Desenvolvimiento mental en el niño y en la raza, Baldwin: psicología de la raza

EL DESENVOLVIMIENTO MENTAL EN EL NINO Y EN LA RAZA (JAMES MARK BALDWIN).

CAPÍTULO PRIMERO
PSICOLOGÍA DEL NIÑO Y DE LA RAZA
II.-Psicología de la raza: Filogénesis
Adoptando una distinción empleada en la terminología biológica, llamaremos
ontogénesis al desarrollo mental del individuo, y filogénesis a la evolución de la raza o al desarrollo de la conciencia en toda la serie animal. Todo cuanto he dicho de la psicología del niño se contrae al primer estudio. Antes de entrar en el verdadero objeto de este libro, creo oportuno indicar la importancia de las investigaciones filogenéticas.
La expresión «psicología de la raza» suele tomarse en sentido harto restringido, como refiriéndose a los caracteres mentales de los diferentes pueblos, estudiados desde el punto de vista de la familia, del culto, de la civilización. En este sentido, la palabra raza se aplica exclusivamente a la humanidad. El estudio comparativo del hombre y del animal resurge de una ciencia especial llamada «psicología comparada». Amparándome en la autoridad de la expresión «experiencia de la raza» empleada para indicar todas las riquezas acumuladas por la herencia y la vida ancestral, ampliaré el sentido de la palabra «psicología de la raza» a toda la historia de la conciencia viviente. El problema que esta ciencia plantea conviértese entonces en el problema del desarrollo filogenético de la conciencia, a través de todas sus manifestaciones animales y humanas, y corresponde al problema del desarrollo ontogenético, estudiado por la psicología individual. Ambas son, por lo demás, ramas legítimas de la psicología genética considerada distintamente de la psicología funcional.
La cuestión de la psicología de la raza así comprendida es sumamente importante, y en estos últimos tiempos se ha descuidado hasta el extremo. De la teoría moderna de la evolución biológica surge en favor de la filogénesis mental una presunción que demanda ser sometida a un examen atento y minucioso, por la laboriosa interpretación de las concomitancias evolutivas del cuerpo y del espíritu. Opino que las cuestiones relativas a la naturaleza del espíritu en cuanto distinto de sus funciones, son muy independientes de las cuestiones de origen; pero los datos genéticos, al demostrar el mecanismo de las funciones, arrojarán al mismo tiempo torrentes de luz sobre el difícil problema de nuestra naturaleza mental.
Admitido el problema filogenético, es decir, la posibilidad de un estudio de desenvolvimiento del espíritu a través de las series animales, podemos usar libremente de todos los recursos que nos proporciona la psico-fisiología, tanto para los hombres como para los animales superiores. Así llegaremos a la más plausible hipótesis, percibiremos las líneas generales de las relaciones que habrán de establecerse entre el desarrollo mental y el desarrollo nervioso, y deduciremos las fases de la historia de la raza de las del desarrollo del individuo. Esta deducción, por lo demás, se facilita por la recapitulación, es decir, por el reflejo de las fases de la historia de la raza en cada desarrollo individual. Reconoceremos el plan de desarrollo paralelo de las dos series de hechos considerados como los elementos de un hecho único cuya historia es la de la raza, y estamos absolutamente convencidos que lo descubriremos en la historia del individuo. Aceptaremos las certidumbres establecidas por la biología, para las investigaciones orgánicas, y esperamos que los biólogos aceptarán asimismo los descubrimientos de la psicología. Finalmente, admitiremos la posibilidad de principios absolutos en una y otra serie, de modo que los principios de una se sustraigan a los criterios de la otra. Por ejemplo, si la vida presupone necesariamente una función superior a las afinidades químicas, también el psicólogo puede investigar a la luz de los hechos si el juicio moral no es un fenómeno que sobrepuje el poder de las funciones vitales.
Proponémonos tratar sucesivamente en este libro de todas estas diferentes cuestiones de la psicología genética. Una de ellas sin embargo supone tal número de conocimientos preliminares y ha sido hasta hoy tan poco estudiada, que es bueno exponerla con amplitud desde el comienzo de este trabajo. Quiero hablar de la cuestión de las analogías entre el desarrollo del individuo y el de la raza.