Diccionario de Psicología, letra N, neurosis obsesiva

Neurosis obsesiva
Al.: Zwangsneurose.
Fr.: névrose obsessionnelle.
Ing.: obsessional neurosis.
It.: nevrosi ossessiva.
Por.: neurose obsessiva.
Clase de neurosis que fue aislada por Freud y constituye uno de los grandes cuadros de la clínica psicoanalítica.
En su forma más típica, el conflicto psíquico se expresa por los síntomas llamados compulsivos:
Ideas obsesivas, compulsión a realizar actos indeseables, lucha contra estos pensamientos y
tendencias, ceremoniales conjuratorios, etc., y por un tipo de pensamiento caracterizado
especialmente por la rumiación mental, la duda, los escrúpulos, y que conduce a Inhibiciones del
pensamiento y de la acción.
Freud aisló sucesivamente la especificidad etiopatogénica de la neurosis obsesiva desde el punto de vista de los mecanismos (desplazamiento del afecto hacia representaciones más o menos alejadas del conflicto original, aislamiento, anulación retroactiva), desde el punto de vista de la vida pulsional (ambivalencia, fijación a la fase anal y regresión) y, por último, desde el punto de vista tópico (relación sadomasoquista Interiorizada en forma de tensión entre el yo y un superyó singularmente cruel). Esta puesta en evidencia de la dinámica subyacente a la neurosis obsesiva y, por otra parte, la descripción del carácter anal y de las formaciones reactivas que lo constituyen, permiten relacionar con la neurosis obsesiva ciertos cuadros clínicos en los que los síntomas obsesivos, propiamente dichos, no son evidentes a primera vista.
Ante todo conviene subrayar que la neurosis obsesiva, que hoy día constituye una entidad
nosográfica universalmente admitida, fue aislada por Freud en los años 1894-1895: «He debido
comenzar mi trabajo por una innovación nosográfica. Al lado de la histeria, he hallado razones
para situar la neurosis obsesiva [Zwangsneurose] como afección autónoma e independiente,
aunque la mayor parte de autores clasifican las obsesiones entre los síndromes de la
degeneración mental o los confunden con la neurastenia». Freud comenzó por analizar el
mecanismo psicológico de las obsesiones (Zwangsvorstellungen), y luego reunió, en una
afección psiconeurótica, síntomas descritos desde hacía mucho tiempo (sentimientos, ideas,
conductas compulsivas, etc.), pero relacionados con cuadros nosográficos muy distintos
(«degeneración» de Magnan, «constitución emotiva» de Dypré, «neurastenia» de Beard, etc.).
Poco después de Freud, Janet describió, con el nombre de psicastenia, una neurosis parecida a la que Freud designa como neurosis obsesiva, pero centrando su descripción en torno a una concepción etiológica distinta: lo que para Janet es fundamental y condiciona la misma lucha obsesiva es un estado deficitario, la debilidad de la síntesis mental, una astenia psíquica, mientras que, para Freud, las dudas e inhibiciones son consecuencias de un conflicto que moviliza y bloquea las energías del sujeto.
En lo sucesivo se fue afirmando cada vez más, en la teoría psicoanalítica, la especificidad de la
neurosis obsesiva.
Las adquisiciones del psicoanálisis han hecho recaer el acento preferentemente sobre la
estructura obsesiva (más que sobre los síntomas), lo que, desde el punto de vista terminológico,
invita a preguntarse acerca del valor descriptivo del término neurosis obsesiva.
Señalemos ante todo que este término no es un equivalente exacto del alemán Zivangsneurose,
puesto que Zwang no sólo designa las compulsiones del pensamiento u obsesiones
(Zwangsvorstellungen), sino también los actos (ZwangshandIungen) y afectos compulsivos(35)
(Zwangsaffekte) (véase: Compulsión). Por otra parte, el término neurosis obsesiva orienta la
atención hacia un síntoma, bien importante, más que hacia la estructura. Ahora bien, con
frecuencia se habla de estructura, de carácter, de enfermos obsesivos en ausencia de
obsesiones típicas. En este sentido se constata, por lo demás, una tendencia, en el uso
terminológico actual, a reservar el término «obsesivo» al enfermo que presenta obsesiones
características.