurre en la regulación de los sistemas fisiológicos,
ocurre en la regulación de los mecanismos psicológicos.
Es decir, que diversas acciones de los cuidadores regulan y
desarrollan diversos sistemas de regulación psicológicos, conllevando
una mayor o menor adaptación a las vicisitudes del
mundo social y personal del infante. En estos procesos, la regulación
de los cuidadores no se produce en el vacío, sino que
se regula la reactividad temperamental del infante (11,12).
Los mecanismos que se desarrollan en el contexto de la relación
reguladora dinámica entre apego y temperamento, son: 1)
Mentalización: la capacidad de mentalización proviene de la
tradición cognitivista de las teorías sobre la Teoría de la Mente,
que se entiende como la «habilidad de comprender la conducta
de los otros y de uno mismo a través de la inferencia de estados
mentales» (13,14,15), pero incluyendo y ampliando esta
concepción hacia orientaciones que consideren lo social y
afectivo en el desarrollo de esta habilidad (16,17,18). La mentalización
comprende un mecanismo que le permite al niño
comprender y anticipar la conducta de los otros y de sí mismo,
regular los afectos, realizar operaciones simbólicas («jugar con
la realidad»), engañar, manipular y mentir, y adaptarse a contextos
cambiantes y de riesgo; 2) control esforzado de la atención:
que implica la capacidad de «inhibir una respuesta dominante
para realizar una respuesta sub-dominante» (19). En general,
este mecanismos implica una habilidad para atender a un estimulo,
posteriormente desviar la atención de ese estímulo, y
por último realizar una conducta adaptativa. En la actualidad,
se considera que gran parte de las habilidades de autorregulación
y de regulación emocional del infante se realizan gracias
a este mecanismo, ya que posee aspectos de concentración,
regulación, inhibición y adaptación al ambiente (20).
Diversos estudios realizados en los últimos años, han demostrado
que un bajo desarrollo de los mecanismos implica una
serie de dificultades para relacionarse con los otros, adaptarse
a las situaciones cambiantes, regular los afectos, atender y
concentrarse, y complacer las demandas propias de la edad.
Sin embargo, no existen investigaciones que consideren todos
estos procesos, combinados a las relaciones de apego y el
temperamento.

II. METODOLOGÍA
1. Objetivos
Los objetivos principales del estudio son: a) estimar la prevalencia
de patrones de apego en una muestra significativa; b)
determinar la relación entre el temperamento y el apego a los
12 meses de vida de los infantes; c) determinar la relación
entre el temperamento y el apego a los 12 meses, y el posterior
desarrollo de mecanismos de regulación psicológica (Teoría
de la Mente, Regulación Emocional, y Control Esforzado de
la Atención), a los 24 y 36 meses.
2. Muestra
Se evaluaron 140 díadas madre-bebé, reclutadas de diversos
consultorios de atención primaria, de la cuidad de Santiago.
Las madres provenían de un nivel socio-económico bajo, y se
utilizaron como criterios de inclusión al estudio, los siguientes:
1) madres de nivel socio-económico bajo, sin patología psiquiátrica
actual, y que fueran mayores de 18 años (se descartaron
madres adolescentes); 2) infantes de 11-18 meses, sin
patología orgánica que impidiese la correcta realización de la
pruebas que implicaba el estudio.
3. Procedimiento
Se utilizó un diseño longitudinal/panel con tres evaluaciones
en tres momentos diferentes del ciclo vital de los infantes:
· Primera evaluación (11 a 18 meses de los infantes): en los
infantes, se evaluó el apego y el temperamento. En las madres
se obtuvo información sobre su perfil de sintomatología psiquiátrica
y sus estrategias de regulación emocional.
· Segunda evaluación: en los infantes evaluó su capacidad de
Teoría de la Mente y Control Esforzado de la Atención. En las
madres, se evaluó su patrón de apego actual con sus pares.
· Tercera evaluación: en los infantes, se utilizaron las mismas
evaluaciones que en el segundo año, junto a una medida de su
psicopatología.
4. Medidas
Las medidas (instrumentos) utilizados fueron las siguientes:
-Primer año: para la evaluación del apego se utilizó el conocido
procedimiento de la Situación Extraña elaborado por Mary
Ainsworth y colaboradores (21), que arroja tres patrones de
apego (apego seguro-Inseguro Evitante-Inseguro Ambivalente)
junto al sistema de codificación del patrón desorganizado
elaborado por Main & Solomon (22). Para la evaluación del
temperamento, se utilizó una batería de tareas de laboratorio
elaborada por Goldsmith & Rothbart (23), en su versión locomotora,
y que evalúa 5 aspectos del temperamento (placer,
interés, temor, rabia, y actividad). Cada factor se evalúa a través
de diversas tareas (por ejemplo, separación maternal, presencia
de un extraño, juego de bloques, etc.). Las medidas
para las madres fueron el cuestionario SCL-90 (perfiles de sintomatología
psiquiátrica), y el cuestionario de Gross (1999)
que mide estrategias de regulación emocional. Ambos cuestionarios
han sido adaptados en Chile.
-Segundo año: para la evaluación de la Teoría de la Mente se
utilizó la Batería de Teoría de la Mente de Carlson y colaboradores
(25) para infantes de 24 y 36 meses, y que integra diversos
aspectos de la Teoría de la Mente (tales como, capacidad
ficcional, inferencia de deseos, etc.) en una serie de tareas y
juegos. El Control Esforzado de la Atención y la Regulación
Emocional se evaluaron utilizando la Batería de Control Esforzado
de la Atención de Grazyna Kochanska (Kochanska,
Murray & Harlan, 2000) que permite evaluar diversos aspectos
de la regulación y autorregulación.
-Durante el tercer año, se utilizaron los mismos procedimientos
para los infantes, junto a la administración de Cuestionario de
Comportamiento Infantil para niños de 1½-5 años (adaptado
por Bardet y Bascuñan, 2006).

III. RESULTADOS PRELIMINARES
Los resultados preliminares para los objetivos 1 y 2 son los
siguientes (los otros resultados se encuentran en proceso de
análisis):
1. Prevalencia de patrones de apego
La proporción de apego seguros es de 73,08%, y la de apegos
inseguros es de 26,92%. Al utilizar el modelo original de tres
categorías de Ainsworth y colaboradores (1978), se encuentra
que el 73,08% presenta un patrón seguro, el 13,08% un patrón
ambivalente, y el 13,85% un estilo evitante. Adicionando, a estos
patrones el estilo desorganizado, los resultados muestran
que 70% es seguro, el 10% evitante, el 10,7% ambivalente, y
el 9,23% desorganizado.
En general, existe una proporción aumentada de patrones de
apego seguros, en relación a otros estudios, y una proporción
disminuida de apegos evitantes (Sroufe et al, 2005). La proporción
de patrones desorganizados se encuentra ligeramente
aumentada en la presente muestra.
2. Relación entre apego y temperamento
Los resultados arrojaron que existen diferencias significativas
entre los patrones generales de apego seguro e inseguro, y las
dimensiones temperamentales de actividad, interés, rabia y
miedo. Esto indica, que los patrones seguro suelen mostrar
mas actividad, más interés, más rabia, y menos miedo). Estos
resultados aportan al debate de muchos años sobre la relación
entre apego y temperamento (para una revisión, ver Vaughn &
Bost (27)), sobre el hecho de que pueden tener una relación
ortogonal (son dos constructos diferentes), que se intersectan
en algunos aspectos (tales como los afectos negativos).

IV. COMENTARIOS FINALES
La verdadera comprensión de los procesos del desarrollo humano
deben hacerse a través de estudios longitudinales. Sin
embargo, en países con menos oportunidades de obtener financiamiento,
esta posibilidad se ve enormemente mermada.
Aún así, los resultados en muestras Latinoamericanas, debe
ser algo que se debe obtener, de modo de poder tomar decisiones
mas acertadas y válidos, sobre los procesos del desarrollo
de los niños (tanto a nivel clínico, comunitario y político).

NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA
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