Diagnóstico evolutivo de la conducta (Gesell- Amatruda)

Diagnóstico evolutivo de la conducta:
La conducta evoluciona. El comportamiento normal asume modos característicos a medida que se desarrolla.
El diagnóstico del desarrollo consiste en una observación discriminada de las formas de conducta y de la apreciación de éstas por comparación con las manifestaciones normales.
Una forma de conducta tipificada es un criterio de madurez que ha sido definido mediante estudios sistemáticos del decurso promedio que sigue el desarrollo del comportamiento.
Estudios del lactante y del niño permitió determinar las tendencias medias de su desarrollo conductual.
Las secuencias del desarrollo (el orden en que aparecen los modos del comportamiento) y la edad cronológica en que aparece cada modo son significativamente uniformes.
Hay alcances de la variabilidad individual, pero tales variaciones no se alejan del nivel medio. El término normal para connotar de sano. Una serie de etapas de madurez pueden servir como vara de medida o escala calibrada. Se puede considerar la conducta en función de la edad y ésta en función de la conducta.
El diagnóstico evolutivo interpreta la conducta, por comparación con modos normales, en valor cronológicos equivalentes. El diagnóstico evolutivo es una estimación de modos de conducta observados desde un ángulo de formas normalizadas expresadas en función de la edad.
Hay tests apropiados para cada uno de los principales campos de la conducta. Los cincos campos de conducta se desarrollan en forma más o menos paralela. Estos campos se hallan estrechamente vinculados de tal modo que a menudo se superponen. Pero en un desarrollo atípico, desviado o defectuoso muchas veces muestran discrepancias. Un niño puede estar adelantado en un terreno y relativamente retrazado en el otro.
La primera tarea del diagnóstico evolutivo es descubrir y especificar tales desequilibrios. Los modos de conducta típicos permiten verlos niveles de maduración.
El desarrollo es un proceso continuo. Comparar a un niño en examen consigo mismo o, con más exactitud, comparar dos cortes transversales de su madurez en dos edades distintas.